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La conducción ecológica se hace ahora más oportuna que nunca

Mas allá del tipo de motorización del vehículo, practicar una conducción eficiente puede contribuir a reducir notablemente su consumo, las emisiones de CO2 y el gasto en carburante

Foto: Coches circulando por Madrid (Alejandro Martínez Vélez)
Coches circulando por Madrid (Alejandro Martínez Vélez)

Los expertos en eficiencia energética han demostrado con sus informes la relevancia del estilo de conducción a la hora de calcular los niveles de consumo de carburante y emisiones de gases del automóvil. Algo sumamente importante si tenemos en cuenta que el 40 % de las emisiones de gases con efecto invernadero, responsables del calentamiento global, y del deterioro de nuestra salud en las ciudades están asociadas al tránsito de vehículos.

Atendiendo a dichos informes sabemos que, más allá de la motorización que impulsa al vehículo, si es eléctrica o de carburación, además de las tecnologías de ahorro que incorporan los nuevos modelos y del desarrollo de carburantes alternativos, existe una manera de conducir, una serie de buenos hábitos al volante que pueden favorecer una movilidad más sostenible, segura y... económica, algo especialmente relevante ante el disparatado precio que están alcanzando la gasolina y el gasóleo. Aunque para muchos serán ya conocidos, conviene recordar algunas de esas buenas pautas de conducción.

Foto: En cuestión de semanas, repostar gas natural vehicular se ha encarecido notablemente.

El primero hace referencia a la elección del modelo de automóvil. Si estamos estudiando la posibilidad de adquirir un coche se hace especialmente oportuno atender la opción del motor eléctrico. Cada día son más las marcas que ofrecen modelos 100% eléctricos y cada vez con mayor autonomía, lo que está permitiendo que los conductores podamos elegir entre una gama cada vez más amplia de alternativas, desde camiones a furgonetas, de coches a motocicletas, que constituyen sin lugar a dudas la opción más limpia y ecológica, pero cuidado: también puede convertirse en una de las mejores inversiones que podemos llevar a cabo en el corto y medio plazo.

Pero como indicaba, más allá de si el coche es eléctrico, de gasolina o de gasoil existen un sinfín de manuales de conducción ecológica, la denominada 'eco-driving', que promueven una conducción más respetuosa con el medio ambiente pero que a su vez proponen avanzar hacia una conducción más sostenible en términos económicos y por supuesto segura.

placeholder La conducción responsable reduce el gasto del coche (EFE Paula Escalada)
La conducción responsable reduce el gasto del coche (EFE Paula Escalada)

Está demostrado que dos conductores que realicen el mismo trayecto y lleguen al mismo tiempo, con el mismo vehículo e igual carga, pueden mostrar una diferencia de consumo de hasta el 30% del carburante en función de cómo hayan conducido. Lo que propone el ecodriving es alcanzar esos niveles de ahorro, en emisiones y gasto de combustible, aumentando a su vez la seguridad vial.

Practicar una conducción responsable contribuye a reducir el gasto del vehículo y alargar la vida del motor. No es recomendable dar acelerones al arrancar, estirar la primera marcha más allá de los primeros metros, ni someter al motor a altas revoluciones en frío. Todo ello genera derroche de energía, un incremento en las emisiones contaminantes y perjudiciales para la salud.

Foto: Aviso de medidas de protección en el tren. (EFE/Rafa Alcaide)

Por el contrario la forma más eficiente de conducir consiste en estirar las marchas y mantener el rendimiento del motor a bajas revoluciones, de ese modo el vehículo aprovecha su propia inercia para avanzar con un menor coste energético. Según los expertos en conducción eficiente, por norma general en los motores de gasolina es aconsejable cambiar de marcha cuando se han alcanzado las 2.000 o 2.500 rpm, mientras que en los diesel lo ideal es hacerlo entre las 1.500 y 2.000 rpm.

Los expertos en motor nos recuerdan que los acelerones y frenazos bruscos pueden incrementar el consumo de combustible en un 40%, además de acortar la vida del sistema de frenado. Otro aspecto importante es la presión de las ruedas, ya que determina en buena medida la demanda energética del vehículo para desplazarse. Si circulamos con los niveles adecuados reduciremos la resistencia al rodamiento del neumático logrando una reducción en el consumo de carburante de hasta el 20 %.

placeholder Los precios de la gasolina no dejan de aumentar (EFE Lavandeira jr)
Los precios de la gasolina no dejan de aumentar (EFE Lavandeira jr)

Respecto a la velocidad, parece obvio pero conviene insitir en que a más velocidad más consumo. Tan solo con bajar de los 120 a los 100 km/h propiciamos un ahorro del 25 % en el consumo de la gasolina, logrando a su vez optimizar el funcionamiento del motor. Y es que los esfuerzos mecánicos del automóvil para alcanzar una velocidad superior a los 100 km./h superan el márgen de eficacia y aceleran el desgaste de las piezas. Por otra parte, aunque la mayoría de los nuevos modelos incorporan de serie mecanismos de apagado en las paradas, no esta de más insistir en que en situaciones de atasco circulatorio es recomendable detener el motor.

Respecto a la costumbre de 'tunear' el coche para diferenciarse del resto, hay que tener en cuenta que el diseño de los automóviles no responde tan solo a cuestiones relacionadas con la estética, sino que obedece mucho antes a razones de funcionalidad, seguridad y aerodinámica. Si alteramos su diseño original, incluso si conducimos siempre con kits de transporte en el techo, reducimos los márgenes de eficiencia multiplicando las emisiones y el gasto en combustible.

Foto: Una conducción eficiente puede rebajar el consumo, de media, un 20%. (Citroën)

Por otra parte, y más allá de los consejos de conducción, éste es el momento oportuno para prospectar las posibilidades de movilidad compartida. El establecimiento de carriles VAO (Vehículos de Alta Ocupación), que facilitan el acceso al centro de las ciudades, está propiciando el interés de los conductores por compartir sus desplazamientos en automóvil con familiares, vecinos y compañeros de trabajo con los que comparten trayecto.

Y por supuesto el uso del transporte público, y muy especialmente el del ferrocarril, contribuye a reducir las emisiones de gases con efecto invernadero y el gasto destinado a los desplazamientos. Actualmente existen muchas estaciones de tren y autobús que disponen de grandes aparcamientos de coches en su entorno para favorecer la movilidad mixta.

Existen muchas más alternativas para recortar el gasto y reducir el impacto ecológico asociado a nuestra movilidad, especialmente ahora que los desplazamientos individuales en coche se han convertido en la peor opción ecológica y económica. Tan solo se trata de analizar las diferentes alternativas y optar por aquella o aquellas que nos permitan seguir desplazándonos como hasta ahora, acaso de una manera más incómoda para muchos, pero sin duda mucho más responsable hacia todos.

Los expertos en eficiencia energética han demostrado con sus informes la relevancia del estilo de conducción a la hora de calcular los niveles de consumo de carburante y emisiones de gases del automóvil. Algo sumamente importante si tenemos en cuenta que el 40 % de las emisiones de gases con efecto invernadero, responsables del calentamiento global, y del deterioro de nuestra salud en las ciudades están asociadas al tránsito de vehículos.

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