Salud mental, salario, medioambiente... El futuro empresarial de España, a debate

De cara a la acuciante desigualdad social y emergencia climática a la que se enfrenta la sociedad en su conjunto, desde el movimiento B Corp promueven un nuevo paradigma empresarial desde 2006: uno que ponga las personas y el planeta en el centro. Para seguir avanzando en esta transformación empresarial, este 2023 lanzan El Futuro Es Ser B. Se trata de una iniciativa de innovación democrática impulsada junto con El Futuro es Ahora en la que 35 personas aleatoriamente seleccionadas han debatido sobre diversos temas de actualidad en la ciudadanía, como la conciliación o la equidad. Lo han hecho junto a invitadas reconocidas como Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, y periodistas como Ana Pastor. Más tarde, sus propuestas sobre cómo las empresas pueden mejorar la vida de las personas serán escuchadas por los principales responsables institucionales y por el sector empresarial, tal y como ha sucedido a modo de introducción en el Metafórum que ha tenido lugar este mayo en Madrid.

La organización, consciente de que el modelo de producción actual es insostenible, trabaja para promover empresas y leyes que contribuyan a una economía más justa y sostenible. “Esta iniciativa es una nueva oportunidad para que la ciudadanía, las empresas y las instituciones públicas avancen juntas en la transformación de nuestro modelo empresarial y en la rehumanización de la economía”, ha enfatizado Pablo Sánchez, director ejecutivo de la entidad.

De esta manera, configuran un espacio desde el que pedir, a los representantes, políticas públicas de impacto que impulsen empresas que generen el valor social y ambiental que la sociedad espera de ellas, como la aún pendiente aprobación del reglamento de la Ley de las Empresas Con Propósito.

Una ciudadanía empoderada

¿Cómo lo conseguirán? El primer hito ha sido el Metafórum celebrado este mes de mayo en la capital. En él, 35 personas venidas de toda España y de diferentes edades y ocupaciones laborales han debatido sobre los principales retos del mundo laboral y la empresa. La reflexión ha girado en torno a cuestiones que les atañen como ciudadanos dentro de cuatro grandes ejes: condiciones laborales (salario, flexibilidad, conciliación…); salud mental y gestión del talento; derechos humanos, igualdad y diversidad; gobernanza e impacto social y ambiental de las empresas.

Inés Echevarría, una de las participantes, compartió con los asistentes la importancia que tiene cada individuo para lograr la tan ansiada transformación económica: “No se trata tanto de qué hacer, sino de cómo hacerlo. Tenemos que conseguir conectar con la gente para demostrar que, si somos coherentes con nosotros mismos, podemos conseguir un gran cambio”. Clara González, por su parte, reivindicó la importancia de que la voz de la juventud también se tenga en cuenta. “Es crucial fomentar espacios como estos para que participemos porque somos nosotras las personas que ocuparemos la sociedad del mañana”, explicitó esta madrileña.

Enrique Collada se desplazó a la capital desde El Recuenco, un municipio de Guadalajara. Según su punto de vista, es imprescindible que se tenga en cuenta a las empresas sostenibles que crean un impacto positivo precisamente en esos lugares que necesitan desarrollarse de forma equilibrada. El valenciano César Pardo agregó que no se debería tratar igual a los que actúan de forma distinta. “Es decir, si hay empresas que persiguen un impacto positivo en la sociedad y hacen bien las cosas, el Estado debería apoyarlas o premiarlas”, explicó.

Lola Bueno, de Málaga, incidió en la importancia de una toma de decisiones conjunta como la que se acababa de realizar. “El mensaje permea más cuando se hace desde la inteligencia colectiva, cuando se ven todas las realidades”, destacó. Asimismo, Tomás Navarro recalcó que una empresa no debería medirse únicamente en términos de rentabilidad, sino por otros factores ligados a la parte social y medioambiental que no aparecen en sus cuentas de resultados.

Le siguió Adriana Ruiz, procedente de Palma de Mallorca, quien defendió que la sociedad debería implicarse en aspectos como lograr una mayor prosperidad para el país. Por último, el malagueño Pelayo Aguilera también compartió que la sociedad debería activarse para reclamar los cambios necesarios tanto a las empresas como a la Administración pública.

