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Cómo es el transporte público sostenible en España: estas son las opciones que existen (y las que llegarán)

Por EC Brands

Autobús eléctrico

Autobuses que funcionan con combustibles producidos a partir de aceite vegetal, taxis propulsados por hidrógeno, aviones que vuelan con biocombustible hecho a partir de residuos o barcos que navegan con energía solar. El transporte público no solo está contribuyendo a la descarbonización, sino que además lo hace recurriendo a diversas alternativas.

¿Todavía formas parte de ese porcentaje de la población que considera que la electrificación es el único camino para descarbonizar la movilidad? Lo cierto es que existen (casi) tantas alternativas como medios de transporte y las peculiaridades de cada uno de ellos tienen mucho que ver en las soluciones que plantean y en su forma de adaptarse tecnológicamente al proceso.

Los servicios públicos no son una excepción. Para autobuses, metro o taxis ya es una realidad, mientras otros como trenes, aviones o barcos empiezan a probar diferentes opciones. Desde combustibles sintéticos hasta pilas de hidrógeno, pasando por biocombustibles o tecnología 100% eléctrica: las posibilidades son casi infinitas para una realidad que es imparable. Así es el transporte público que ya funciona hoy o lo hará próximamente.

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Autobús: de los combustibles renovables a la electricidad pasando por los purines

Autobús

El bus es uno de los primeros medios de transporte que inició su cambio de paradigma energético. De hecho, el uso de combustibles renovables ya es una realidad en algunos municipios españoles.

Un ejemplo lo encontramos en la ruta entre Zaragoza y Cuarte de Huerva, donde el Gobierno de Aragón recurre al biogás, es decir, biometano procedente de purines, en dos de los autobuses que cubren dicha ruta, la más usada de las interurbanas metropolitanas, con 480.000 viajeros al año.

En Bilbao, durante unas pruebas realizadas por Repsol y Alsa entre junio y septiembre de 2021, una docena de autobuses urbanos utilizaron 120 metros cúbicos de HVO (aceite vegetal hidrotratado por sus siglas en inglés). El proyecto supuso una reducción aproximada de 300 toneladas de emisiones de CO2 durante el período en el que se llevó a cabo y demostró que los biocombustibles producidos a partir de residuos pueden ser parte de la solución para alcanzar la descarbonización del transporte.

Asimismo, los autobuses eléctricos ya son una realidad en ciudades como Barcelona o San Sebastián, donde la empresa española Irizar ha puesto en funcionamiento dos y tres autobuses 100% eléctricos, respectivamente. Cada uno de estos vehículos, que tienen una autonomía de entre 160 y 250 kilómetros, supone una reducción anual de 88 toneladas de emisiones de CO2 y un ahorro de 33.000 litros de combustible. Además, son silenciosos, por lo que también contribuyen a reducir la contaminación acústica.

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Taxi: hidrógeno renovable para moverte por la ciudad

Taxi

A nadie le sorprende ver taxis o VTC eléctricos e híbridos en las ciudades españolas, pero, hasta ahora, no eran habituales los vehículos impulsados con hidrógeno, algo que sucederá en la capital a partir de este mismo año.

Y es que la Federación Profesional del Taxi de Madrid ha puesto en marcha el proyecto ‘as-a-service’ para que los conductores puedan hacer uso de esta alternativa sostenible a un coste competitivo y sin desembolsos iniciales.

En este sentido, los 15.000 taxistas autónomos de Madrid pueden acogerse a la línea de ayudas del Ejecutivo regional para la movilidad eléctrica y, al mismo tiempo, sumarse al 10% de ayuda extra que se ofrece a taxis y VTC. Para conseguir que la tasa de adopción sea alta, el Gobierno madrileño ha presupuestado en 53 millones de euros dichas ayudas.

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Tren: baterías de hidrógeno que se cargan en las frenadas

Tren

El hidrógeno también va ganando terreno en el sector ferroviario. Así lo demuestra la puesta en marcha el pasado mes de agosto del primer tren del mundo que funciona con esta tecnología para sustituir al diésel. Ocurrió en Alemania, en la ruta Bremervörde, en Baja Sajonia.

En España, Talgo encabeza las investigaciones con su tren ‘Vittal-One’ que utiliza pilas de hidrógeno. El hidrógeno se utiliza para alimentar los sistemas de propulsión, pero el sistema también se complementa con baterías que incrementan la aceleración disponible en los arranques, aprovechando las frenadas del tren para recargarse.

