Viaje de ida y vuelta: García-Trevijano abre despacho tras abandonar Baker & McKenzie

Mientras unos aspiran a llegar a un despacho internacional, otros prefieren recorrer el camino contrario. Es el caso de José Antonio García-Trevijano, profesor de Derecho Administrativo y letrado del Consejo de Estado, que el pasado mes de abril optó por desvincularse del gigante estadounidense Baker & McKenzie, donde era socio internacional, para montar su propio despacho.

Curiosamente, García-Trevijano Abogados vuelve a la palestra después de haberse integrado bajo la estructura de Baker & McKenzie en junio de 2002. Entonces, el despacho familiar dirigido por José Antonio, acompañado por su hermano Ernesto, también letrado del Consejo de Estado, pasaron a ocuparse de las áreas de Energía, Infraestructuras, Sanidad y Consumo de la firma norteamericana.

El maridaje ha durado poco. Cuatro años después, García-Trevijano ha decido volar por cuenta propia, aunque en esta ocasión su hermano Ernesto ha optado por continuar como socio de Baker & McKenzie. “De momento, el despacho está en pleno operación de montaje”, afirma uno de los integrantes del nuevo bufete. “Ofreceremos un servicio de integral, aunque especializados en Derecho Público”.

En la actualidad, García-Trevijano Abogados cuenta ya con ocho integrantes, cuatro de ellos socios, el propio José Antonio, Pedro Calleja, también ex Baker & McKenzie, y otros dos profesores de Derecho Administrativo de la Universidad de Granada. A este equipo está previsto que se sumen nuevos abogados, dado que el bufete se encuentra en “pleno proceso de selección”.

Una ‘boutique’ de derecho

Aunque la relación con el equipo de Baker & McKenzie ha sido buena, como insisten en remarcar desde el nuevo despacho, “la fusión con una firma internacional te abre los ojos ante cómo funciona una compañía de esas dimensiones”. Fruto de esa breve experiencia, García-Trevijano pretende volver a abrirse camino ahora como una boutique de derecho, donde prima otro tipo de servicio.

La vuelta a la arena de la abogacía como despacho independiente no ha pasado desapercibida para sus competidores. “Curiosamente, ya hemos recibido algunas ofertas de colaboración, pero no está previsto volver a fusionarnos con ningún despacho”, asegura uno de los socios. Después de contar con más de 45 años de historia, García-Trevijano vuelve a poner en marcha el bufete abierto por su padre.