El Libro Blanco de Pérez Arriaga, nueva arma arrojadiza en la OPA de Gas Natural sobre Endesa

Unos meses antes de que Gas Natural lanzara su oferta hostil por Endesa, el profesor Ignacio Pérez Arriaga presentaba el renombrado Libro Blanco de la Energía, un trabajo para establecer las bases sobre la futura reordenación del sector eléctrico encargado por el ministerio de Industria. Era julio, y las conclusiones del estudio no agradaron especialmente a ninguno de los actores del mundo del kilovatio.

A la vuelta del verano, y con el mercado eléctrico abierto en canal con motivo de la oferta de Gas Natural, el alineamiento de Iberdrola y la reacción de Endesa, con Fenosa e Hidrocantábrico expectantes, las valoraciones sobre las conclusiones del estudio han variado sustancialmente, incluso en los predios del propio Ministerio de Industria, como reconocen desde las partes en liza.

“En realidad, desde el ministerio se empezó a restar importancia al Libro Blanco antes de que saliera a la luz”, afirman desde una eléctrica. El eje de las conclusiones, que algunos expertos tachan de poco concretas o indefinidas, abunda sobre la actual situación de concentración, “que no permite que el mercado funcione eficientemente y sobre el que hay que aplicar medidas mitigadoras”, según explicó la semana pasada el propio profesor a este diario.

De acuerdo con las conclusiones del estudio, la compra de Endesa por parte de Gas Natural podría entenderse como un paso más en el proceso de concentración del mercado, ya que “desaparece un agente y se traspasan parte de sus activos a un competidor”. O no, ya que “una variable de este tipo está prevista” y obligaría al regulador a “nuevas o mayores medidas mitigadoras” para reducir la concentración y fomentar la competencia, puntualiza Pérez Arriaga.

Dudas sobre el modelo

Ante la aparente incomodidad que ha suscitado ahora el Libro Blanco, distintos expertos consultados señalan que el problema real en torno al trabajo del profesor consiste en que “primero se ha creado un libro y luego se ha configurado una realidad diferente”, apunta un experto eléctrico. “Hay una duda manifiesta: se juega a un sector con ‘campeones nacionales’ o a un modelo disperso y de competencia entre menores”.

El aparente interés por cuestionar la neutralidad del estudio del profesor del ICAI ha hecho que distintos protagonistas de la operación en liza hayan puesto la lupa sobre los trabajos profesionales que Pérez Arriaga ha realizado a lo largo de los últimos años. “Efectivamente, he trabajado para Endesa, Iberdrola, Fenosa, Viesgo... compañías extranjeras”, puntualiza. “Es ridículo pensar que uno puede llegar a ser experto y que a su vez no tenga vínculos con los agentes del sector”.

Con las conclusiones del estudio listas para empezar a ser valoradas en las próximas fechas por la CNE, con las que su presidenta, Maite Costa, no se siente muy cómoda, según fuentes de la misma casa, por entender que era un trabajo que le correspondía a este organismo, el consenso de los expertos abunda en señalar que la resolución de la OPA determinará el grado de aceptación del propio trabajo.

Pendientes de la inminente decisión de Bruselas, desde alguna de las eléctricas se entiende que el Libro Blanco no ha sido más que una manera de ganar tiempo por parte del ministerio de Industria: “Ya tenían una opinión formada sobre la OPA”. Sobre este punto, Pérez Arriaga asegura no sentirse utilizado y reconoce que “esperaba que hubiera reacciones contrarias, pero una vez elegido yo he ido por libre. El sector está atascado y poner en marcha el Libro Blanco ha dado tiempo para saber que vas a hacer”.