La política y las empresas toman nota

Tanto autoridades políticas como empresas han podido escuchar algunas de las propuestas provisionales de la ciudadanía, como el cálculo del salario digno por territorios, el fomento de la medición y la transparencia, o mayores incentivos para las empresas con propósito. Ha sido el caso de Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial. Tras una breve exposición por parte de los participantes en el Metafórum, la representante pública ha recalcado que “nos enfrentamos a un cambio de modelo productivo con un impacto en el modelo económico y un cambio en el modelo social”, en sus propios términos.

“Nos encontramos en un periodo de transición en el que debemos atender a la reducción imprescindible de las brechas que existen y mantener una especial atención a los colectivos vulnerables. Somos la generación que debe enfrentar algunos problemas que no se pueden dejar para más adelante”, dijo Artigas. Con estos términos, la secretaria de Estado hace referencia al “gran problema de la sostenibilidad” y los “dilemas éticos y sociales asociados a la transformación tecnológica”.

Respondiendo a alguna de las cuestiones planteadas por parte del grupo de ciudadanos, Artigas argumentó que lo más importante del futuro de una empresa serán sus datos y la inteligencia, ya sea artificial o humana. “La capacidad de innovación de una compañía no sale en el balance de ninguna empresa”, adujo. En cualquier caso, la representante pública defendió que la sociedad debe formarse más para así entrar en lo que denominó la “Generación D”, de digital.

La cita también contó con la presencia de diversas representantes de empresas B Corp. La firma de moda y accesorios Hemper, por ejemplo, estuvo representada por María Aparicio, su directora de Empowered. “Estamos intentando demostrar que cuando las personas están en el centro, cuando forman parte del negocio y aportan en una empresa textil como la nuestra, luego es más fácil crecer económicamente”.

La directora de Desarrollo de Estrategia Financiera, María de Pablo, estuvo presente por parte de Triodos Bank, considerado parte de la banca ética. “Para mí lo importante es que el rango de los salarios de una empresa se mueva en una media, que no haya directivos que cobran grandes beneficios cuando su empresa subcontrata gente”, ejemplificó. A su lado se situó Gabriela Aliaga, directora de Personas y Bienestar en Artiem Hotels: “En nuestro caso, la cultura de empresa nos hace no poder externalizar los servicios. Debe ser un equipo interno el que proponga los objetivos y que la gestión de los mismos sea colectiva y no jerárquica”, en sus propias palabras.

El debate, al Congreso de los Diputados

Al mismo tiempo que se celebraba el Metafórum, se grababa el primer videopódcast ciudadano sobre el cambio empresarial, moderado por Laura Baena. Con una duración de entre 15 y 20 minutos, los invitados tendrán que responder a una pregunta formulada por la conductora del videopódcast. En él participarán perfiles académicos como Conchita Galdón y David Vico; políticos como Carme Artigas y Beatriz Becerra; empresariales como Inma Grass y Patricia Gabeiras; periodísticos como Javier Ruiz y Ana Pastor, y sociales como Franc Cortada y Samantha Hudson, esta última presente junto con Pastor en el Metafórum.

Por último, el movimiento B Corp y El Futuro es Ahora llevarán al Congreso de los Diputados el informe de resultados de este proyecto en una sesión que contará con portavoces de la Comisión de Asuntos Económicos de los distintos grupos parlamentarios. El encuentro tendrá lugar el 21 de junio y será la cita clave para exponer las conclusiones emanadas por parte de los 35 ciudadanos aleatoriamente escogidos y sus reflexiones compartidas con las empresas y la política.

Los resultados se compartirán en una sesión con portavoces de la Comisión de Asuntos Económicos en la Cámara Alta

Este tipo de iniciativas obtienen sus frutos. Así lo demuestra el propio movimiento B Corp que, como agente transformador y junto al apoyo de más de 400 organizaciones y 30.000 personas, ha impulsado Empresas con Propósito. Esta iniciativa logró la aprobación en el Congreso de los Diputados de la Ley de las Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC): una figura jurídica que reconoce a las empresas que generan impacto y un beneficio medioambiental y social.

"Este pequeño paso en el ámbito del derecho supone un gran salto para nuestro modelo económico. Sin embargo, ahora falta un segundo, tanto o más importante: la aprobación del reglamento que permita la aplicación efectiva de esta ley y que dé respuesta a la necesidad de miles de empresas que ya quieren adoptar este modelo", concluyen desde B Corp.