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33 millones de jeringuillas y subiendo: ¿dónde acaban los residuos de la vacunación?
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Un reto logístico sin precedentes

33 millones de jeringuillas y subiendo: ¿dónde acaban los residuos de la vacunación?

Viales, ampollas, jeringuillas y agujas se consideran materiales biosanitarios. Como tales, deben desecharse con precaución y esterilizarse antes de acabar en el vertedero

Foto: Una enfermera suministra una dosis de la vacuna contra el coronavirus. (EFE)
Una enfermera suministra una dosis de la vacuna contra el coronavirus. (EFE)

España ha administrado ya más de 33 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus. Este esfuerzo colectivo ha logrado que uno de cada cuatro españoles tenga protección completa contra las formas graves de covid-19 y, a la vez, ha planteado un reto logístico sin precedentes, que empieza por el almacenamiento en ultracongeladores y acaba con la eliminación segura de los residuos generados en el proceso. ¿Dónde acaba el material utilizado para inmunizar a la población?

De acuerdo con la documentación técnica del Ministerio de Sanidad, el material empleado en la vacunación, incluyendo los viales usados, las ampollas, las jeringuillas y las agujas, deben desecharse en un contenedor para residuos biológicos resistente a materiales cortantes y punzantes. Con cada vial se pueden obtener varias dosis (diez en las de Moderna, seis en las de Pfizer, y cinco en la de Janssen), por lo que se eliminarán cuando se hayan agotado por completo o hayan pasado seis horas desde su dilución.

Aunque este instrumental se componga de materiales, a priori, reciclables, como plástico, vidrio o metal, debe someterse a un tratamiento especial. Las vacunas se consideran residuos biosanitarios, aquellos que pueden entrañar riesgos por haber estado en contacto con fluidos corporales y/o por contener elementos punzantes o cortantes. Al ser considerados residuos peligrosos, el personal sanitario debe depositarlos en contenedores homologados que cumplan con los siguientes requisitos:

  • Que sean opacos.
  • Que sean resistentes a la humedad.
  • Que no generen emisiones tóxicas por combustión.
  • Que no puedan perforarse.

Lo habitual es que los profesionales sanitarios depositen los restos de las vacunas en contenedores rígidos de color amarillo, en tanto que los rojos se suelen reservar para medicamentos citotóxicos y los bidones azules, para residuos químicos. Las empresas especializadas en gestionar los residuos peligrosos de cada comunidad se encargan de recogerlos. Completado este paso, los residuos biosanitarios se esterilizan, posteriormente se trituran y, finalmente, se eliminan mediante depósito en vertedero, según explica en su web el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Guantes y mascarillas, al contenedor gris

Más allá del ámbito sanitario, hay pacientes a quienes se les prescribe inyectarse algún medicamento en casa. Como regla general, deberán desechar estos fármacos en una bolsa separada de los demás residuos y depositarla en el contenedor gris, al que corresponden los desechos que no son plástico, papel, vidrio ni materia orgánica. "Si tienes jeringuillas en tu casa, no las puedes llevar al punto SIGRE", subrayan desde la entidad encargada de la gestión medioambiental de los envases y medicamentos domésticos. "Lo que sí puedes llevar al punto SIGRE son las plumas precargadas como las que utilizan los diabéticos para la insulina o las que contienen heparina. Son una especie de bolis cuya punta viene protegida. El resto de instrumentos punzantes van siempre al contenedor de restos", aclaran.

placeholder Guantes, mascarillas y objetos punzantes de casa van al contenedor gris. (Foto: iStock)
Guantes, mascarillas y objetos punzantes de casa van al contenedor gris. (Foto: iStock)

Respecto a las mascarillas y los guantes, habituales en todos los hogares desde hace un año y medio, se sigue la misma lógica que con los objetos punzantes sin protector. "Los guantes y las mascarillas de casa tampoco se deben llevar al punto SIGRE. Lo recomendable es tirarlos a una bolsa y llevarla al contenedor de restos no reciclables (gris)", comentan desde SIGRE. El gel hidroalcohólico, alternativa para garantizar la higiene de manos cuando no se dispone de jabón, debe ir al contenedor amarillo, pues por lo general el envase que lo contiene es de plástico.

España ha administrado ya más de 33 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus. Este esfuerzo colectivo ha logrado que uno de cada cuatro españoles tenga protección completa contra las formas graves de covid-19 y, a la vez, ha planteado un reto logístico sin precedentes, que empieza por el almacenamiento en ultracongeladores y acaba con la eliminación segura de los residuos generados en el proceso. ¿Dónde acaba el material utilizado para inmunizar a la población?

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