Los pobres resultados corporativos dejan en cueros al sector textil estadounidense

Como si de una epidemia se tratara, los pobres resultados corporativos presentados por American Eagle, una de las principales compañías textiles estadounidenses, han supuesto la gota que ha colmado la paciencia de los inversores. El sector textil vive una auténtica sangría este martes en el parqué que no deja títere con cabeza. Al cierre de mercado del lunes American Eagle publicó unas cuentas que reflejaron la friolera de una caída del beneficio de un 52% respecto a las previsiones que manejaban desde la compañía. La reacción no se ha hecho esperar a pie de parqué donde las acciones caen más de un 17%, su mayor descenso desde enero de 2012.

Sin embargo, lo que más llama la atención es el efecto arrastre que ha tenido en el resto del sector. Nadie se escapa de los números rojos en una sesión marcada por caídas de más de medio punto porcentual en el caso del Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq. Todo ello motivado por el presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Dennis Lockhart (con derecho a voto en el comité que toma las decisiones de política monetaria), que ha asegurado que el repliegue en los estímulos que viene aplicando la Reserva Federal podría anunciarse en cualquiera de las reuniones de septiembre, octubre o diciembre.

Así las cosas, las textiles se convierten en uno de los sectores más castigados de la sesión. Prueba de ello son las caídas que registran compañía como Abercrombie & Fitch (-4%), Urban Outfitters (-2,75%), Gap (-1,6%), Aeropostale (-2,3%), Buckle (-3,2%)o Guess (-2,2%). Estas caídas, sin embargo, no tienen efecto similar en algunas de las principales textiles europeas. H&M ha cerrado este martes con una caída del 0,7% e Inditex ha conseguido repuntar más de un 1%.

“Las últimas cuentas de American Eagle reflejan un estancamiento que va más allá de una mera compañía. Es algo que implica a todo el sector y que apunta directamente a una debilidad en el consumo estadounidense. Aunque los datos macroeconómicos poco a poco son más alentadores, no son lo suficiente para hablar de una reactivación total de la maquinaria de los consumidores. Además, si la política de estímulos comienza a aminorar no se va a conseguir que la confianza del consumidor se incremente”, apuntan fuentes del mercado consultadas por la agencia Bloomberg.