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Las claves del impuesto al plástico: los fabricantes empiezan a pagar la tasa
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Las claves del impuesto al plástico: los fabricantes empiezan a pagar la tasa

La nueva orden, que emana de la ley de residuos, grava con un impuesto de 0,45 euros por kilo la fabricación y la importación de este tipo de material de envasado no reutilizable

Foto: Frutas y verduras envasadas con plástico en un supermercado. (iStock)
Frutas y verduras envasadas con plástico en un supermercado. (iStock)

El nuevo año arranca con una importante novedad legislativa en materia de envases dirigida a fomentar la economía circular en el sector. Se trata del real decreto de envases y residuos de envases, que grava con una tasa de 0,45 euros el kilo de plástico utilizado para fabricar envases de un solo uso.

Según el texto de la ley, quedarán exentos de este impuesto todos los envases que hayan sido “concebidos, diseñados y comercializados para realizar múltiples circuitos o rotaciones a lo largo de su ciclo de vida y que puedan ser rellenados o reutilizados con el mismo fin”. De esta manera, se pretende ampliar el régimen de responsabilidad ampliada del productor para que los productores afectados asuman el coste integral de la gestión de este material una vez convertido en residuo.

Foto: Compra de pasta a granel en un supermercado (Yes Future)

La nueva orden, que ha entrado en vigor este 1 de enero, cumple con lo que determina la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular (7/2022, de 8 de abril) y establece un margen de 30 días naturales para que todos los fabricantes rellenen y presenten en el registro territorial el nuevo formulario de autoliquidación (modelo 592), relativo al “impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables”, con el que a partir de ahora deberán pasar cuentas sobre el uso y consumo de este tipo de material.

placeholder Envases abandonados en el aeropuerto de Barajas. (EFE/J. J. Guillén)
Envases abandonados en el aeropuerto de Barajas. (EFE/J. J. Guillén)

El nuevo impuesto tendrá en cuenta el tipo de polímero y la cantidad utilizada en su fabricación, su durabilidad, su superfluidad, la cantidad de material reciclado que contenga, la presencia de sustancias peligrosas y otros factores que afecten a su facilidad de reutilizar y/o de reciclar. En función de todo ello, se determinará la tasa a afrontar, que contemplará una bonificación cuando el producto cumpla con los criterios de eficiencia que emanan de la ley o una penalización cuando los ignore.

Mandato europeo

Con la entrada en vigor de esta nueva tasa, la legislación española cumple con los requerimientos de la UE en materia de prevención de residuos y economía circular, ampliando así su fiscalidad verde, que sigue figurando entre las más bajas a nivel europeo. Las previsiones del Gobierno apuntan a una recaudación superior a los 700 millones de euros anuales, con unos objetivos de reducción de los envases de plástico de un solo uso del 50% respecto al nivel actual para 2026 y del 70% para 2030.

placeholder La ley favorece la venta a granel de productos frescos. (EFE/V. Lerena)
La ley favorece la venta a granel de productos frescos. (EFE/V. Lerena)

Más allá de su carácter recaudatorio, la nueva legislación, que también incluye un objetivo de reducción para las botellas de plástico de un 20% para 2030 respecto a los niveles actuales, va a suponer un cambio importante para los comercios minoristas de alimentación, que entre otras cosas deberán adoptar las medidas necesarias para incluir de manera obligatoria la venta a granel de frutas y verduras frescas en sus establecimientos.

Más producto, menos envase

Así, a partir de ahora, y con el objetivo de reducir los envases de plástico de un solo uso, las tiendas de alimentación que superen los 400 metros cuadrados de superficie deberán destinar al menos un 20% a la venta a granel.

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Para ello, la nueva ley establece que los comercios “deberán aceptar el uso de recipientes reutilizables por parte de los consumidores, que serán los responsables de su acondicionamiento y limpieza”, dejando a criterio del tendero la posibilidad de rechazar la venta a granel en caso de que el recipiente aportado por el cliente esté “manifiestamente sucio o no sea el adecuado”, a fin y efecto de evitar la responsabilidad ante posibles "problemas de seguridad alimentaria".

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Las marcas deberán asumir la recogida de envases del entorno. (EFE/O. Barría)

Por último, más allá además de los costes de gestión de los envases depositados por los ciudadanos en los contenedores de recogida selectiva, el nuevo real decreto de envases y residuos de envases obliga a los fabricantes a financiar la recuperación de aquellos que aparezcan en los contenedores generales o las papeleras y los que se tiren en el entorno. Una medida que ha generado mucha polémica por su carácter eximente hacia quien se comporta de forma incívica, desentendiéndose por completo de la gestión responsable de sus residuos.

El nuevo año arranca con una importante novedad legislativa en materia de envases dirigida a fomentar la economía circular en el sector. Se trata del real decreto de envases y residuos de envases, que grava con una tasa de 0,45 euros el kilo de plástico utilizado para fabricar envases de un solo uso.

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