UBS ve un periodo oscuro para la banca de inversión si siguen las turbulencias financieras

No es un buen momento para la banca de inversión. La inestabilidad financiera y la caída de decenas de fondos de inversión y otros vehículos institucionales les coloca en posición de debilidad respecto a la evolución de sus resultados. Ayer Goldman Sachs dijo que invertiría 3.000 millones para reflotar su gran fondo GEO. Hoy, el banco suizo UBS ha presentado resultados con una seria advertencia.

"La caída de los mercados de crédito y bolsa es un recordatorio temporal de la naturaleza del riesgo financiero y continúa en este tercer trimestre. Los mercados están actualmente muy volátiles y hacer previsiones es ahora más difícil de lo normal. Si las actuales condiciones de turbulencias permanecen a lo largo del trimestre veremos un resultado débil en la división de banca de inversión (...) Probablemente, el resultado de tercer trimestre será menor que en el segundo", señalan Marcel Ospel y Marcel Rohner, presidente y consejero delegado, respectivamente, en una carta a sus accionistas.

La entidad suiza dijo esto en su presentación de resultados correspondientes al segundo trimestre del año. UBS obtuvo un beneficio neto de 5.622 millones de francos suizos, más de lo previsto, frente a los 3.147 millones en el mismo periodo del año anterior, impulsado por las plusvalías netas de casi 2.000 millones conseguidas por la venta del 20% del bróker Julius Baer. Los títulos del banco, pese a las buenas cifras, caen más del 3,5% en Zurich por sus malas perspectivas.

La ola subprime golpeó su filial de hedge funds y su CEO

El pasado mes de mayo, en su anterior presentación de resultados, UBS anunció el cierre de su filial de hedge funds y podría estar planteándose cerrar también su divisón de banca privada en Europa. El banco se convirtió así en otra de las víctimas de la crisis del mercado subprime o de alto riesgo de impago en Estados Unidos, que le obligaron a cerrar su filial de hedge funds, Dillon Read Capital Management (DRCM). Apenas un mes después, UBS acordaba una renovación de su cúpula directiva, que supuso la salida del histórico Peter Wuffli y la entrada de Marcel Rohner como primer ejecutivo de la entidad.