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La intensificación agraria está acabando con las aves silvestres en Europa
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La intensificación agraria está acabando con las aves silvestres en Europa

Un nuevo estudio científico sobre el declive de las aves en Europa determina que la expansión de los grandes monocultivos ha provocado ya la desaparición de más de la mitad de los pájaros de campo

Foto: Las grandes fincas de monocultivo restan biodiversidad. (EFE/Gyorgy Varga)
Las grandes fincas de monocultivo restan biodiversidad. (EFE/Gyorgy Varga)

Los paisajes agrarios tradicionales, como el olivar, el viñedo, la dehesa y las estepas cerealistas, han acogido desde siempre a un nutrido y variado número de especies de aves que tenían en este tipo de espacios su hábitat predilecto. Sin embargo, la proliferación de grandes extensiones de monocultivo en intensivo, la industrialización de los procesos y el abandono de las prácticas tradicionales, ha convertido las fincas agrarias en un erial de vida silvestre.

Un artículo publicado en la revista científica PNAS (por el acrónimo de Proceedings of the National Academy of Sciences) revela que las poblaciones de aves han caído de media un 25% en Europa durante los últimos 40 años, un dato que se eleva hasta el 57% si observamos la evolución de las especies típicas de los hábitats agrícolas.

Foto: Petirrojo europeo. Foto: SEO/Birdlife

El estudio, liderado por la Universidad de Montpellier (Francia) y que ha contado con la participación de investigadores del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) indica que la intensificación agraria de las últimas décadas es la causa principal de esta caída en picado de las poblaciones de aves.

Campos sin trinos

Las especies más afectadas son aquellas que venían estableciendo tradicionalmente sus territorios de cría o invernada en los ecosistemas agrarios, y su merma está claramente relacionada con la expansión de los monocultivos y el uso masivo de pesticidas y fertilizantes, ya que eliminan insectos y restan espacio para la vegetación espontánea que le sirve de sustento y le brinda refugio.

placeholder El alcaudón real es una de las especies más afectadas. (Xavier Riera)
El alcaudón real es una de las especies más afectadas. (Xavier Riera)

La regresión de las poblaciones de aves de campo abierto varía en cada país en función de la evolución que ha experimentado la industrialización de los sistemas de cultivo en los últimos años. Así, las regiones de Europa occidental, donde las fincas de monocultivos son cada vez más numerosas y extensas y el uso de pesticidas es más intenso, muestran una pérdida de biodiversidad mucho más acusada que las de los países del este, donde este tipo de prácticas no están (aún) tan extendidas.

Otro caso particular es la cuenca mediterránea, donde el relevo característico del terreno ha permitido mantener, al menos en determinadas zonas, un paisaje agrícola en mosaico, con abundancia de márgenes vegetales, muretes de piedra seca y campos de cultivo salpicados de árboles frutales y hábitats naturales, lo que “ha ayudado a amortiguar el descenso de las poblaciones de aves esteparias”, explica Sergi Herrando, investigador del Creaf, del Instituto Catalán de Ornitología (ICO) y del European Bird Census Council (EBCC) y uno de los coautores del artículo.

placeholder La agricultura intensiva afecta a las aves silvestres. (Reuters/A. Machado)
La agricultura intensiva afecta a las aves silvestres. (Reuters/A. Machado)

Además de la desaparición de la vegetación silvestre de los márgenes y la reducción del arbolado, el exceso de agroquímicos (incluidos los compuestos prohibidos) está acabando directamente con los insectos y otros invertebrados que, además de ejercer como indispensables polinizadores de los cultivos, sirven de alimento a los pájaros, "especialmente en la época de cría, cuando los polluelos necesitan mucha proteína", comenta Lluís Brotons, investigador del CSIC en el Creaf y otro de los coautores.

Semillas contaminadas

Los agroquímicos también contaminan las semillas y, si los pájaros las ingieren, las sustancias tóxicas que contienen se van acumulando en su organismo, provocándoles infertilidad y graves afecciones que pueden conducirles a la muerte. Por otro lado, los monocultivos generan grandes extensiones de paisajes homogéneos, donde se eliminan la vegetación que pueda competir con los cultivos, de manera que las aves no pueden nutrirse de las semillas, bayas y frutos silvestres ni utilizar el matorral como refugio o lugar para la cría.

Foto: Montaje: Carmen Castellón

Los autores alertan que esto no solo afecta a las especies típicas de los hábitats agrícolas como alondras, calandrias y cogujadas, codornices y perdices, bisbitas o escribanos, sino también a otras especies que acuden a los campos para alimentarse, especialmente las que tienen una dieta basada en la captura de invertebrados, como las golondrinas o las tórtolas.

El estudio ha seguido la evolución de las poblaciones de 170 especies de aves comunes en más de 20.000 lugares de 28 países europeos durante 37 años. Para el profesor Stanislas Rigal, investigador de la Universidad de Montpellier y autor principal del trabajo, los resultados no dejan lugar a dudas: “no estamos ante un problema local, los efectos perjudiciales de la agricultura intensiva y del uso intensivo de fertilizantes y pesticidas afectan a los campos de toda Europa. Necesitamos acelerar la regulación de las prácticas agrícolas e implementar modelos más sostenibles y respetuosos con la naturaleza”.

placeholder La calandria, otra de las aves de campo afectadas. (A. Audevard)
La calandria, otra de las aves de campo afectadas. (A. Audevard)

La investigación también ha analizado el peso que tienen el cambio climático, la urbanización y los cambios en el paisaje forestal en el declive de las especies. Los resultados apuntan al cambio climático como segunda causa del descenso, mientras que el crecimiento de las áreas metropolitanas y el avance de la especulación urbanística en las áreas rurales se posicionan como tercer factor.

También en los bosques

Por últimos, el estudio también señala que los pájaros típicos de bosque también están registrando un retroceso de sus poblaciones, en este caso en torno a un 18% en los últimos cuarenta años. Este dato contrasta con el aumento que está experimentando la superficie forestal en Europa, y muy especialmente en España, durante los últimos años.

Según los investigadores, esto se explica porque los bosques europeos tienen cada vez menos calidad ecológica. Se ven cada vez más amenazados por el aumento de las plagas forestales como consecuencia del calentamiento global, muestran una menor variedad de especies, con un claro retroceso de las autóctonas, y pierden cada vez más ejemplares centenarios que dan lugar a bosques maduros. En consecuencia, la fauna y flora asociada a los ecosistemas forestales se está simplificando en todo el continente.

Los paisajes agrarios tradicionales, como el olivar, el viñedo, la dehesa y las estepas cerealistas, han acogido desde siempre a un nutrido y variado número de especies de aves que tenían en este tipo de espacios su hábitat predilecto. Sin embargo, la proliferación de grandes extensiones de monocultivo en intensivo, la industrialización de los procesos y el abandono de las prácticas tradicionales, ha convertido las fincas agrarias en un erial de vida silvestre.

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