El futuro del hidrógeno renovable: España quiere producirlo, transportarlo y exportarlo

Según el Informe de riesgos globales 2022, elaborado por el World Economic Forum, cinco de los 10 mayores riesgos a los que nos enfrentamos a dos años vista son ambientales. Y si ponemos el objetivo dentro de una década, el número de riesgos climáticos sube a seis. En este contexto, el mundo entero lucha por reducir estos riesgos, entre otras vías, a través de conseguir energías limpias que reduzcan visiblemente la huella de carbono y las emisiones de CO₂.

Una de las alternativas de las que más se habla es el hidrógeno y, más concretamente, el hidrógeno renovable, en que España, por su industria energética, situación geográfica y tradición exportadora, se perfila como uno de los países que puede optar a ocupar un papel destacado a nivel europeo. Ahora bien, los objetivos de nuestro país son ambiciosos: no solo queremos producir hidrógeno renovable, sino que también queremos transportarlo y exportarlo. ¿Estamos listos para ello? De esta y otras cuestiones se habló este jueves en el evento Día del Hidrógeno de Enagás, que contó con la presencia de figuras de la Administración pública como Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y Cani Fernández, presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia; así como de diversas empresas que trabajan con el sector como Repsol, Iberostar, BBVA o Airbus, y directivos de Enagás como Antonio Llardén, su presidente, o Arturo Gonzalo, su consejero delegado.

España, ante "una oportunidad histórica"

Todos los ponentes de la jornada coincidieron en una visión que compartió Teresa Ribera: "El hidrógeno renovable va a ser uno de los vectores más importantes en la descarbonización de la economía. Cuando la electrificación resulta difícil, el hidrógeno es una buena alternativa, así que debemos dar un salto adelante". La vicepresidenta, de hecho, reconoció que nuestro país esperaba un auge más tardío, pero sucesos como la guerra en Ucrania "han hecho que aumente su atractivo y que España esté preparada para aprovecharlo. Producir hidrógeno renovable debe ser una prioridad cuanto antes en nuestro país", aseguró.

"Producir hidrógeno renovable debe ser una prioridad en nuestro país" (Teresa Ribera)

Para Antonio Llardén, presidente de Enagás, "el hidrógeno es y va a ser un protagonista innegable del sector económico y, por supuesto, energético". En su opinión, no es casualidad que "2022 haya sido el año en que hemos empezado a hablar de una política energética común, con ejes como la seguridad del suministro, la descarbonización y el precio". De hecho, este elemento podría "poner a España como referente técnico y tecnológico en su producción", añadió Sara Aagesen, para quien cumple con cuatro premisas esenciales: "La descarbonización, la cadena de valor, la transición y la autonomía energética".

Precisamente en esa autonomía incidió Franziska Brantner, secretaria de Estado parlamentaria del Ministerio Federal Alemán de Asuntos Económicos y Acción por el Clima, para quien "en la UE no podemos volver a depender de otros países que no son amigos. España, Portugal y Francia tienen grandes oportunidades en este sentido, debemos ser un mercado interior". Aagesen también lo tuvo claro: "España tiene una posición privilegiada para ser un hub internacional de producción de hidrógeno renovable, ayudar a nuestros colegas europeos y ser competitiva".

Y es que "España cuenta con una posición geográfica clave, un potencial de generación renovable muy relevante, una red de infraestructuras robustas y las capacidades industriales necesarias", recalcó Arturo Gonzalo.

Cómo producir, transportar y exportar hidrógeno renovable

Según explicó la vicepresidenta, "aproximadamente el 20% de los proyectos de hidrógeno renovable anunciados a nivel mundial está asentado en territorio español, solamente por detrás de Estados Unidos". Según el programa REPowerEU, España puede jugar un papel clave para alcanzar el objetivo europeo de consumo de 20 millones de toneladas de hidrógeno en 2030. Partiendo de ello, un estudio de Enagás estima un potencial de producción de hidrógeno renovable en España de entre dos y tres millones de toneladas en 2030, y de entre tres y cuatro millones de toneladas para 2040. A esta última cifra habría que sumar las 750.000 toneladas que está previsto se reciban desde Portugal por la interconexión.

