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La ONU insiste en apremiar al mundo a invertir en el planeta
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Día de la Tierra 2022

La ONU insiste en apremiar al mundo a invertir en el planeta

Como cada 22 de abril, instituciones, organizaciones sociales y ciudadanos de todo el mundo unen sus voces en defensa del planeta con la celebración del Día Internacional de la Madre Tierra

Foto: Marcha durante el Día de la Tierra en Nueva York (Reuters/M.Segar)
Marcha durante el Día de la Tierra en Nueva York (Reuters/M.Segar)

Bajo el lema ‘Invertir en nuestro planeta’, la celebración del Día Internacional de la Madre Tierra de este año vuelve a señalar la necesidad urgente de realizar las inversiones necesarias para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todo el planeta.

Como alertó uno de los científicos más lúcidos y trascendentales de todos los tiempos, el doctor Stephen Hawking, cosmólogo, físico teórico y matemático, máximo conocedor del universo y el funcionamiento del planeta: “La actividad humana está alterando de manera tan severa el sistema climático y los ecosistemas del planeta, que podría cambiar para siempre las condiciones que hacen posible la vida en la Tierra”.

Foto: La naturaleza es uno de los valores más seguros (Foto: Jose Luis Gallego)

Pero nuestra actividad también puede encaminarse en sentido contrario. Para ello es necesario detener los procesos destructivos que están alterando la salud de los ecosistemas y el sistema climático e impulsar las inversiones necesarias para revertir el deterioro y salvaguardar dichas condiciones. Y si sumamos nuestros esfuerzos todavía estamos a tiempo de lograrlo.

En nuestra errónea convicción de que La Tierra y sus recursos nos pertenecen en exclusiva hemos puesto a prueba todos los mecanismos de autodefensa con los que cuenta el planeta para sustentar la vida, y ahora sabemos que dichos mecanismos son mucho más vulnerables a nuestras agresiones de lo que creíamos.

Desde las profundidades del mar hasta las capas más altas de la atmosfera, la alteración de ese orden natural que el planeta tardó millones de años en propiciar para hacer posible nuestra existencia ha sido tan grave, especialmente a lo largo de los últimos dos siglos, que hemos alcanzado un punto en que amenaza seriamente con colapsar.

placeholder El joven activista colombiano Francisco Vera, fundador de la oenegé 'Guardianes del Planeta' (Reuters)
El joven activista colombiano Francisco Vera, fundador de la oenegé 'Guardianes del Planeta' (Reuters)

Tal y como señalaba la ONU en su informe sobre el Estado del Financiamiento de la Naturaleza publicado hace ahora un año, la humanidad debe acelerar la restauración de los ecosistemas dañados en todo el planeta, y esa meta debe implicarnos a todos, incluyendo por supuesto a las grandes compañías y el sector financiero. El informe llega a indicar incluso el volumen de las inversiones que deben acometerse para lograrlo.

El documento, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Foro Económico Mundial y la Iniciativa de la Economía de la Degradación de la Tierra, destaca que las inversiones en la naturaleza deben triplicarse para 2030 y multiplicarse por 4 antes de 2050 y que las economías más fuertes, como las de los países que integran el G20, deben promoverlas en el sector privado creando oportunidades de inversión privada basadas en la naturaleza. El objetivo para atender las necesidades de restauración y reparación es alcanzar un total de 8,1 billones de dólares antes de 2050.

La mayoría de los beneficios de la naturaleza carecen de valor de mercado, aun proporcionando la base de la prosperidad

El estudio reconoce que, siendo cierto que las cantidades son muy elevadas, las pérdidas económicas derivadas de las crisis climática, como los daños asociados al creciente número de fenómenos meteorológicos extremos o las enfermedades zoonóticas (como la covid) vinculadas a la destrucción de los ecosistemas y la pérdida de bioviversidad, son aún mucho mayores.

Más allá del sólido argumento de asegurar nuestra propia supervivencia en el planeta, la evaluación coste beneficio refuerza aún más la oportunidad de invertir en sostenibilidad a fin de mejorar la salud de los ecosistemas, mitigar los efectos del cambio climático y atender con las suficientes garantías los principales retos sociales a los que nos enfrentamos: como la seguridad alimentaria, el acceso al agua potable y de saneamiento y la mejora de la resiliencia de nuestros asentamientos ante el aumento de catástrofes naturales.

El informe presenta algunos casos de estudio llevados a cabo en diversas partes del mundo para ilustrar las posibilidades de abordar el cambio climático y la degradación del medio ambiente mediante soluciones basadas en la naturaleza. Asimismo considera que a medida que las empresas entiendan mejor las oportunidades, surgirán o se fortalecerán productos financieros con rendimientos atractivos que permitan la puesta en marcha de dichas soluciones.

Foto: Un pastor con su rebaño de ovejas. (EFE/M. Bruque)

También aboga por la puesta en marcha de cambios sistémicos a todos los niveles, incluida la necesidad de que los productos que consumimos contemplen su coste real, teniendo en cuenta su huella ecológica. En ese sentido se indica que las empresas y las instituciones financieras deben divulgar los riesgos financieros relacionados con el deterioro del clima y la naturaleza, y los gobiernos deben reorientar las políticas fiscales agrícolas y los aranceles para contribuir a detenerlo.

Como indica la ONU, este Día de la Tierra es el segundo que se celebra dentro del Decenio para la Restauración de Ecosistemas, recordándonos que ellos son los que sustentan todas las formas de vida de la Tierra, por lo que necesitamos preservarlos impulsando el necesario cambio hacia una economía más sostenible, un nuevo modelo que funcione tanto para las personas como para el planeta y que promueva un desarrollo de nuestras sociedades en armonía con la naturaleza.

En ese mismo sentido el informe ‘Hacer las paces con la naturaleza’ advierte que los sistemas económicos, financieros y productivos pueden y deben transformarse para dirigir e impulsar el cambio hacia la sostenibilidad y que La sociedad debe incluir el capital natural en la toma de decisiones, eliminando los subsidios perjudiciales para el medio ambiente para invertir en una transición ecológica hacia un futuro sostenible.

placeholder La contaminación por plástico es una grave amenaza al desarrollo (EFE/L.Koula)
La contaminación por plástico es una grave amenaza al desarrollo (EFE/L.Koula)

Entre las conclusiones elaboradas desde la perspectiva económica, el informe subraya que la naturaleza es un activo fijo vital, que proporciona muchos bienes y servicios esenciales, y que los parámetros convencionales, como el producto interno bruto (PIB), sobrevaloran el actual sentido de progreso económico porque no dan cuenta fielmente de los costos de la degradación del medio ambiente ni reflejan la disminución del capital natural.

La riqueza inclusiva, es decir la suma del valor del capital natural, humano, manufacturado y social, es una forma más adecuada de medir el progreso real y sostenible de una sociedad. La práctica actual de excluir el valor de la naturaleza y los costos de su degradación de la contabilización económica y los precios de mercado, junto con el impacto de las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente, como las destinadas a la agricultura industrial y la energía de los combustibles fósiles, plantea un riesgo cada vez mayor para las economías y sociedades.

Estamos pues ante una oportunidad inmejorable de poner en valor el capital natural y revertir los procesos derivados de nuestra actividad que lo están llevando a la quiebra. La gran oportunidad, también económica, es invertir en el planeta.

Bajo el lema ‘Invertir en nuestro planeta’, la celebración del Día Internacional de la Madre Tierra de este año vuelve a señalar la necesidad urgente de realizar las inversiones necesarias para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todo el planeta.

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