En primer lugar, Coca-Cola está eliminando todos los materiales y envases innecesarios o difíciles de reciclar de su porfolio para asegurar que el 100% de sus recipientes primarios sea reciclable o reutilizable. Para ello, una solución es reemplazar los film de plástico que agrupan las latas por cartón de fuentes sostenibles, con lo que se consigue eliminar 4.000 toneladas de plástico al año. Este sistema llegará progresivamente a todo el mercado nacional.
Por otra parte, los está aligerando, utilizando menos materia prima y, en consecuencia, menos huella de carbono; además de haber rediseñado los tapones de las botellas. “Nuestro país ha sido pionero en la producción de botellas con tapones adheridos que, por un lado, facilitan el reciclaje conjunto y, por otro, permiten ahorrar cerca de 3.500 toneladas de plástico al año”, explican desde Coca-Cola. De hecho, “el 99,7% de nuestros envases en España ya es reciclable”.
Otra cuestión es cómo eliminar el uso de 200.000 toneladas de plástico PET virgen de origen fósil al año en Europa que la marca utilizaría para la fabricación de los envases. La opción está en reemplazarlo por contenido 100% reciclado o renovable: “En 2021, el 28,3% del PET utilizado era ya rPET o PET reciclado. Un porcentaje que se incrementa hasta el 50% en el caso de las bebidas sin gas y zumos. Este 2022, las botellas de 50cl ya se fabricaron con un 100% de plástico reciclado en España y Portugal, menos aguas y Sprite. Además, se invirtió en acuerdos de suministro a largo plazo para estimular la innovación con especial foco en las nuevas tecnologías de reciclaje, como la despolimerización, para incrementar el suministro de plástico reciclado”, indican fuentes de la empresa.
Decíamos que, de cara a lograr la eliminación de los residuos de envases y la reducción de la huella de carbono, era necesario reimaginar y ofrecer nuevas formas en las que los consumidores compran y consumen las bebidas. Un ejemplo es el sistema de dispensado Coca-Cola freestyle, que ofrece bebida a demanda y fomenta el uso de vasos/envases reutilizables por los consumidores. El compact freestyle, por su parte, combina el anterior con el dispensador tradicional, para seguir explorando otras soluciones de suministro. Otro sistema, Pour My Beverage, ofrece tecnología de autoservicio y autopago para el dispensado de bebida. En el mercado español, la compañía, bajo su filosofía “por cada envase que venda, recogerá otro”, está también otorgando especial importancia a los envases de vidrio retornables, que representan un 27% del total.