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Techo de deuda, Fed... La amenaza de un 'octubre rojo' se cierne sobre EEUU
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Techo de deuda, Fed... La amenaza de un 'octubre rojo' se cierne sobre EEUU

Comienza la cuenta atrás para que EEUU comience uno de los meses de octubres más complicados de los últimos años y los mercados están al quite

Foto: Barack Obama, presidente de Estados Unidos
Barack Obama, presidente de Estados Unidos

El lunes comienza la cuenta atrás para que Estados Unidos protagonice uno de los meses de octubres más complicados de los últimos años. Aunque es improbable, no es imposible que la primera economía del mundo se encuentre con que en noviembre no puede pagar sus facturas porque el Congreso no se ha puesto de acuerdo para ampliar el techo de deuda por encima de los 16,7 billones de dólares. Y para echar más leña al fuego, la Casa Blanca ha sido incapaz en siete meses de decidir el nombre del futuro sucesor de Ben Bernanke al frente de la Reserva Federal (Fed), con lo que a Barack Obama se le ha juntado un debate con otro, y ha dado al Partido Republicano un arma más en unas negociaciones que, de momento, se encuentran completamente bloqueadas.

Por lo pronto, si el 30 de septiembre no hay acuerdo entre demócratas y republicanos sobre la Ley presupuestaria, esto es, que se apruebe la llamada continuing resolution que amplía el gasto del gobierno federal hasta el 15 de diciembre en el nivel de los 986.000 millones de dólares, la administración cerrará sus puertas. A partir del 1 de octubre se bloquearía el pago de todo servicio que no fuera esencial, es decir, museos y parques nacionales echarían el pestillo;el papeleo dejaría de procesarse y con ello licencias, contratos, visados y pasaportes;se aplazarían las decisiones de los tribunales; y miles de funcionarios del gobierno central se tendrían que quedar en sus casas.

En este sentido, para que los republicanos den su brazo a torcer y se evite la suspensión de la actividad gubernamental(government shutdown) -que aunque sus consecuencias no son tan relevantes como parecen, ya que la mayoría de trámites para el ciudadano medio deEEUU se hacen a nivel local y estatal, no federal, sí supone una incomodidad- Obama tendría que retirar del presupuesto los fondos destinados a la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (el llamado Obamacare que contempla extender la sanidad gratuita a todos los ciudadanos adultos). Es decir,el proyecto más ambicioso de su Administración y en el que ha basado toda su legislatura.

El plato fuerte llega con el techo de deuda

La amenaza está sobre la mesa. El secretario del Tesoro de EEUU, Jack Lew, ya avisó a finales de agosto, y lo ha repetido esta misma semana, que ladeuda alcanzaría los tope a "mediados de octubre", momento en el cual el gobierno federal se encontrará con solo 50.000 millones de dólares para hacer frente a sus facturas y con la imposibilidad de emitir más bonos. En otras palabras, Estados Unidos entraría en bancarrota. Y los republicanos están dispuestos a forzar esta situación si Obama no echa abajo la reforma sanitaria.

"El techo de deuda preocupa y mucho, porque ya en 2011 el atisbo de no llegar a un acuerdo en el Congreso supuso una rebaja de rating y eso tuvo un impacto muy importante en la economía estadounidense", asegura Jaime Malet, presidente de la Cámara de Comercio de EEUU en España, a Cotizalia. "Se acerca el día y se teme que se sobrepase esa fecha sin acuerdo, lo que provocaría un default y podría dar al traste con la recuperación de muchas economías, no sólo de Estados Unidos", añade.

En este sentido, aunque los inversores dan una importancia relativa a esta situación, en tanto que confían en que finalmente se alcanzará un acuerdo de mínimos como ya se hizo en enero de 2013 yen agosto de 2011, el problema es la inestabilidad que se produce durante el transcurso de las negociaciones."Habrá algún día que no se déla patada hacia adelante", advierte Malet.

