Lo que le faltaba a Zapatero: Grecia y la revuelta hunden el bono español

Al Gobierno de Zapatero cada vez le estallan más incendios. A dos días de una posible debacle electoral y con la revuelta de los indignados en su punto álgido, este viernes los activos españoles volvían a hundirse en los mercados por culpa de toda esta inestabilidad y de la nueva rebaja del rating de Grecia por parte de Fitch, que descuenta ya un impago.

La rentabilidad del bono español roza ya el 5,50%, lo que le sitúa de nuevo en zona de máximos desde el estallido de la crisis de la deuda de los países periféricos. El riesgo de España, medido por el diferencial con el bono alemán, se dispara a 2,42 puntos porcentuales, casi un 7% respecto al jueves, y el nivel más alto desde el 10 de enero.

La bolsa acusa la nueva oleada de desconfianza con una caída del 1,45% en el tramo final de la sesión, aunque el Ibex ha conseguido salvar los 10.200 puntos in extremis.

El detonante de esta nueva sacudida de los mercados ha sido la rebaja de la calificación de Grecia por parte de Fitch en tres escalones de golpe. De esta forma, descuenta claramente una reestructuración de la deuda del país que, aunque finalmente se quede en un aplazamiento, la agencia equipararía a un default.

Los indignados avivan la desconfianza

Pero no se trata sólo de la situación de Grecia, ya que la percepción de España se había deteriorado claramente en los últimos días como consecuencia de los movimientos sociales que vive nuestro país, con epicentro en la Puerta del Sol de Madrid.

Y es que los medios internacionales están dando mucha importancia a este movimiento, e incluso lo equiparan con las revueltas en el mundo árabe pese a las obvias diferencias. "En todo caso, el mensaje que se lanza a los inversores es de crisis institucional e inestabilidad política, y el dinero es miedoso por naturaleza, así que huye", opina un analista.

Temores nuevos sobre temores viejos

Todo esto se superpone a las dudas sobre la capacidad del Ejecutivo de Zapatero de llevar a cabo las reformas prometidas y, sobre todo, de cumplir con la reducción del déficit público hasta el 6% del PIB. En los últimos días, han crecido los temores a que el presumible vuelco electoral en numerosas comunidades autónomas y ayuntamientos aflore un déficit mucho mayor que el reconocido hasta ahora, de los que se han hecho eco los medios internacionales.

"España está de nuevo al borde del abismo", señalan desde la tesorería de un banco. "Los mercados vuelven a desconfiar de nosotros y, si no se encuentra rápidamente una solución satisfactoria para Grecia, podría arrastrarnos. Estamos de nuevo en un momento crítico".