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El mayor depredador de aves silvestres en España tiene un nombre inesperado
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Informe de SEO/Birdlife

El mayor depredador de aves silvestres en España tiene un nombre inesperado

Un estudio determina las causas no naturales por las que mueren o resultan heridas más de 25 millones de aves al año, y señala los tendidos eléctricos como la mayor amenaza

Foto: Buitre leonado electrocutado en un tendido eléctrico. (EFE/Íñigo Fajardo)
Buitre leonado electrocutado en un tendido eléctrico. (EFE/Íñigo Fajardo)

La oenegé conservacionista SEO/BirdLife ha analizado los registros de los centros de recuperación de fauna (CRF) de todas las comunidades autónomas entre 2000 y 2018. Tras evaluar las causas de los 272.655 ingresos, el informe concluye que del impacto negativo de las actividades humanas están detrás del 60% de las heridas o muertes de aves silvestres en nuestro país.

El estudio, llevado a cabo en el marco del proyecto LIFE Guardianes de la Naturaleza, ha tenido en cuenta las aves muertas o heridas que son conducidas hasta los CRF por ciudadanos particulares o por los miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y de los distintos cuerpos de agentes forestales y medioambientales que operan en el territorio español.

Foto: Buitre negro en vuelo. (EFE)

Los datos suponen, por tanto, un pequeño muestreo de las aves silvestres que mueren por causas no naturales en España, pero aplicando una modelización matemática se ha podido establecer una amplia horquilla que va de los 25 millones a los 100 millones de ejemplares al año.

La colisión contra líneas eléctricas aparece como la principal causa de ingreso en los CRF, con cerca de un 40% del total. La segunda causa, con más del 20%, es la captura y tenencia ilegal de animales salvajes en cautividad. Otras causas significativas son el atropello (8%), los envenenamientos e intoxicaciones (5%), la colisión contra aerogeneradores en los parques eólicos (5%) y la caza furtiva (3%).

placeholder Ejemplar de busardo ratonero (Buteo buteo). (EFE/Beldad)
Ejemplar de busardo ratonero (Buteo buteo). (EFE/Beldad)

En cuanto a las especies afectadas, el 64,82% de los registros corresponden a especies que figuran en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y el 6,78% a especies que están incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. La lista está encabezada por el jilguero (11.732 registros), seguido del cernícalo vulgar (10.167), el busardo ratonero (8.608), el buitre leonado (7.426), la gaviota patiamarilla (7.196), el vencejo común (6.266) y el búho real (6.215).

"En la mayoría de casos, se trata de cuestiones subsanables, como en las colisiones y electrocución en tendidos eléctricos"

Las electrocuciones afectan especialmente a tres aves rapaces: el búho real, el águila culebrera y el águila real. El envenenamiento y la intoxicación son la principal causa de muerte no natural para el milano real y la gaviota reidora. Por su parte, los aerogeneradores son el mayor peligro para los buitres leonados, mientras que los atropellos, principalmente con maquinaria agrícola, representan la mayor amenaza de muerte para el aguilucho cenizo, elegida Ave del Año 2023. Por último, el estudio también destaca la contaminación lumínica como la principal causa de muerte no natural de una de nuestras especies más amenazadas: la pardela cenicienta.

placeholder Mochuelo común atropellado. (Miteco)
Mochuelo común atropellado. (Miteco)

Para la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz: “Incluso tomando como referencia la cuota baja de la horquilla, la cifra impresiona: cada año, las infraestructuras que instalamos en el medio natural y las actividades que desarrollamos en el campo, algunas de ellas prohibidas por la ley, están detrás de las heridas o muerte de al menos 25 millones de aves. Y lo peor es que en la mayoría de casos se trata de cuestiones subsanables, como en las colisiones y electrocución en tendidos eléctricos”.

Tendidos mortales

La alta mortandad de aves por colisión contra cables eléctricos y electrocución en torres de alta tensión es un tema bien conocido, tanto por las compañías como por la administración, así como las medidas correctoras que pueden contribuir a mitigarlo. Solo falta la voluntad de aplicarlas.

Como viene señalando desde hace años la plataforma SOS Tendidos, las aves silvestres aprovechan la presencia de los postes eléctricos como oteadero, ya sea para controlar su zona de campeo y divisar a sus posibles presas, para instalar sus nidos (caso de la cigüeña blanca) o simplemente como lugar de descanso.

Sin embargo, al carecer de las adecuadas y disponibles medidas de aislamiento, estos obstáculos introducidos por el hombre acaban convirtiéndose en una auténtica trampa mortal, especialmente para las grandes rapaces y otras aves veleras que mueren electrocutadas al posarse en ellos o colisionar con los cables.

Coincidiendo con la presentación de este informe, la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) denunciaba la semana el hallazgo de 13 buitres leonados muertos bajo un mismo tramo de tendido eléctrico en el municipio de Lorca, Murcia. El descubrimiento se produjo durante el desarrollo de la campaña #MirandoAlTendido que llevan a cabo voluntarios de varios grupos locales.

El informe completo puede descargarse aquí (en PDF).

La oenegé conservacionista SEO/BirdLife ha analizado los registros de los centros de recuperación de fauna (CRF) de todas las comunidades autónomas entre 2000 y 2018. Tras evaluar las causas de los 272.655 ingresos, el informe concluye que del impacto negativo de las actividades humanas están detrás del 60% de las heridas o muertes de aves silvestres en nuestro país.

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