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Hoteles emiten más CO2 que apartamentos, y parques temáticos más que rafting
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Hoteles emiten más CO2 que apartamentos, y parques temáticos más que rafting

Cartagena (Colombia), 26 nov (EFECOM).- Los hoteles producen más emisiones de dióxido de carbono (CO2) que los apartamentos, las pensiones o los cámping, porque consumen más

Cartagena (Colombia), 26 nov (EFECOM).- Los hoteles producen más emisiones de dióxido de carbono (CO2) que los apartamentos, las pensiones o los cámping, porque consumen más energía para hacer funcionar otras instalaciones como restaurantes o piscinas, según un estudio de la Organización Mundial del Turismo (OMT).

El informe, que ha sido avanzado en la XVII Asamblea General de la organización, que se celebra hasta el próximo día 29 de noviembre en la ciudad colombiana de Cartagena, indica que el alojamiento es responsable de un 21% del total de las emisiones del sector turístico.

En cuanto a las actividades turísticas, su contribución representa apenas un 4% del total del sector y sus emisiones están directamente relacionadas con la cantidad de energía de combustibles fósiles que consumen, por lo que los parques temáticos producen más emisiones que el rafting, o el esquí acuático, más que el senderismo.

El grueso de las emisiones del turismo, un 75% del total, corresponde al transporte, ya que el aéreo representa cerca del 40% del CO2 emitido por el sector, mientras que el transporte por carretera contribuye en un 32%.

No obstante, las emisiones procedentes del turismo internacional llegan apenas a un 5% del total mundial, cifra que se sitúa por detrás de la agricultura, con un 15%, y en el mismo nivel que la industria química.

Aunque el transporte aéreo es responsable de entre un 2% y un 3% de las emisiones mundiales, el transporte en su conjunto produce hasta un 14% del total, cifra que incluye muchos viajes sin relación con el turismo.

A pesar de ser una actividad relativamente limpia, los desplazamientos turísticos internacionales se duplicarán en los próximos quince años, hasta 1.600 millones de viajeros en 2020, lo que provocará un crecimiento de las emisiones del sector estimado en un 152% hasta 2035, si no se toman medidas para reducirlas.

Los efectos del cambio climático son muy negativos al turismo, aunque pueden tener, "de forma bastante irónica", algunos efectos beneficiosos, al ampliar la temporada de verano en países septentrionales como Reino Unido, Canadá o Rusia, e incluso abrir nuevos destinos turísticos en regiones polares, inaccesibles hasta ahora.

Entre las repercusiones inmediatas del calentamiento global figura la subida de las temperaturas máximas y el aumento de los días de calor en todo el mundo, fenómeno por el que se ven afectados ya los dos tipos de vacaciones más populares: el turismo de playa y el de deportes de invierno.

Las playas han sufrido la erosión de tormentas intensas, así como la proliferación de algas y la infestación de medusas por la subida de la temperatura del mar, mientras que las estaciones de esquí han tenido que hacer frente a la falta de nieve y a una temporada más corta.

Por destinos, se podrán ver especialmente afectadas las pequeñas islas y las zonas costeras, lo que daría lugar a que ciertos lugares como el archipiélago de las Maldivas, el centro histórico de Venencia o la parte baja de Manhattan desaparecieran del mapa, junto con la mayoría de las playas que existen en la actualidad.

Incluso los glaciares del Tibet en las cumbres del Himalaya podrían correr la misma suerte en 2100.

En Europa, donde existen más de 600 estaciones de esquí que generan más de 50.000 millones de euros al año, Austria, cuyo turismo de montaña representa el 4,5% del PIB, sufre una disminución de las precipitaciones de nieve, por lo que recurre cada vez más a los cañones de nieve artificial que son perjudiciales para el medio ambiente.

Según los científicos, con una subida de temperaturas de 2 grados, el norte de los Alpes afrontaría una pérdida de 40 días de nieve de los cinco meses actuales.

En Tanzania, las nieves del Kilimanjaro habrán desaparecido por completo para el año 2020.

Con la desertificación, especialmente en África subsahariana, retrocede el hábitat de fauna y la flora silvestre, lo que confirma la disminución del número de leones, elefantes y rinocerontes en el continente y hace más difícil el turismo de safari.

Al mismo tiempo, el manto forestal desaparece rápidamente en el África tropical, así como en América del Sur y en el Asia sudoriental.

Se calcula que el mundo ha perdido un 3% de su cubierta de selvas tropicales en los últimos tres años y que otros 13 millones de hectáreas, equivalentes al tamaño de Grecia, arden todos los años.

Si bien el cambio climático ya está en marcha y las emisiones de carbono que ya se encuentran en la atmósfera tardarían cien años en disiparse, no es demasiado tarde para actuar, pero los científicos apuntan a que una estabilización completa de la atmósfera requerirá una reducción del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el mundo. EFECOM kot/jma

Cartagena (Colombia), 26 nov (EFECOM).- Los hoteles producen más emisiones de dióxido de carbono (CO2) que los apartamentos, las pensiones o los cámping, porque consumen más energía para hacer funcionar otras instalaciones como restaurantes o piscinas, según un estudio de la Organización Mundial del Turismo (OMT).