El lago natural más grande de Inglaterra puede acabar "ecológicamente muerto"
De paraíso vacacional desde 1847 a desastre mediambiental en 2021. El bombeo de aguas residuales al lago Windermere amenaza de muerte a uno de los mayores emblemas del turismo británico
El lago Windermere en el condado de Cumbria, en Inglaterra, el lago natural más grande de este país, podría volverse 'ecológicamente muerto' en los próximos años debido a la cantidad de aguas residuales sin tratar que se bombean al agua. Así lo ha denunciado el zoólogo, conservacionista y defensor de la vida silvestre inglés, Matt Staniek, quien, además, ha lanzado una petición online pidiendo el fin del vertido de estas aguas residuales, mediante la denominación de la zona como lugar apto para el baño de seres humanos, algo que obligaría a la agencia ambiental competente a monitorizar regularmente la calidad del agua y garantizar que siempre esté limpia y sea segura para su uso y disfrute.
“Tenemos algunos de los peores ríos de Europa, si no del mundo”
Según el experto, son necesarias estas restricciones, mucho más severas, para proteger el lago, puesto que solo durante 2020, no pararon de bombearse al lago aguas residuales sin tratar durante más de 1.700 horas, como parte del sistema de desbordamiento en la planta de gestión de residuos de Ambleside, cerca de la frontera con Escocia.
Como consecuencia, han aparecido floraciones de algas en la superficie, un signo de la disminución de la calidad del agua; y muchos activistas desplazados a la zona han encontrado también evidencia de peces e invertebrados muertos; una prueba más de la mala salud de este cuerpo de agua que, habitualmente, es el hogar de muchas y variadas especies como nutrias, aves rapaces y una gran cantidad de peces.
Más culpables
La responsabilidad, según los conservacionistas, no recae solo en el vertido de aguas residuales sin tratar, sino también en el turismo descontrolado y la falta de infraestructuras modernas, ya que existen fosas sépticas privadas (provenientes de casas vacacionales y emplazamientos de caravanas) que han contribuido a que los desechos lleguen al lago. Y es que estos tanques sépticos están en gran parte desregulados y no son adecuados para satisfacer las demandas de los más de 15 millones de turistas que acuden a esta zona. La infraestructura actual es insuficiente y anticuada, según el experto.
Su impacto, catastrófico
Al reducirse la vegetación de agua dulce por el efecto de las aguas residuales, también ha afectado a diversas especies de peces y se ha hecho evidente una ausencia de cangrejos de río en la escorrentía de nutrias desde 2020.
“Este tipo de contaminación tiene un impacto desastroso en la vida silvestre que utiliza vías fluviales. Y si la fauna silvestre acaba siendo ausente, puede conducir a la eventual muerte de un río”, continúa Staniek en su exposición online. Advierte, además, que los datos más recientes del fideicomiso de conservación del salmón y la trucha muestran que la trucha, el salmón y otras especies están muriendo sin remedio. La abundancia de animales alrededor del lago está disminuyendo de forma palpable.
Detener la contaminación del agua
Respecto a la solicitud de firmas online a través de la plataforma Change.org, la petición con el objetivo de detener la contaminación del agua en el Parque Nacional del Distrito de los Lagos en el que se encuentra el lago Windermere, cuenta con unos 107.000 apoyos (y solicitan 150.000 firmas para apoyar una enmienda a la Ley de Medio Ambiente; todas las firmas de la petición se añadirán como evidencia de esta causa ecológica).
“Quiero que los ríos y lagos estén limpios para las personas que los utilizan y especialmente para la vida silvestre que tiene a nuestros ríos y lagos como su hogar”, dice Staniek quien reconoce que en Inglaterra “tenemos algunos de los peores ríos de Europa, si no del mundo”.
La Agencia Ambiental de Inglaterra afirmó a través de un comunicado que: “La Agencia se toma muy en serio su responsabilidad de proteger el medio ambiente. Las regulaciones son claras y se aplican rigurosamente. Las compañías de agua saben que tienen el deber de evitar la contaminación y que deben actuar rápidamente para remediar los fallos y reducir los daños si ocurren o están sujetos a medidas de cumplimiento”.
De hecho, la agencia de medio ambiente lanzó, a su vez, el mensaje de “Adaptarse o morir”, con la intención de instar al país anglosajón a cambiar para hacer frente a las inundaciones, las sequías y otros fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático. Uno de los poblados mas pintorescos y turísticos del Parque Nacional del Distrito de Los Lagos, Staveley, ha visto, al igual que el propio lago, cómo sus calles se han inundado de aguas residuales a causa de las fuertes lluvias, evidenciando, una vez más, la necesidad de una acción rápida en cuanto a infraestructuras locales (su sistema de alcantarillado está cada año que pasa, en peores condiciones). Los lugareños afirman que cada vez que llueve, las burbujas de aguas residuales de los desagües, aparecen por doquier.
El lago Windermere en el condado de Cumbria, en Inglaterra, el lago natural más grande de este país, podría volverse 'ecológicamente muerto' en los próximos años debido a la cantidad de aguas residuales sin tratar que se bombean al agua. Así lo ha denunciado el zoólogo, conservacionista y defensor de la vida silvestre inglés, Matt Staniek, quien, además, ha lanzado una petición online pidiendo el fin del vertido de estas aguas residuales, mediante la denominación de la zona como lugar apto para el baño de seres humanos, algo que obligaría a la agencia ambiental competente a monitorizar regularmente la calidad del agua y garantizar que siempre esté limpia y sea segura para su uso y disfrute.