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Crece la conciencia social hacia la naturaleza, pero va por barrios (ideológicos)
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Conservación de la biodiversidad

Crece la conciencia social hacia la naturaleza, pero va por barrios (ideológicos)

Un estudio de la Fundación BBVA confirma que los españoles mostramos cada vez más respeto hacia la naturaleza y los animales, aunque el sesgo ideológico sigue marcando diferencias

Foto: El amor a la naturaleza y los animales crece en España. (EFE/Luis Gandarillas)
El amor a la naturaleza y los animales crece en España. (EFE/Luis Gandarillas)

Seguramente serán muchos los lectores que recordarán la triste y lamentable estampa del fotógrafo paseando por la playa con un pobre chimpancé en los brazos, bajo el sol de agosto, ofreciendo a los turistas hacerse una foto ‘con el monito’. O más aún, la época no tan lejana (años sesenta) en la que, con la Ley de Alimañas en vigor, cualquiera que bajase del monte con una rapaz, un cuervo o una gineta era recompensado por los representantes de las Juntas Provinciales de Extinción de Animales Dañinos y Protección de la Caza. Y no digamos ya si se trataba de un oso, un lobo o un lince: en tal caso los vecinos lo recibían con vítores y ofrendas.

Poco más de medio siglo después, tras los grandes avances legislativos en materia de conservación del medio ambiente y la enorme labor de concienciación llevada a cabo por las oenegés ecologistas y los medios de comunicación, un estudio de la Fundación BBVA presentado hoy viene a confirmar lo que todos sabíamos: que la actitud de la sociedad española hacia la naturaleza y los animales ha dado un giro copernicano hacia mejor.

El estudio, que lleva por título ‘Percepciones de la naturaleza y los animales’, ha sido realizado en base a una encuesta telefónica a 2.033 personas mayores de edad de toda España llevada a cabo por el instituto de investigación social Imop Insights entre enero y febrero de 2025.

Foto: Aficionados a las aves en Monfragüe, Extremadura. (EFE/Eduardo Palomo)

El computo global confirma ese avance de la sensibilidad ciudadana hacia el cuidado del planeta y el bienestar animal, pero también señala marcadas diferencias en las percepciones, valores y actitudes dependiendo de factores sociodemográficos y culturales como la edad, el sexo, el nivel de estudios, la religiosidad, el autoposicionamiento ideológico o la simpatía por un partido u otros. Se trata de algo que todos suponíamos, pero que ahora queda refrendado por el dato estadístico. De ahí el valor de este estudio.

La naturaleza debe cuidarse

La consulta se basa en el grado de acuerdo o desacuerdo con las frases propuestas en una escala de 0 a 10 en la que 0 significa “completamente en desacuerdo” y 10 “completamente de acuerdo”. En base a ello los españoles coincidimos por amplia mayoría (9,6) en que “el planeta Tierra es una joya que debemos preservar” y en que "la naturaleza es una fuente de salud, paz y tranquilidad” (9,0) cuyo equilibrio “es muy delicado y fácilmente alterable por la actividad humana” (8,5).

placeholder Grupo de excursionistas en la montaña. (Jose Luis Gallego)
Grupo de excursionistas en la montaña. (Jose Luis Gallego)

El trabajo demuestra que los valores medioambientalistas han calado en la mayoría de la población, desplazando la vieja visión materialista o instrumental que había caracterizado nuestra relación con la naturaleza y los animales hasta hace unas décadas. Así, la idea de que “el crecimiento económico es más importante que la protección de la naturaleza” es ampliamente rechazada (3,6 sobre 10), mientras que predomina la visión de que “se puede crecer económicamente y a la vez proteger la naturaleza” (8,3). Aunque existen algunos matices.

Por ejemplo, la idea de que “la explotación de la naturaleza es inevitable si la humanidad quiere seguir progresando” divide a los consultados en dos mitades exactas (5,0). Una situación que vuelve a repetirse al preguntarles si están de acuerdo en que “las plantas existen para ser usadas por los seres humanos” (4,8).

