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La fórmula de Grenoble: por qué la Capital Verde Europea de 2022 es un ejemplo de movilidad sostenible

Por EC Brands

Autobús

Autobuses con biogás, coches híbridos compartidos, bicicletas, zonas peatonales… Así ha conseguido esta localidad francesa cambiar su movilidad y ser un espejo en el que pueden mirarse otras ciudades.

Si has estado en Francia, quizá hayas visitado París, Marsella, Lyon o Niza. Es menos probable que hayas estado en la ciudad de Grenoble, a la que, sin embargo, no le faltan atractivos. La capital de los Alpes franceses se encuentra cerca de varias estaciones de esquí y cuenta con una red de senderos de 800 kilómetros. A todo esto hay que añadir, además, que esta localidad de más de 160.000 habitantes se ha convertido hoy en uno de los mayores escaparates de la sostenibilidad en Europa.

No en vano, ha sido la Capital Verde Europea en 2022. Pero, más allá de este reconocimiento, su labor en favor de la sostenibilidad se demuestra con cifras: entre 2005 y 2018, Grenoble redujo un 30% sus emisiones de gases de efecto invernadero, según el Observatorio Auvergne-Rhône-Alpes, un índice que, para 2030, espera elevar hasta el 50%, según la Comisión Europea.

¿Cómo lo ha conseguido? Entre otras medidas, implantando un modelo de movilidad sostenible que conjuga diversas formas de transporte, con amplias zonas peatonales, autobuses que funcionan con biogás, cientos de kilómetros de carril bici y una potente red de vehículos compartidos. Sirvan estos datos como ejemplo de la apuesta multimodal de Grenoble: el 42% de sus desplazamientos diarios se realiza a pie, el 21%, en transporte público y el 5%, en bicicleta.

Para Jaime Martín Juez, de la división de Transformación Industrial y Economía Circular de Repsol, este modelo multimodal de transporte es exportable a las ciudades españolas. No solo permite reducir emisiones, sino que da respuesta a las demandas de los usuarios, que piden formas de moverse más sostenibles. “Los ciudadanos quieren inmediatez y comodidad en sus desplazamientos por las ciudades. Por eso vemos que el abanico que existe desde el punto de vista de la movilidad es cada vez más amplio y se amplían el número de alternativas”, explica.

Te mostramos varias de las opciones de movilidad sostenible que Grenoble ofrece a sus ciudadanos, que han convertido a esta ciudad francesa en una referencia para otras urbes europeas.

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Transporte público: barato y sin emisiones

Autobús

Una de las formas más eficientes de mejorar la movilidad es fomentar el transporte público. En Grenoble, el Ayuntamiento devuelve a los usuarios el 50% del gasto que hagan en este transporte. Los resultados hablan por sí solos: tal y como revela un informe del Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos (Insee), la ciudad ya era en 2015 la quinta de Francia con más personas yendo a trabajar de esta manera. Parte de este mérito reside en su tranvía, que dispone de una red de 35 kilómetros, la séptima mejor de todo el mundo, según el análisis de Consultancy.eu.

Pero los vehículos que más llaman la atención en Grenoble son los autobuses. En la actualidad, más de 100 autobuses de la red urbana emplean biogás, un tipo de combustible renovable que reduce de manera sustancial las emisiones o incluso las eliminan por completo. Además, este biogás es producido localmente, en la planta metropolitana de tratamiento de aguas residuales Aquapole.

Esta tecnología la conoce bien Pedro Silva, CEO de Begas, una startup española que desarrolla motores que funcionan con biogás. Este emprendedor se muestra convencido de que, para cumplir el objetivo de cero emisiones netas fijado por la UE, será necesario combinar diferentes fuentes de energía, entre las que el biogás puede jugar un papel destacado: “Está claro que la electricidad va a ser fundamental para rebajar las emisiones, pero también estamos entrando en la era de combustibles renovables, que son los que realmente van a ayudar mucho al transporte de manera inmediata”.

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Coches: el vehículo compartido, al alza

Coche

¿Qué otras medidas han convertido a Grenoble en una referencia europea? La que ha sido Capital Verde Europea durante todo este año 2022 puede presumir de tener la zona de bajas emisiones (ZBE) más grande de Europa, que restringe el acceso a los vehículos más eficientes y cuenta con una velocidad limitada. Todo un ejemplo para el resto de ciudades europeas de más de 50.000 habitantes, que a partir de 2023 deberán crear también este tipo de zonas para mejorar la calidad del aire.

Otra medida importante ha consistido en fomentar elcoche compartido o carsharing. ¿Cómo? Ojo a la cifra: el Ayuntamiento reembolsa a sus ciudadanos el 100% del dinero que se gasten en servicios de este tipo. Lo has leído bien: hasta el último euro. Por lo pronto, en 2015 Grenoble ya era la tercera ciudad de Francia en la que menos personas cogían el coche para ir a trabajar, según Insee.

"Tenemos cada vez más estaciones de carsharing y el Ayuntamiento nos da cada vez más plazas", asegura Jean Clot, manager de Citiz, una de las empresas que operan en este sector. Él lo tiene claro: "Hace que muchas personas se separen de su coche. Solo con esta palanca, ya hay menos gases de efecto invernadero". Clot sabe de lo que habla, ya que el 30% de la flota que gestiona su empresa son coches eléctricos, mientras que el 70% son híbridos o cumplen con criterios de bajas emisiones.

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Bicicleta: una red de 475 kilómetros

Carril bici

¿Te imaginas recorrer una ciudad en bicicleta? En Grenoble podrás hacerlo sin problema: su servicio de carril bici tiene una extensión de 475 kilómetros. Para que puedas poner los datos en contexto, Madrid tiene 130 kilómetros exclusivos para ciclistas, París tiene 700 y Berlín 630; todas ellas son ciudades de población y extensión muy superior a la localidad francesa.

La apuesta por la bici en esta ciudad es más que evidente y está avalada por los propios ciudadanos desde hace tiempo. Grenoble ya era en 2017 la segunda ciudad de toda Francia con más personas (el 17%) yendo a trabajar en bici, así como la primera donde los no habitantes mejor valoran el servicio de bicicletas, según la Fédération des usagers de la Bicyclette. El apoyo no se queda aquí, ya que el Ayuntamiento reembolsa a los ciudadanos el 50% del coste de las bicis públicas de alquiler, uno de los motivos que la CE destacó al nombrar a Grenoble Capital Verde Europea 2022.

La apuesta, como hemos visto, está clara. En la hoja de ruta de Grenoble no hay un solo camino, sino varios: la multimodalidad, con métodos de transporte alternativos y adaptados a cada forma de desplazamiento, ha llevado a esta ciudad a conseguir a una movilidad más sostenible. Y, por qué no decirlo, a convertirse en un espejo en el que otras ciudades puedan mirarse.