El proyecto de renovables con la batería más grande de Europa, en marcha

La transición energética sigue abriéndose camino. Las centrales de carbón comienzan a ser historia en muchos puntos del mapa. El cierre de estas industrias, que liberan gases de efecto invernadero, está dejando paso no solo a nuevas formas de generar energía más limpias y respetuosas con el medio ambiente, sino también a nuevos proyectos con una nueva mentalidad que tienen presente la sostenibilidad y la prosperidad de la zona donde se desarrollan. Palabras como electrificación o descarbonización son ya claves para entender el presente y el futuro, pero cada vez gana más peso la vertiente social de estas transformaciones.

Es el caso de Pego, en la región de Abrantes (Portugal): tras 30 años, la licencia de explotación de esta central expiró en diciembre del pasado año. El Gobierno portugués abrió un concurso público buscando iniciativas capaces de reducir las emisiones y fomentar el empleo, que finalmente ganó Endesa.

El proyecto incluye un plan de crecimiento económico en la zona con la creación de 75 empleos directos y 12.000 horas de formación

El proyecto, que se pondrá en marcha dentro de tres años con una inversión de 600 millones de euros y que ha recibido un derecho de conexión de 224 MVA, hibrida cuatro tecnologías: solar, eólica, batería de almacenamiento e hidrógeno verde. Con este sistema, además de producir energía, se podrá almacenar en lo que constituye, según la energética, la batería más grande de Europa.

“Hasta el momento la capacidad de producción es la misma que la de conexión a la red. Ahora instalaremos más potencia de la que se puede evacuar, y de esta manera, cuando haya picos de producción, la almacenaremos en las baterías. Así por ejemplo, cuando baje la fotovoltaica por la nochepodremos descargar lo almacenado”, explica Rafael González, director general de Generación de Endesa, quien añade que “la energía solar fotovoltaica aprovecha la capacidad de evacuación de la red el 20% de las horas del año; y la eólica, el 30%. Combinándolas con las baterías llegamos al 70%, casi lo mismo que una central térmica”.

“Hemos podido desarrollar este proyecto antes en Portugal gracias a su avanzada legislación"

El otro componente del proyecto es el social. Endesa ha elaborado un plan de crecimiento económico en la zona con la creación de 75 empleos directos y 12.000 horas de formación, que permitirán el reciclaje profesional de más de 2.000 personas. Contempla cursos que irán desde la construcción y montaje de plantas solares, hasta la operación y mantenimiento de plantas renovables.

Además, la eléctrica está trabajando de la mano de pequeñas y medianas empresas para que integren sus proyectos: “La industrialización que han tenido siempre ha sido alrededor del carbón, con servicios de mantenimiento y reparación, entre otras cosas. Ahora tienen la oportunidad de crear un entorno de industrial enmarcado en las renovables. También estamos trabajando con 10 entidades locales para desarrollar proyectos de agricultura compatibles con el uso del suelo, con planes adaptados de formación”, explica González. Se incluyen además estudios en competencias transversales, como administración y herramientas digitales. Todas ellas irán destinadas, sobre todo, a los habitantes de la región que se encuentren en situación de desempleo, dando prioridad de acceso a los trabajadores de la central.

¿Cuándo veremos un proyecto similar en España?

En España, las grandes chimeneas de las centrales de carbón también han comenzado a apagarse. El Gobierno central incentivó el cierre de estas instalaciones hace poco más de dos años para su reconversión. Un ejemplo lo tenemos en Andorra (Teruel), un pueblo que, durante años, ha vivido del carbón; y en junio de 2020 vio cómo su histórica central térmica -explotada por Endesa- echaba el cierre. Ahora, la energética trabaja desde el pasado año en el desmantelamiento de la central, que ocupa a más de 250 trabajadores en este momento.

El Miteco ya ha publicado la convocatoria del primer concurso de Transición Justa en nuestro país en Andorra (Teruel)

El pasado mes de noviembre el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) publicó la convocatoria de lo que supone el primer concurso de Transición Justa en nuestro país: adjudicará una capacidad de 1.202 MW para evacuar energía renovable teniendo en cuenta criterios ambientales y socioeconómicos en la elección. “Es un procedimiento similar al de Portugal. Presentamos nuestro proyecto hace unos meses y en estos momentos está en fase de análisis por parte de la Administración”, comenta el director general de Generación de Endesa. Las características son similares al de Pego: combina energía solar, eólica, grandes baterías de almacenamiento y un componente de producción de hidrógeno. “La diferencia únicamente es el peso de cada una de las tecnologías", explica González, quien añade que “este proyecto va acompañado de generación de empleo a 30 pymes de la zona”.

González confía en que el concurso de Andorra, por su volumen, sentará las bases del impulso definitivo hacia la transición energética justa en nuestro país. Ya están desarrollando proyectos de renovables en otras zonas de España -aunque de menor tamaño-, como por ejemplo el de la central de Compostilla (León). Aunque considera que para llegar al punto de Portugal necesitamos agilidad administrativa: “Existen algunas diferencias regulatorias que han impulsado este proyecto antes en el país vecino. Hemos podido desarrollarlo por la avanzada legislación portuguesa en materia de hibridación y almacenamiento de energía eléctrica. En España, parte de la normativa que regula este asunto está en borrador, en particular las hibridaciones de generación renovable con almacenamiento. Esperemos que pronto esté desarrollada”, ultima.