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La moda rápida esta llenando los contenedores de residuos textiles
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Más del 7% de nuestra basura es ropa

La moda rápida esta llenando los contenedores de residuos textiles

La denominada 'fast fashion' ha pasado a convertirse en una de las principales causas del aumento del volumen de residuos, la contaminación por plásticos o la crisis climática

Foto: Consumidora eligiendo una prenda de ropa (EFE)
Consumidora eligiendo una prenda de ropa (EFE)

Comprar ropa barata esta bien, pero solo para nuestro bolsillo. Si ampliamos la linea de interés un poco más allá caeremos en la cuenta de que a lo mejor nos esta saliendo más cara de lo que creemos. Porque el coste medioambiental (y social) de ese chollo que acabamos de adquirir, ya sea en la tienda o por internet, no esta reflejado en el precio.

Los datos estadísticos sobre el aumento de los residuos textiles en el hogar están experimentando un crecimiento sin precedentes. Esta fracción de nuestras basuras, que apenas aparecía significada en los informes de hace tan solo un par de décadas, ha pasado a representar actualmente entre el 6 % y el 8% de nuestros residuos domésticos, situándose al mismo nivel que los envases ligeros.

Las emisiones de gases con efecto invernadero asociadas a la industria textil superan ya a las del sector de la aviación

Según el estudio “Una nueva economía textil: rediseñar el futuro de la moda” de la Fundación Ellen MacArthur para la economía circular, actualmente el sector textil consume más de cien millones de toneladas anuales de petróleo para confeccionar las más de 65 millones de toneladas de ropa que se fabrican cada año. Cifra que, de seguir las actuales tendencias de consumo, podría llegar a superar los cien millones de toneladas de ropa en los próximos diez años.

placeholder Fabrica textil (EFE)
Fabrica textil (EFE)

En la mayoría de los casos se trata de una ropa con un ciclo de vida cada vez más corto. Prendas elaboradas con tejidos de baja calidad, mayoritariamente sintéticos, de plástico, con un coste de producción muy bajo (a costa de los derechos laborales de los trabajadores) que permite al fabricante vender a un precio muy accesible y al consumidor estar a la moda de forma económica. A eso las marcas lo denominan 'socializar la moda', pero sin asumir el alto coste ecológico.

Como resultado cada segundo va a parar a los vertederos de todo el mundo el equivalente a un camión de gran tonelaje lleno de ropa. Asimismo los residuos procedentes del lavado, uso y abandono de estas piezas de ropa, englobadas en el concepto fast fashion, están vertiendo cada año más de medio millón de toneladas de microplásticos: el equivalente a 60.000 millones de botellas de plástico.

Foto: Mercado ecológico. EFE Opinión

Respecto a su papel en la crisis climática que estamos atravesando, la huella de carbono (las emisiones de CO2 asociadas a su fabricación, distribución, consumo y gestión como residuo) estimada para el sector textil ronda ya el 10% de las emisiones globales de gases con efecto invernadero. Un porcentaje que podría aumentar hasta representar más de una cuarta parte antes de 2030.

Por todo ello hay que apelar al consumo responsable de ropa y promover tendencias que están experimentando un gran crecimiento en otros países del mundo, como la ropa usada. Una forma de cambiar de prendas mucho más sostenible, económica y ecológicamente hablando, y que permite escapar a la uniformidad que dictan las tendencias de mercado impuestas por las marcas.

placeholder El sector textil es uno de los más contaminantes (EFE)
El sector textil es uno de los más contaminantes (EFE)

Según un estudio sobre la evolución del sector textil en los últimos años presentado por el Banco Mundial, las principales marcas de fast fashion (entre las que destacan varias firmas españolas) no esperan al cambio de estación para renovar sus escaparates sino que en la mayoría de los casos reponen sus tiendas con nuevos diseños cada semana.

Foto: Contaminación en la ciudad de Delhi (India). EFE

De esa manera, si en el año 2000 se fabricaban 40.000 millones de prendas al año, hoy en día se confecciona el doble. Pero a un coste y una calidad muy inferiores, lo que promueve el consumo compulsivo de ropa y acelera su desecho.

El consumidor medio está comprando hoy en día un 60% más de ropa (en volumen de prendas, no en coste) que hace tan solo un par de décadas, generando como residuo una cantidad equivalente. Una tendencia insostenible que está colapsando los contenedores de basura de moda rápida y está generando un grave problema medioambiental.

Comprar ropa barata esta bien, pero solo para nuestro bolsillo. Si ampliamos la linea de interés un poco más allá caeremos en la cuenta de que a lo mejor nos esta saliendo más cara de lo que creemos. Porque el coste medioambiental (y social) de ese chollo que acabamos de adquirir, ya sea en la tienda o por internet, no esta reflejado en el precio.

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