Pero la intención de nuestro país es ir más allá de la mera producción. "Los transportistas de gas llevamos años preparándonos para este escenario", afirmó el CEO de Enagás, ya que "entre el 60% y el 70% del futuro transporte de hidrógeno correrá por infraestructuras ya habilitadas para el transporte de gas, además de haber un 80% de coincidencia en los trazados".

Su visión fue compartida por José Miguel Bermúdez, energy technology analyst de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), desde cuya institución se estima que "para 2050 necesitaremos 200.000 kilómetros de gasoductos", así que hay dos opciones: "O desarrollar nuevos gasoductos o reconvertir los existentes para transportar hidrógeno". Además, "hay que crear infraestructuras de almacenamiento para cubrir las fluctuaciones de demanda y oferta. Habrá que garantizar el suministro estable y el almacenamiento subterráneo será una de las mejores alternativas", aseguró.

Que España se implique en el transporte de hidrógeno renovable tiene su razón de ser en la capacidad exportadora de nuestro país: "Hemos mapeado las grandes capacidades de producción de hidrógeno renovable y habrá zonas muy deficitarias (sobre todo en el centro de Europa) y otras con mucho potencial excedentario (sobre todo España y Portugal). Nuestro país está haciendo todo lo que debe hacer para jugar ese papel exportador", recordó.

Las claves: regulación, tecnología y financiación

Ahora bien, ¿qué condiciones deben darse para que España, efectivamente, pueda proyectar un escenario optimista en la producción, transporte y exportación de hidrógeno? La primera pata, como casi siempre, es la normativa, y es ahí donde Antón Martínez, CEO de Enagás Renovable, quiso remarcar los avances que nuestro país ha realizado en apenas dos años: "En 2020 queríamos tener una estrategia, y en octubre llegó la Hoja de Ruta del Hidrógeno en España; queríamos un sistema de garantía de origen, y ya estamos muy cerca de que esté operativo; queríamos un marco de incentivos que mejoren la competitividad del hidrógeno frente a los combustibles fósiles, y ya lo hay", recordó. El progreso ha sido tal que, por ejemplo, su compañía ya dispone de cerca de 25 proyectos relacionados con el hidrógeno, tanto a corto como a largo plazo.

En cualquier caso, siempre quedan cosas por hacer. Para João Faria Conceição, COO y director ejecutivo de REN, "los objetivos deben ser precisos. Necesitamos actores para conectar oferta y demanda, así como una compra centralizada. Los generadores deben saber cuánto van a vender, a quién, cómo de estable es la perspectiva, etc.". En esta dirección también se manifestó la presidenta de la CNMC, que aseguró que la entidad está trabajando para "consolidar el marco regulatorio. Partimos de cero y tenemos la oportunidad histórica de crear un mercado único, competitivo y sostenible".

"España parte con ventaja en energías renovables: podemos ser el país más barato en los próximos años" (Cani Fernández, CNMC)

Además, "España parte con ventaja en energías renovables: podemos ser el país más barato en los próximos años, pero debemos seguir perseverando para asegurar la estabilidad de los precios, y esa es una asignatura pendiente". En este sentido, Cani Fernández insistió en que "se requiere mucha más generación renovable, no solo para nuestra demanda nacional, sino también para garantizar la sostenibilidad y la seguridad del suministro".

Pero nada de este camino puede conseguirse sin inversión, tanto pública como privada. En lo que atañe a la pública, Tim Gould, chief energy economist de la Agencia Europea de la Energía, aseguró que, si queremos aspirar a un escenario net zero en la UE, "en los próximos 10 años habrá una ampliación enorme de la inversión en hidrógeno renovable: infraestructuras, transporte, ductos, terminales, almacenes, estaciones... Necesitaremos cerca de 20.000 millones de dólares para 2030".

Y si nos referimos a la financiación privada, la presidenta de la CNMC se mostró convencida de que, "sin renunciar a una mirada a largo plazo, los reguladores debemos atender las necesidades del corto plazo y acompasar el despliegue de la industria y de las energías renovables". Todo ello, en definitiva, con un objetivo en mente: "España debe crear un entorno favorable para la inversión, en hidrógeno y en renovables, para cubrir la demanda y seguir avanzando con el resto de sus usos potenciales", concluyó.