La importancia de respetar y conservar los murciélagos

Es posible que éste no sea el artículo más popular del diario. Ni el que convoque a más lectores. Pero les aseguro que es uno de los más sorprendentes.

Para la inmensa mayoría los murciélagos forman parte de ese catálogo de criaturas que son despectivamente calificados como ‘bichos’, animales incómodos ante cuya presencia algunos llegan a sentir una repulsión irracional, un miedo que puede derivar en auténtica fobia.

Por ello, y sin ánimo de relativizar los serios trastornos del comportamiento a los que pueden conducir esas fobias, es pertinente explicar aquí, en este rincón del diario dedicado a promover el cuidado del medio ambiente y la conservación de la naturaleza, la realidad sobre estos seres vivos, para valorarlos como lo que son en verdad: nuestros aliados, y no nuestros enemigos.

Desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de los ecosistemas y son unos excelentes aliados del agricultor

Los murciélagos son, en sentido estricto, mamíferos voladores. Para conquistar el medio aéreo desarrollaron considerablemente las falanges de los dedos y las unieron con una fina membrana de piel llamada patagio: una auténtica ala sin plumas que se extiende desde el brazo hasta las patas empalmando también ambas tibias como si fuera una extensa cola.

Prodigios de la evolución

Por si eso fuera poco, estos auténticos prodigios de la evolución se especializaron en volar de noche, completamente a oscuras, para restarse competencia y enemigos. Así, prácticamente ciegos, inventaron el sistema de ecolocación, que aparece magníficamente explicado en este artículo de 'Galemys' la revista científica de la Sociedad Española para el Estudio y la Conservación de los Mamíferos (SECEM).

Se trata de una sofisticada herramienta sensorial que les permite detectar a un mosquito volando a muchos metros de distancia para, dando un quiebro instantáneo y con un par de manotazos en el aire, dirigirse atoda velocidad hacia él y capturarlo con la boca con total precisión. De ese modo son capaces de capturar miles de insectos voladores en una sola noche, librándonos de su presencia.

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Respecto a su modo de vida y los beneficios que aporta su compañía a los agricultores, siempre que hablo de los quirópteros (que es como los científicos llaman a los murciélagos) acudo a una anécdota protagonizada por el experto en este tipo de animales Merlin Tuttle, quien fundó hace años la asociación para el estudio y la conservación de los murciélagos Bat Conservation International

Le ocurrió al visitar a un granjero que se sentía molesto por una colonia de murciélagos que se había asentado junto a su granja, en una cueva cercana a los campos que cultivaba. Las salidas y entradas de aquellos animales cada anochecer para dirigirse a su parcela mantenían aterrorizada a su mujer. “Te pagaré lo que quieras –le dijo aquel hombre- pero haz que desaparezcan de aquí esas malditas ratas voladoras”.

Cuando llegó a la cueva junto al granjero, el naturalista observó que el suelo estaba cubierto por una gruesa capa de restos brillantes y crujientes. Alzó la mano llena de ellos y el agricultor abrió los ojos de par en par: eran restos quitinosos de los escarabajos de la patata.

“Los murciélagos se alimentan de ellos –le dijo Merlin, mirando al granjero- por eso acuden cada anochecer a tus campos de patatas, que les sirven de despensa”. “Cuantos calculas que deben comer”, le preguntó éste muy interesado, a lo que el naturalista respondió: “Por el tamaño de la colonia calculo que unos 50 kilos cada noche”.

Un inesperado socio natural

50 kilos de escarabajos de la patata cada noche. El granjero empezó a echar cuentas. Miles y miles de escarabajos. Por eso su finca era una de las más productivas de la comarca: por eso se ahorraba todo el dinero que su competencia gastaba en plaguicidas; por eso no necesitaba comprar fertilizante (el guano de murciélago es exquisito para las plantas, se lo digo por propia experiencia); y por eso a la entrada de su finca pudo colgar el cartel de 'patatas ecológicas'.

Aquel hombre que quería deshacerse de los murciélagos hizo un cálculo rápido: la colonia podía valorarse en varios miles de dólares. ¡En aquel momento acababa de nacer el mayor defensor de los murciélagos de todo Arkansas!

En este caso se trataba del murciélago de herradura: una especie de mayor tamaño que el pipistrelo y que, con una abultada excrecencia cutánea en la región nasal con forma de herradura (de ahí el nombre) resulta particularmente impactante; tanto como beneficiosa para el medio ambiente y las gentes del campo. Por eso se llevan a cabo campañas de instalación de cajas nido para favorecer su presencia, tanto en lel entorno de las fincas agrícolas, como en el interior de pueblos y ciudades.

Existen más de un millar de especies de murciélago en todo el planeta. Muchos de ellos son insectívoros, pero también pueden ser frugívoros, carnívoros (incluso pescadores de peces) o alimentarse de polen. Solo hay tres especies que se alimenten de la sangre de otros animales, todos ellos viven en el continente americano y ninguno vive de chupar sangre humana.

Opinión

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Por el contrario los murciélagos juegan un papel fundamental en el mantenimiento de los ecosistemas naturales y son unos excelentes aliados del agricultor en la lucha contra las plagas de toda clase de cultivos, pues actúan como verdaderos insecticidas naturales. Por todo ello todas las especies de murciélago están estrictamente protegidas por las leyes locales, estatales y europeas.