sábados de campo
Vídeo | Así suena el 'coro del alba' en el curso alto del río Lozoya
El campo se despierta con los sonidos más particulares y bellos de la naturaleza. El canto de las aves anuncia un nuevo día y los rayos de sol dan inicio a la sinfonía de la vida silvestre
Llovizna al amanecer, y la atmósfera aún fría se abre a los sonidos de la mañana. La secuencia se repite día a día, en cada lugar con sus propios protagonistas. Es lo que, con cierto lirismo, algunos naturalistas llaman el coro del alba.
Sin contar con el agua, que contiene todos los sonidos, así suena el coro del alba en el soto que envuelve el curso alto del río Lozoya, en Madrid.
- 07.30 a. m. Rompe el silencio el crepitar de un petirrojo.
- 07.45 a. m. Se suma la llamada imperativa de un cetia ruiseñor, sobre los cantos enmarañados de un zarcero y un chochín, voces de las espesuras.
- 08.00 a. m. Aún en sombras, sobre las montañas ya ha salido el sol y un ruiseñor común canta oculto en la orilla. Poco a poco, a lo lejos se activa el bosque.
- 08.15 a. m. Todo el elenco forestal canta a la vez: cornejas, mirlos, zorzales, oropéndolas y el arrullo, como de madera, de la paloma torcaz, entre otros.
- 08.30 a. m. Llama el cuco y amanece el día.
Llovizna al amanecer, y la atmósfera aún fría se abre a los sonidos de la mañana. La secuencia se repite día a día, en cada lugar con sus propios protagonistas. Es lo que, con cierto lirismo, algunos naturalistas llaman el coro del alba.