“En nuestro país existen todavía muchos trenes traccionados por diésel y esta opción nos permite seguir descarbonizando el transporte por ferrocarril. Además —indican fuentes de la empresa—, podemos convertirnos en una potencia en la producción, distribución y uso de esta energía para la movilidad y otras industrias”. De hecho, la firma tendrá listo su tren de hidrógeno en 2023, nacido en colaboración con Repsol, que está aportando la infraestructura de generación de hidrógeno renovable y el suministro eléctrico al tren.

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Avión: combustible de aviación con hasta un 63% en SAF

Avión

El uso de combustibles renovables en aviación es una realidad en nuestro país desde que el año pasado Iberia operara el primer vuelo de estas características entre Madrid y Bilbao, lo que supuso una reducción de emisiones de 1,4 toneladas de CO2 a la atmósfera. En este caso, el avión se alimenta de combustible sostenible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) desarrollado por Repsol a partir de residuos.

La iniciativa Refuel EU Aviation, como parte del paquete de medidas ‘Fit for 55’ propuesto por la Comisión Europea, incluye medidas específicas para el transporte aéreo. Su objetivo es que todos los vuelos de la UE utilicen un contenido mínimo de SAF del 2% en 2025, 5% en 2030 y al menos un 63% en el año 2050. De esta forma, se pretende reducir la huella ambiental de la aviación, alineándose con los objetivos del Acuerdo de París y el Pacto Verde Europeo, y todo sin alterar la rentabilidad del mercado.

En la misma línea, los fabricantes de aeronaves ya exploran las posibilidades que ofrece el hidrógeno para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte aéreo. Es el caso de Airbus, que planea fabricar para 2035 un avión que funcione completamente con esta tecnología. Desde la compañía aseguran que este avión, que denominan ZEROe, no usará la tecnología de pilas de combustible, sino que pretenden modificar “el quemador, el sistema de combustible y el sistema de control de un turbohélice GE Passport para funcionar con hidrógeno”.

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Transporte marítimo: del biometano a la electricidad

Barco

El transporte marítimo español ya explora sobre el terreno las posibilidades de los combustibles renovables realizando trayectos reales.

Sin ir más lejos, el año pasado, la naviera Baleària operó un recorrido de 133 millas náuticas entre las ciudades de Barcelona y Ciutadella, en Menorca, utilizando exclusivamente biometano, con el que evitó la emisión de 50 toneladas de CO2 a la atmósfera. Este ferry, además, cuenta con motores duales de gas y conexión eléctrica a puerto.

En la misma línea, un catamarán de pasajeros construido por la empresa Metaltec Naval ya une el municipio de Camargo con Santander, funcionando íntegramente con propulsión eléctrica alimentada por placas solares. Se trata del Ecobus Boat, protagonista de la iniciativa Bahía Zero.

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Metro: las operaciones, más eficientes

Metro

Las opciones para que un medio de transporte que ya es eléctrico sea más sostenible pasan por descarbonizar el origen de su energía o consumir menos cantidad.

En Málaga, Murcia, Bilbao y Barcelona han apostado por contratar electricidad procedente 100% de fuentes renovables. Así, durante este año y el siguiente, la red de metro de la ciudad condal consumirá 275 gigavatios por hora al año, siempre de origen renovable. A esta medida se suman otras operadoras de transporte, ya que el contrato de suministro de energía eléctrica, resuelto por Transportes Metropolitanos de Barcelona, ha sido llevado a cabo tras un proceso de licitación conjunta con Metro Bilbao, Metro Málaga y Sociedad Concesionaria Tranvía de Murcia.

En el caso de Madrid, la sostenibilidad del metro no pasa tampoco necesariamente por un cambio de la fuente de energía, sino por una mejora de la eficiencia en sus operaciones. El Plan de Ahorro Energético (PAE), de hecho, contempla medidas como desconexión de subestaciones eléctricas en hora valle, eliminación de los imanes de vía, climatización en túneles, aprovechamiento de la energía generada durante el frenado, etc., provocando un progresivo ahorro energético en los últimos años.

Se trata, en definitiva, de que la descarbonización del transporte alcance también el ámbito público, haciendo uso de las diversas opciones y tecnologías para perseguir un objetivo común: que el transporte público en España sea lo más sostenible posible.