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Los bancos centrales 'inyectan' una dosis de confianza en los PIIGS
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ESPAÑA TIENE UNA DOBLE CITA CON EL MERCADO ESTA SEMANA

Los bancos centrales 'inyectan' una dosis de confianza en los PIIGS

Los mercados de deuda están dando un respiro a los países periféricos de Europa y están permitiendo que puedan financiarse a medio y largo plazo en unas condiciones

Los mercados de deuda están dando un respiro a los países periféricos de Europa y están permitiendo que puedan financiarse a medio y largo plazo en unas condiciones que hace apenas unos meses resultaban impensables.

El ejemplo más cercano es el de España, que el pasado martes consiguió captar 7.000 millones de euros en una subasta sindicada de bonos a 10 años a un interés anual del 4,4 %, un punto porcentual por debajo de la anterior subasta de este tipo, que tuvo lugar en enero.

Como consecuencia de esta gran colocación, la prima rebotó ligeramente hasta los 300 puntos para cerrar la semana en los 287, cifra que, aunque sigue siendo alta, queda muy lejos de los casi 640 puntos básicos que llegó a marcar en julio, cuando el bono a 10 años ofrecía una rentabilidad superior al 7,5%. Desde entonces, varios factores han conseguido que el interés de ese bono descienda hasta el 4,3% en los diez últimos meses.

El primero de ellos son las ya históricas palabras del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que a finales de julio se comprometió a “hacer todo lo que sea necesario para salvar el euro”. El segundo, y en línea con el primero, es la gran liquidez de la que gozan los mercados gracias a las históricas inyecciones de los bancos centrales, lo que se conjuga con que los inversores internacionales han vuelto a invertir en los periféricos. “Se sienten más seguros después de que la volatilidad ha pasado”, apunta César Fernández, gestor de renta fija de DWS.

Y por último, y en el caso concreto de España, el estratega jefe de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, considera que hay que tener en cuenta el aumento de "la confianza sobre los ajustes y reformas llevadas a cabo por el Gobierno español".

El Tesoro Público intentará esta semana seguir aprovechando la mejoría del mercado y mañana subastará letras a 3 y 9 meses, y el jueves bonos y obligaciones a 3, 5 y 13 años.

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El respaldo de los bancos centrales también ha ayudado a Italia, compañero de viaje de España en muchos momentos y que esta semana lo ha vuelto a ser al seguir los pasos del Tesoro Público. El pasado miércoles captó 6.000 millones de euros en una emisión sindicada a 30 años. La cifra se une a los 10.000 millones que el viernes anterior había captado en letras a 7 y 12 meses a los intereses más bajos desde que entró en vigor el euro. Lejos quedan ya los días en los que el bono italiano a 10 años ofrecía unos intereses cercanos al 7,5%. Hoy, su rentabilidad se encuentra sobre el 4%.

La prima de Portugal se reduce en 1.000 puntos

Otro ejemplo de cómo el mercado de deuda está dando un respiro a los llamados PIIGS es la primera emisión de bonos a 10 años que Portugal llevó a cabo el pasado 7 de mayo. El Tesoro luso captó 3.000 millones a un interés del 5,6%, una rentabilidad alta, pero inferior al 6,71% que tuvo que afrontar en la última emisión que realizó de este tipo. Fue en enero de 2011, antes de que el Gobierno de Sócrates solicitara el rescate a la Unión Europea.

Pero quizá la muestra más representativa de que, al menos en los mercados de deuda, la situación de Portugal está mejorando es la situación del riesgo país. El diferencial con respecto al bono alemán es de 406 puntos básicos, muy por debajo de los 1.560 puntos que alcanzó a finales de enero de 2012. Para ello, además de una mejor situación de los mercados, también ha sido necesario que el Gobierno luso haya adoptado ajustes notables, como el despido de gran número de trabajadores públicos, el retraso de la edad de jubilación o el recorte de las pensiones.

En este contexto de mayor tranquilidad en los mercados, también Irlanda decidió regresar a los mercados de deuda y el pasado 13 de marzo llevó a cabo su primera emisión de bonos a 10 años. El resultado, después de casi un año y medio sin subastar esta referencia, fue positivo: 5.000 millones de euros al 4,15%. Desde entonces, la rentabilidad del bono a 10 años ha bajado hasta el 3,45%.

Incluso Grecia, aunque esto todavía suena a quimera, está estudiando la posibilidad de volver a subastar referencias que no sean únicamente letras, que es el único modo en el que actualmente se puede financiar sin tener que afrontar unos intereses prohibitivos. "Ya estamos planeando la salida de Grecia a los mercados en la primera mitad del próximo año", aseguró el pasado lunes el presidente del país, Andonis Samarás.

Los mercados de deuda están dando un respiro a los países periféricos de Europa y están permitiendo que puedan financiarse a medio y largo plazo en unas condiciones que hace apenas unos meses resultaban impensables.