Todo en marcha para que vuelvan las matanzas de lobos en el norte de España
El Gobierno de Cantabria aprueba matar 41 lobos en su territorio, mientras que el Principado de Asturias anuncia que sacrificará otros 53 ejemplares. Ambas medidas comenzarán "con carácter inmediato"
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El pasado dos de abril aparecía publicada en el BOE la Ley 1/2025 de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, cuyo fin específico es “disminuir las pérdidas y el desperdicio de alimentos a lo largo de la cadena agroalimentaria, mediante una gestión más eficiente de los recursos, promoviendo así la economía circular”. En el texto legal aparece una disposición adicional, la octava, que hace referencia al “control de las especies naturales depredadoras en eficiencia del sistema productivo”.
En ella se establece la posibilidad de proceder a “las medidas de extracción y captura de ejemplares de lobos y, con carácter general de cualquier especie depredadora que tenga un alto impacto en el sistema productivo”, aunque dichas medidas “se ajustarán a las exigencias previstas para la garantía de la conservación de especies autóctonas silvestres. En particular, para aquellas que estén incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE)”.
Todas las poblaciones de lobo ibérico que viven en España estaban amparadas por el LESPRE desde la aprobación de la Orden TED/980/2021, por la que se modificaba el anexo del Real Decreto 139/2011 en el que aparece el cánido para extender su protección a “todas las poblaciones” del territorio nacional. Sin embargo, en su disposición final decimoctava, la nueva normativa incorpora una “modificación de las poblaciones referidas” por la que tan solo quedan incluidas en el LESPRE las manadas que viven al sur del Duero. En consecuencia, al norte de este río el lobo se puede volver a cazar.
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El mismo dos de abril a media tarde, es decir apenas unas horas después de que la ley entrara en vigor tras ser publicada en el BOE, el Gobierno de Cantabria publicaba una edición extraordinaria del BOC anunciando que “tras la salida del lobo del LESPRE, se retoma la aplicación de uno de los artículos incluidos en el plan de gestión de la especie en la comunidad, que permite extracciones de hasta el 20% de la población, y viendo los daños y toda la información disponible, los técnicos han establecido que el cupo total de extracciones de lobo será de 41 ejemplares para la campaña 2025/2026”.
Una semana después, este pasado martes ocho de abril, quien anunciaba el inicio de las ‘extracciones’ de lobo en su territorio era el Principado de Asturias. En este caso la autorización se ampliaba hasta los 53 ejemplares, que podrán ser abatidos hasta el 31 de marzo de 2026.
Cantabria y Asturias
Según el Gobierno de Cantabria la población de lobo ibérico en la comunidad ronda los doscientos ejemplares, por lo que el cupo aprobado supone ese 20% del total fijado como máximo en su plan de gestión. En Asturias, la población estimada por la administración autonómica es de 345 ejemplares, por lo que la proporción de lobos que podrán ser sacrificados es algo inferior: en torno al 15%. Los estudios científicos señalan que niveles tan elevados de 'extracción' pueden poner en riesgo la viabilidad de la especie.
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El gobierno asturiano señala por su parte que la matanza de lobos ya estaba recogida en los programas anuales previstos en el plan de gestión del Principado. Lo que se ha hecho es activar de nuevo la medida “una vez aprobada la salida de este animal del LESPRE". Ambas administraciones señalan que el objetivo de estas actuaciones es “hacer compatible la ganadería extensiva con la conservación de la especie”.
Sin embargo las oenegés conservacionistas denuncian que las causas que motivaron que en 2021 se aprobara la inclusión en el LESPRE de las poblaciones de lobo al norte del Duero siguen más vigentes que nunca. Según los defensores del lobo dichas causas no obedecían a cuestiones políticas, sino a lo que dictaminaba el extenso informe técnico por el que se aportaban los criterios legales y científicos recogidos en la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad. Una normativa vigente que establece la posibilidad de otorgar regímenes especiales de protección a aquellas especies cuya situación así lo requiera. Y según los conservacionistas no existe un solo estudio científico que demuestre que el status del lobo haya cambiado a mejor desde 2021 hasta ahora. Más bien lo contrario.
Galicia y Castilla y León
Respecto a las dos grandes regiones loberas restantes, el presidente gallego, Alfonso Rueda, tras celebrar que la nueva ley haya rebajado de nuevo la protección del lobo al norte del Duero, anunciaba estos días que su gobierno está trabajando ya en la elaboración de un plan para permitir de nuevo la caza del lobo en Galicia, una medida que podría ponerse en marcha antes de este verano.
Mientras tanto en Castilla y León, donde vive aproximadamente el 60% de la población española de lobo ibérico, el gobierno de la Junta mantiene una actitud de cautela. Aunque eso no significa que vayan a renunciar a la eliminación de ejemplares. Su portavoz y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, declaraba que, mientras los técnicos analizan y debaten las nuevas medidas de control que han quedado autorizadas, la voluntad del gobierno regional es "no parar aquí", sino que solicitarán la ‘gestión’ del lobo también al sur del Duero. Algo que podría ocurrir en breve, una vez la UE culmine el proceso iniciado para cambiar la catalogación de la especie en el Convenio de Berna.
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Así las cosas, en algunas ciudades del país ya han empezado las movilizaciones ciudadanas en defensa del lobo y contra el retorno de las matanzas al norte del Duero, mientras que algunas organizaciones y partidos ecologistas han anunciado que emprenderán las medidas legales necesarias para garantizar su protección en todo el territorio, recordando que el año pasado el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) anuló el plan de Castilla y León que permitía la caza de lobos al norte del Duero, dictaminando que "el lobo no puede ser declarado como especie cazable en el ámbito regional cuando su estado de conservación a nivel nacional es desfavorable".
Desde WWF lamentan que “en lugar de apostar por la coexistencia, impulsando medidas de protección del ganado como (mastines, vallados, pastores de apoyo y otras) y agilizando los pagos de los daños, se vuelve a apostar por gestionar el conflicto a tiros, matando lobos”. En Ecologistas en Acción consideran que la exclusión del lobo del LESPRE es una “decisión política tan regresiva como ineficaz, que ignora las evidencias científicas que demuestran que el lobo ibérico sigue en estado de conservación desfavorable y que sienta un peligroso precedente para toda la biodiversidad".
El pasado dos de abril aparecía publicada en el BOE la Ley 1/2025 de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, cuyo fin específico es “disminuir las pérdidas y el desperdicio de alimentos a lo largo de la cadena agroalimentaria, mediante una gestión más eficiente de los recursos, promoviendo así la economía circular”. En el texto legal aparece una disposición adicional, la octava, que hace referencia al “control de las especies naturales depredadoras en eficiencia del sistema productivo”.