El Ibex, lastrado por la banca, pierde otro punto porcentual y se aleja del 10.000

La notable influencia que el sector bancario tiene en el Ibex 35 es algo innegable y en la sesión de este viernes, la máxima volvió a quedar demostrada. Los resultados poco convincentes tanto de Banco Santander ayer, como de BBVA hoy -que además ha rebajado su dividendo para 2014-, unido al nerviosismo provocado por los detalles de los test de estrés del Banco Central Europeo (BCE), han provocado que todas la entidades que cotizan en el selectivo hayan registrado notable caídas y que, por lo tanto, el Ibex haya cedido más de un punto porcentual.

En concreto, el selectivo se ha dejado un 1,01%, hasta los 9.815 puntos. De esta manera, la bolsa de Madrid se aleja de los 10.000 puntos en los que comenzó la semana y, además, acaba con la racha de ocho semanas ganando terreno al caer un 1,85% en las últimas cinco sesiones.

El banco que peor se comportó fue Bankinter, que cedió un 3% y representó la segunda mayor caída del selectivo, sólo superado por IAG (-4,18%). Popular, por su parte, cayó un 2,55%, hasta los 4,04 euros, mientras que Caixabank retrocedió un 2,3%. Las acciones de BBVA terminaron el día en los 8,85 euros tras perder un 2,2% y las de Santander, en 6,53 euros (-1,2%).

Fuera del Ibex, destacó la importante caída de Service Point, después de que la compañía haya lanzado un órdago en forma de preconcurso a la banca acreedora para salvar a sus familias nobles. En la jornada, se desplomó un más de un 58%, hasta los 0,15 euros por acción.

Sufren los países periféricos

En el conjunto del Viejo Continente, sólo el Mib italiano presentó una mayor caída que la del selectivo español al perder un 1,45%. El Eurostoxx 50 y el Cac de París se dejaron un 0,15% y un 0,08%, respectivamente. El Dax, que llegó a superar durante la sesión los 9.000 puntos por pirmera vez en su historia, acabó levemente por debajo de esta cota y, por último, el Ftse 100 rebotó un 0,12%.

Pero los mercados periféricos no sólo sufrieron en la renta variable. En el mercado de deuda los inversores también optaron por las ventas de papel español e italiano. En el caso del bono español a 10 años, la rentabilidad ofrecida llegó hasta el 4,17%, con lo que el diferencial español acabó en 241 puntos. Mayor fue la subida del italiano, que llegó a 247 puntos, con lo que la prima italiana ya está de nuevo por encima de la española.