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Alerta científica: podemos perder un 40% de las especies de tiburón
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Pérdida de biodiversidad

Alerta científica: podemos perder un 40% de las especies de tiburón

Más de un tercio de las especies de tiburones y rayas están directamente en vías de desaparición, según ha advertido la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)

Foto: Aletas de tiburón cortadas en Florida. (EFE)
Aletas de tiburón cortadas en Florida. (EFE)

El estudio más completo jamás realizado hasta la fecha de tiburones y rayas ha revelado que el 37% de las 1.200 especies evaluadas se clasifican actualmente en una de las tres principales categorías de amenaza: "vulnerables", "en peligro" o "en peligro crítico".

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) responsabilizó a la sobrepesca por esta preocupante situación (ya sea de forma intencionada o no, pues muchas veces los pescadores acaban captura accidentalmente a estos animales que, en vez de ser liberados o devueltos al agua, son empleados como alimento para el ganado o usos similares). No en vano, se capturan aproximadamente 800.000 toneladas de tiburones cada año, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Eso sí, la cifra real podría ser hasta cuatro veces mayor, según otros estudios.

En el lado positivo, el atún rojo del Atlántico está comenzando a recuperarse después de haber sido pescado hasta llegar al borde de la extinción

"La actualización de la Lista Roja de la UICN demuestra que faltan medidas de gestión eficaces en gran parte de los océanos del mundo", expone el informe. "Todas las especies de tiburones y rayas amenazadas están sobreexplotadas, con un 31% más afectadas por la pérdida y degradación del hábitat y un 10% afectadas por el cambio climático".

Esta nueva evaluación de la UICN fue precedida por la investigación publicada en la revista Current Biology que analizó cerca de 1.200 especies de condrictios (peces cartilaginosos), un grupo de peces que incluye tiburones y rayas, de los cuales el 32% se consideró "vulnerable", "en peligro de extinción" o "en peligro crítico".

Las áreas costeras densamente pobladas y una gran cantidad de pesca no regulada están ejerciendo una presión extrema sobre sus poblaciones. Los números así lo han confirmado.

placeholder Atunes rojos (Thunnus thynnus) en jaula. Esta especie está recuperando sus números después de llegar al borde de la extinción. Foto: EFE
Atunes rojos (Thunnus thynnus) en jaula. Esta especie está recuperando sus números después de llegar al borde de la extinción. Foto: EFE

Según la investigación, otros factores que presionan a los tiburones y las rayas incluyen la contaminación, la pérdida de hábitat y el calentamiento de las aguas oceánicas provocado por el cambio climático.

Es una nefasta noticia. Los condrictios llevan en la Tierra 420 millones de años y han sobrevivido a, al menos, cinco eventos de extinción masiva. La reducción del número de tiburones y rayas “pone en peligro la salud de ecosistemas oceánicos enteros y la seguridad alimentaria de muchas naciones de todo el mundo”, aclaró el ecólogo marino Nicholas Dulvy, autor principal del nuevo estudio.

Más especies amenazadas

Los tiburones no son los únicos afectados. De las 138.374 especies evaluadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), casi el 30% (unas 38.543 especies), están en peligro de extinción; entre ellos, los dragones de Komodo de Indonesia (el lagarto viviente más grande del mundo, con una longitud media de dos a 3 metros y un peso de unos 70 kgs) también han sido clasificados como "en peligro" en la lista de vigilancia de supervivencia de la biodiversidad de la Tierra a causa de las consecuencias del cambio climático, así como el elefante asiático, el gorila de montaña, el pangolín, el leopardo de las nieves, el ajolote o las tortugas laúd.

Foto: Tiburón blanco (EFE)

Estas y otras especies corren el riesgo de desaparecer de la naturaleza para siempre, a medida que profundiza el impacto destructivo de la actividad humana en el mundo natural. El cambio climático en sí mismo, está proyectando una sombra cada vez más oscura sobre el futuro de muchas especies, sobre todo para aquellos que son endémicos (plantas y animales) que viven únicamente en pequeñas islas o ciertos puntos concretos de biodiversidad.

No todo está perdido

En el lado positivo, el atún rojo del Atlántico (Thunnus thynnus) está comenzando a recuperarse después de haber sido pescado hasta llegar al borde de la extinción, según han revelado los científicos. Las cifras están mejorando tras una década de esfuerzos de conservación. Por su parte, el atún blanco (Thunnus alalunga) y el rabil (Thunnus albacares), han cambiado su estado de “casi amenazado” a “preocupación menor”.

La clasificación de la UICN según la conservación, va del estado de preocupación menor, casi amenazada, vulnerable, en peligro de extinción, en peligro crítico de extinción, extinto en estado silvestre y, finalmente, especie extinta.

El estudio más completo jamás realizado hasta la fecha de tiburones y rayas ha revelado que el 37% de las 1.200 especies evaluadas se clasifican actualmente en una de las tres principales categorías de amenaza: "vulnerables", "en peligro" o "en peligro crítico".

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