Conti recurre a su buena relación con Miranda para engrasar el desembarco de Enel en Endesa

No hay ganas de hacer sangre. Todos los protagonistas que han intervenido en la puja por Endesa han dado por concluida la batalla. Ahora es el momento de reconstruir los puentes. Y los primeros interesados en esta tarea son lo italianos de Enel, que preparan ya su desembarco efectivo en la dirección de la eléctrica española de la manera más diplomática y cordial posible.

Al frente de este acercamiento se encuentra su consejero delegado, Fulvio Conti, responsable máximo de la operación que dio al traste, junto a la constructora española Acciona, con la candidatura de E.On. El ejecutivo italiano ha recurrido a su buena relación con su homólogo Rafael Miranda, consejero delegado de Endesa, para llevar a cabo los primeros contactos, de acuerdo con las partes.

Aunque Conti aterrizó en el sector energético en mayo de 2005, antes pasó por Telecom Italia y Montedison. La operación cruzada entre Endesa (Elettrogen) y Enel (Viesgo) en 2002 y la presidencia de Miranda en Eurelectric, la patronal europea del sector, habían brindado la oportunidad para que ambos consejeros delegados se conocieran con anterioridad a la operación de marras.

Antoñanzas, el elegido

En principio, como ya informó este diario (ver noticia), los italianos ya tienen decidido quién será su hombre fuerte en la nueva Endesa. Conti ha confiado el papel de primer ejecutivo al actual responsable de Viesgo, Miguel Antoñanzas, mientras que el cargo de presidente no ejecutivo recaerá en la figura de su socio español José Manuel Entrecanales, número uno de Acciona.

Precisamente, el constructor ha prosperado también en su acercamiento hacia Endesa. Según publicó la semana pasada el diario El Mundo, a comienzos del mes de abril José Manuel Entrecanales se acercó hasta la sede de la eléctrica para reunirse con Manuel Pizarro, en lo que fue el primero de una serie de encuentros que luego continuaron los equipos de confianza de ambos presidentes.

Con estos encuentros, tanto Enel como Acciona, que ya controlan el 46% de la eléctrica, pretenden limar cualquier tipo de animadversión hacia su candidatura después de los veinte meses de batalla librados. Su objetivo es que Pizarro, Miranda y el consejo no se opongan a la oferta (41,3 euros por acción) presentada para hacerse con Endesa, cuyo folleto deberá aprobarse en el transcurso de los próximos tres meses.