España supera con nota la primera subasta del Tesoro del año: 5.800 millones

Como era del esperar el Tesoro no ha querido desaprovechar el buen momento del mercado para hacer caja. En la primera subasta de año ha colocado un montante de 5.820 millones de euros en bonos a medio y largo plazo, por encima del ya elevado objetivo de 5.000 millones de euros y, además, lo ha hecho pagando hasta un 24% menos de lo esperado.

Concretamente, la subasta se ha saldado con una emisión de 3.400 millones de euros de la nueva referencia a 2015 por la que ha pagado una rentabilidad del 2,47% frente al 3,28% de la última subasta con ese vencimiento. De los bonos a 2018 ha colocado 1.950 millones de euros pagando un 3.,98% frente al 4,68% anterior y del 2026, 469 millones al 5,55%.

Inmediatamente después, la prima de riesgo española caída de los 367 puntos básicos a los 357 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 5,08% en el mercado secundario, el cinco años en el 3,6% y la del dos años en el 2,1%.

El Tesoro mantiene así la dinámica iniciada en la segunda mitad de 2012, cuando empezó a batir sistemáticamente sus objetivos aprovechando el balón de oxígeno que ha supuesto la promesa del Banco Central Europeo de comprar deuda cuando sea necesario, lo que le ha permitido llegar a 2013 con un excedente de caja de 11.150 millones.

De esta manera, a falta de una subasta de bonos y dos de letras, el Tesoro ya tiene 17.000 millones de los 20.000 millones que vencen en enero -28.000 millones si se suma el principal y los intereses-. Todo apunta que, al igual que ocurriera hace un año, la estrategia del equipo de Iñigo Fernández de Mesa va a ser la de aprovechar la bonanza para hacer colchón por lo que pueda venir.

 

España vuelve al radar de los inversores internacionales

Y es que el éxito de las emisiones realizadas por las empresas españolas desde que BBVA fuera la primera en cruzar la ventana de liquidez que se ha reabierto es muy significativa, sobre todo, por la calidad y cantidad de la demanda, que muestra una entrada masiva de inversores extranjeros. 

Una situación que responde, en primer lugar, al aumento de las recomendaciones sobre España. En el caso de las empresas, se empieza a mirar a los fundamentales por encima del riesgo país y en el caso de España, por la mejora de los datos macroeconómicos y el paraguas que supone el compromiso por parte del BCE cuando España lo necesite.

De hecho, desde septiembre, ya se comenzó a apreciar la vuelta de extranjeros que habían puesto pies en polvorosa cuando España estuvo más cerca de caer que de aguantar antes del verano. Falta le va a hacer si se tienen en cuenta los vencimientos a los que se tiene que enfrentar en 2013, que, aunque menores que el año anterior, no dejan de ser muy elevados.

Así, el Tesoro necesitará una financiación bruta de entre 215.000 y 230.000 millones de euros, lo que supone una caída de hasta el 13,9% menos con respecto a 2012. Según ha informado la institución dependiente del Ministerio de Economía, la cifra de emisión neta para el año que viene se se corresponde con una previsión de déficit de caja del Estado de 38.063 millones de euros, más la variación de activos financieros prevista para ese ejercicio (32.958 millones). Esta última cifra incluye la aportación española al capital del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) por 3.809 millones de euros, más las necesidades de financiación del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) por 23.000 millones de euros.