Groenink, el banquero más deseado del momento

Quien iba le a decir a este alemán de 58 años, cuando fue nombrado presidente de ABN Amro hace ya siete años, que a día de hoy iba a convertirse en la “guapa” de la fiesta con la que todos quieren bailar. Rijkman Groenink ha pasado en las últimas semanas a ser el centro de atención de la banca internacional.

Toda su carrera ha girado entorno a este banco holandés, al que se unió en 1974 con tan sólo 33 años, y que ahora se disputan las principales entidades de Europa. Responsable de la estrategia de negocio de ABN así como del grupo de auditoria, el departamento legal y el departamento de Recursos Humanos ha centrado los objetivos del banco en un consumidor medio así como en clientes comerciales para conseguir ventajas competitivas en el ámbito global.

Además, ha estructurado el banco trabajando directamente con los clientes y las unidades de producto de negocio para aumentar el acceso a su red y a sus capacidades de producto globales.

Abogado de profesión ha logrado que ABN se racionalice centrándose en sus actividades esenciales mientras apoya sus operaciones en adquisiciones de éxito como ha sido el caso de Banco Sudameris de Brasil, Delbrück & Co y BethmannMaffei en Alemania, el Michigan National o la compra de Banca Antonveneta.

Como ya hemos apuntado, Rijkman Groenink se unió a Amro en 1974 y tan sólo dos años después fue nombrado director de cuentas de ‘Product Management Retail’. Después de eso pasó por la dirección de los sindicatos, del departamento internacional, del departamento alemán especial de créditos, vicepresidente del ‘Corporate Business’ en Holanda hasta que en 1988 se unió a la Junta Ejecutiva para que en 2000, finalmente, alcanzara la presidencia de la entidad.