Las cajas pequeñas añaden madera a la locomotora de la vivienda con una macro emisión de cédulas hipotecarias

Las pequeñas y medianas cajas de ahorro han vuelto a lanzar un mensaje claro al mercado de que la demanda hipotecaria no decrece. Ayer, presentaron una macro emisión de cédulas hipotecarias por un importe de 5.000 millones de euros, la mayor operación de este tipo acometida en España y una de las mayores de Europa. Una nueva muestra del músculo del mercado hipotecario que, en este caso, no está monopolizado únicamente por las mayores entidades financieras.

La emisión, articulada a través de la gestora de fondos de titulización Ahorro y Titulización (AyT), perteneciente al grupo Ahorro Corporación y a la CECA, tiene el nombre AyT Cédulas Cajas IX y en ella han participado 26 cajas de ahorro españolas. Las que tienen una cartera hipotecaria mayor son la levantina Caja del Mediterráneo (CAM), e Ibercaja, mientras que las que más importe han financiado a través de esta colocación han sido la CAM, con 500 millones de euros, la andaluza El Monte, con 450 millones e Ibercaja, con 400. Las que menos, Caja Segovia, con 35, Caixa Ontinyent, con 25 y Caja Guadalajara, con 10.

AyT tiene una cuota del mercado de cédulas del 26%, superior a la de BBVA o SCH, los siguientes en discordia. El año pasado se emitieron estos activos por un importe de 36.000 millones de euros, una cifra que sólo superó Alemania, con 43.000 millones.

Las cédulas hipotecarias son activos que emiten las compañías que conceden préstamos para la vivienda, cuyo colateral es la propia hipoteca. Es decir, en caso de impago del emisor (la caja) por aumento de la morosidad, el acreedor tiene derecho a ejecutar el inmueble sobre el que está emitida la cédula. Hay que recordar que los expertos han afirmado en reiteradas ocasiones que sin otras vías de financiación como las cédulas o la titulización hipotecaria, las entidades financieras españolas no habrían podido dar respuesta a la demanda de hipotecas, que sigue en zona de récord.

Estos activos son comprados por inversores institucionales a partir de un importe mínimo de 100.000 euros. El rendimiento que ofrecen es un pequeño diferencial sobre el Euribor. Este tipo de instrumento financiero ya aporta algo más del 5% a la estructura de pasivo de las cajas, pese a que comenzaron a ser emitidos en 2001.

En AyT comentan que los inversores institucionales extranjeros son los grandes compradores de estos activos, que les permite “comprar cajas españolas” en los mercados financieros. Mientras, las pequeñas cajas logran financiarse en la industria de capitales internacional sin problemas, al agruparse todas en un mismo fondo.

En Ahorro Corporación no creen que haya riesgo de pinchazo en el mercado inmobiliario. Los expertos de la firma justifican esta posibilidad con el boom demográfico y la demanda de viviendas por parte de compradores extranjeros. Asimismo, recuerdan que en 1992, con un paro superior del 20% y unos tipos hipotecarios del 15%, los precios cayeron sólo un 5%, pese a la fuerte crisis que sacudió la economía española.

Así, prevén un ligero estancamiento del crecimiento de la demanda hipotecaria, que de todas formas, permitirá alcanzar o incluso superar la cifra de emisión de cédulas del año pasado, que ascendió en la entidad a 9.100 millones de euros, lo que les colocaba como segundo emisor europeo por importe total. Antes del verano prevén haber lanzado una nueva colocación, aunque no con un importe como el de esta novena emisión. Si fuera así, sería una nueva muestra de que el mercado de la vivienda sigue imparable.