Es noticia
Vídeo: búhos y demás parientes, estas son las voces de la noche
  1. Medioambiente
  2. Naturaleza
Sábados de Campo

Vídeo: búhos y demás parientes, estas son las voces de la noche

Tras la caída del sol, los cantos de estas aves ocupan el campo español. Estos excepcionales depredadores tienen un repertorio 'musical' de lo más extenso

Foto: Los sonidos de las aves nocturnas españolas son muy variados. (Unsplash)
Los sonidos de las aves nocturnas españolas son muy variados. (Unsplash)

Suena la noche en este catálogo de gritos, maullidos, silbidos y ululatos. Llama un búho real —"¡Buh!"—, un macho, y la hembra responde con un gañido. Siguen después unos gritos, como una risa histriónica, que, en realidad, son señal de alarma. Más discreto, llama a continuación el búho chico, junto a los gritos agudos, elásticos, de sus pollos volanderos.

Ululan varios cárabos, fantasmagorías que corren por el bosque, y uno de ellos, seguramente una hembra, lanza unos característicos gritos agudos de alerta. Maúllan los mochuelos, bien llamados 'gatillos de monte'. Y otro ululato emitido por otro mochuelo, el boreal, localizado en nuestros bosques hace unas décadas, tan desconocido hasta entonces que carecía de nombre vernáculo y recibía el muy académico de lechuza de Tengmalm. Seguido de la auténtica, la lechuza común, que anuncia su presencia con un chirrido estridente, roto y arrastrado que en nada recuerda a las voces dulces y melódicas de casi todos sus parientes.

Los que siguen no son búhos, pero sí aves de la noche. Basta con llamar al alcaraván para que en el nombre escuchemos su música. Ronronea un chotacabras gris, o europeo, con una voz ronca que más se parece a las estridencias de un insecto. Al final, el chotacabras palmetea con las alas mientras se aleja envuelto en un cloqueo. Su pariente, el chotacabras pardo, o cuellirrojo, matraquea y da paso al último de los búhos, el más pequeño: el autillo silba su nota simple —"¡Ut!"— desde las ramas altas de un árbol, que hay quien dice que se confunde con otro silbido más simple, emitido a ras de suelo, por el sapo partero ibérico.

Suena la noche en este catálogo de gritos, maullidos, silbidos y ululatos. Llama un búho real —"¡Buh!"—, un macho, y la hembra responde con un gañido. Siguen después unos gritos, como una risa histriónica, que, en realidad, son señal de alarma. Más discreto, llama a continuación el búho chico, junto a los gritos agudos, elásticos, de sus pollos volanderos.

Ululan varios cárabos, fantasmagorías que corren por el bosque, y uno de ellos, seguramente una hembra, lanza unos característicos gritos agudos de alerta. Maúllan los mochuelos, bien llamados 'gatillos de monte'. Y otro ululato emitido por otro mochuelo, el boreal, localizado en nuestros bosques hace unas décadas, tan desconocido hasta entonces que carecía de nombre vernáculo y recibía el muy académico de lechuza de Tengmalm. Seguido de la auténtica, la lechuza común, que anuncia su presencia con un chirrido estridente, roto y arrastrado que en nada recuerda a las voces dulces y melódicas de casi todos sus parientes.

Naturaleza
El redactor recomienda