La Fedse cuela en mitad del debate

Pero en esta ocasión la ecuación tiene una segunda derivada que sí está afectando al mercado: la Reserva Federal. El consenso descontaba que el pasado 18 de septiembre el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) iba a comenzar a reducir las compras de bonos como pistoletazo de salida para el tapering, es decir, la reducción de las medidas de estímulo. Sin embargo, no fue así y, aunque la versión oficial es que la institución monetaria quiere más pruebas de que la recuperación económica está encauzada antes de reducir esas compras, lo cierto es que hay muchas suspicacias al respecto, teniendo en cuenta que coincide en el tiempo con el problema del techo de deuda y la falta de un sustituto para Bernanke.

Así, una de las explicaciones que se barajan para la decisión del organismo emisorde dejar las cosas como están es, precisamente, que "la Fed seguramente está preocupada por la batalla presupuestariaque está por llegar en el Congreso y por ello puede que haya decidido posponer el tapering hasta que se resuelva", explica Wayne Lin, gestor de Legg Mason Global Asset Allocation.

En este sentido, Malet entiende que "la Fed seguramente no tome una decisión hasta que se llegue a un acuerdo respecto al límite de la deuda pública, algo que no debería ser porque una cosa es política fiscal y otra política monetaria". Y apunta: "Si inmediatamente después de alcanzar el techo de deuda comienza el tapering sería un mal mensaje para los mercados, que lo entenderían comofalta de independencia", concluye.

Por ello, la publicación el día 9 de octubre de las actas correspondientes ala última reunión del FOMC genera todavía más expectación que las anteriores. "O realmente los datos muestran que no merece la pena empezar con el tapering, o están esperando al techo de deuda o a que se sepa quién seráel nuevo presidente", asegura Rolf Campos, profesor del IESE.

Por otro lado,no deja de ser llamativo el número de meses que han transcurrido desde que Bernanke hizo público que no seguirá al frente de la Fed a partir de enero y que Obama todavía no haya dado un nombre. Su candidato, Larry Summers, con el que además tenía una buena relación personal, anunció hace casi dos semanas que se retiraba de la carrera a la presidencia de la institución tras encontrarse la oposición frontal del mundo económico y de los miembros de la propia Fed. Por otra parte,la favorita en las quinielas, la actual vicepresidenta, Janet Yellen, no parece gozar del favor del presidente ya que, de lo contrario, ya la habría propuesto.

"Con Summers fuera de juego, la atención de los mercados se ha tornado hacia Yellen, considerada la segunda opción",explican los analistas de Citi. "Bajo nuestro punto de vista, aunque Yellen es la que tiene más posibilidades, el consenso no es tan optimista. No tiene el historial de una estrecha relación con el presidente y se ha sugerido en la prensa que su estilo personal puede no encajar con la Casa Blanca", continúan desde la firma. "A pesar de ello, los vientos parecen soplar en su favor y cada día que pasa parece más posible su nombramiento". Pero advierten:"No ha sido elegida todavía".

En este sentido, Malet apunta a que "no va a ser ella y lo sabremos en octubre, no debería demorarse más". De esta manera,el retraso en la reducción de los estímulos podríadeberse a que realmente en la Fed, a pesar del lobby que se está haciendo en favor de la candidata, no tienen claro que, primero, Obama la elija y, segundo, que de ser así el Congreso la ratifique.

Y más Fed

Para mantener la tensión hasta el final del mes, el FOMC se volverá a reunir los días 29 y 30 de octubre. Una vez más la atención se centrará en la posibilidad de que la institución comience a frenar la tercera ronda de estímulos cuantitativos (QE3).

El lunes comienza la cuenta atrás para que Estados Unidos protagonice uno de los meses de octubres más complicados de los últimos años. Aunque es improbable, no es imposible que la primera economía del mundo se encuentre con que en noviembre no puede pagar sus facturas porque el Congreso no se ha puesto de acuerdo para ampliar el techo de deuda por encima de los 16,7 billones de dólares. Y para echar más leña al fuego, la Casa Blanca ha sido incapaz en siete meses de decidir el nombre del futuro sucesor de Ben Bernanke al frente de la Reserva Federal (Fed), con lo que a Barack Obama se le ha juntado un debate con otro, y ha dado al Partido Republicano un arma más en unas negociaciones que, de momento, se encuentran completamente bloqueadas.

Deuda Reserva Federal Barack Obama