Respeto a los animales

En cambio, la balanza se inclina de manera más evidente al requerir su opinión sobre si los seres humanos “tenemos derecho a dominar a los animales”, algo que solo aprueban 3 de cada 10. Respecto a este último punto, la mayoría de los consultados percibe un continuum entre el mundo animal y el humano: consideran que los animales sienten dolor físico (8,4 sobre 10), miedo (7,7) y placer (6,7) de manera parecida a los humanos, y que tienen memoria y recuerdos similares a los que guardamos nosotros (6,6).

placeholder El amor a los animales va a mas en nuestra sociedad. (EFE/Luis Gandarillas)
El amor a los animales va a mas en nuestra sociedad. (EFE/Luis Gandarillas)

En referencia al respeto a sus derechos, el estudio señala que los españoles aceptamos su uso en la investigación veterinaria (6,7 sobre 10). Sin embargo, nos mostramos más reticentes a la utilización de animales en pruebas de laboratorio para favorecer el avance de la medicina (5,8) o en otro tipo de experimentos científicos (5,6). Eso sí, donde coincidimos de manera mayoritaria en el rechazo es respecto al uso de animales de laboratorio para la formulación de productos cosméticos (1,3).

También aumenta la respuesta contraria al maltrato animal en las corridas de toros (solo 1,8 de cada 10), en el circo (1,4) o en los festejos populares (1,3). Respecto a la caza deportiva, tan solo declaran estar a favor 1,4 de cada 10 consultados. El rechazo al uso de animales para la confección de ropa y complementos de moda es asimismo muy elevado (solo 1,5), y casi unánime en cuanto a los abrigos de piel (0,9).

El sesgo político

El estudio baja al detalle a la hora de establecer las diferencias entre grupos sociales respecto a las cuestiones sometidas a consulta. Por ejemplo, respecto a este último apartado, el rechazo hacia el uso de animales con fines vinculados al entretenimiento es transversal en todos los consultados, si bien el estudio subraya que “ese rechazo es extremo entre quienes se ubican en la izquierda y el centro y se declaran simpatizantes de Sumar y el PSOE” mientras que “aun persistiendo el rechazo, se vuelve menos acusado entre quienes se ubican en la derecha y dicen simpatizar con Vox y el PP”.

Foto: Hay que educar a los niños en el amor a la naturaleza (Unsplash @jule42)

En resumen este nuevo estudio sociológico de la Fundación BBVA confirma que, hoy en día, en la sociedad española predomina claramente la visión no materialista de la naturaleza (43%) y la intermedia (46%), mientras que la visión materialista se hace cada vez más minoritaria (11%). Una polarización que responde a la misma pauta.

Así, la visión no materialista de la naturaleza “es mayoritaria entre las mujeres y los jóvenes, entre quienes tienen estudios avanzados y declaran un bajo nivel de religiosidad y entre quienes se identifican con la izquierda, especialmente entre los simpatizantes de Sumar”. Por el contrario, y aún siendo minoritaria en todos los casos, la visión materialista “supera el 20% de los consultados entre aquellos de edad más avanzada, los que muestran un mayor nivel de religiosidad y quienes declaran ser de derechas y simpatizantes del PP y Vox”. Las conclusiones están servidas: aquí solo los datos.

Seguramente serán muchos los lectores que recordarán la triste y lamentable estampa del fotógrafo paseando por la playa con un pobre chimpancé en los brazos, bajo el sol de agosto, ofreciendo a los turistas hacerse una foto ‘con el monito’. O más aún, la época no tan lejana (años sesenta) en la que, con la Ley de Alimañas en vigor, cualquiera que bajase del monte con una rapaz, un cuervo o una gineta era recompensado por los representantes de las Juntas Provinciales de Extinción de Animales Dañinos y Protección de la Caza. Y no digamos ya si se trataba de un oso, un lobo o un lince: en tal caso los vecinos lo recibían con vítores y ofrendas.

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