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Deloitte no recogió en la auditoría de El Corte Inglés el contencioso con los hermanos Areces
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Deloitte no recogió en la auditoría de El Corte Inglés el contencioso con los hermanos Areces

Ser accionista de El Corte Inglés puede ser un privilegio. Para César Areces Fuentes, sin embargo, se ha convertido en una lucha millonaria por conseguir vender

Foto: Deloitte no recogió en la auditoría de El Corte Inglés el contencioso con los hermanos Areces
Deloitte no recogió en la auditoría de El Corte Inglés el contencioso con los hermanos Areces

Ser accionista de El Corte Inglés puede ser un privilegio. Para César Areces Fuentes, sin embargo, se ha convertido en una lucha millonaria por conseguir vender su 0,7% al precio que considera real (98 millones), muy alejado del precio teórico contable que propone la firma presidida por Isidoro Álvarez (35 millones). Un tira y afloja de dos años que ha desembocado en juicio y que ya está visto para sentencia.

En la vista de ayer martes, en la que comparecieron los auditores de El Corte Inglés y una terna de peritos, volvió a evidenciarse la existencia de diferentes criterios de valoración aportados por las partes. No contribuyó a salir de dudas la asistencia de dos auditores de Deloitte & Touch, encargados de fiscalizar los números de la compañía durante los últimos años. Es más, pudo quedar demostrado la connivencia de la firma con su cliente.

Precisamente, durante el interrogatorio a uno de los auditores (José Antonio Rodríguez), la abogada del demandante evidenció la elaboración de documentación por parte de Deloitte con posterioridad a la fecha con que se ha presentado en el juicio. Como se expuso en el turno de conclusiones, la auditora habría elaborado argumentos ad hoc para dar cobertura a la actuación de El Corte Inglés tras sus desavenencias de criterio con Cesar Areces.

Según las fuentes consultadas, Deloitte no recogió en las cuentas auditadas de El Corte Inglés de los ejercicios 2005/06 ninguna contingencia, salvedad o apunte referido al contencioso iniciado por los hermanos Areces Fuentes en 2005 tras no alcanzar un acuerdo satisfactorio con Isidoro Álvarez. Ni siquiera tampoco la solicitud de suspensión de las Junta General, aunque este hecho sí consta en el acta notarial correspondiente a la Junta.

En sus testimonios de ayer, ambos ejecutivos se reconocieron incapacitados, por incompatibilidades legales, para efectuar una valoración del precio real de las acciones. Cosa distinta sería haberlo hecho del valor teórico contable, deducible de una simple división del patrimonio de El Corte Inglés por el número de acciones que conforman el capital social.

Auditor del Registro Mercantil

Precisamente, este guarismo (revisado anualmente) es el empleado por la compañía, único comprador posible, para fijar el precio de recompra a los vendedores y el de venta (con una prima de descuento del 20%) a los directivos compradores (algunos a su vez accionistas).

Por la complejidad del caso, todo hace pensar que la juez Míriam Iglesias fallará a favor de la elección de un auditor por parte del Registro Mercantil para que realice una valoración razonable del valor real de las acciones de El Corte Inglés, si como parece haberse desprendido en las vistas de estos dos días existe una diferencia cuantiosa entre la valoración presentada por la compañía (valor teórico contable) y por el demandante (valor de mercado). En un máximo de tres meses habrá noticias.

Ser accionista de El Corte Inglés puede ser un privilegio. Para César Areces Fuentes, sin embargo, se ha convertido en una lucha millonaria por conseguir vender su 0,7% al precio que considera real (98 millones), muy alejado del precio teórico contable que propone la firma presidida por Isidoro Álvarez (35 millones). Un tira y afloja de dos años que ha desembocado en juicio y que ya está visto para sentencia.

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