Los grupos ecologistas reclaman una actividad agraria más sostenible
Resulta prioritario reducir el uso de fertilizantes sintéticos, favorecer la ganadería extensiva, optimizar los sistemas de riego y detener la contaminación por nitratos
Las principales ONG ambientales a nivel estatal, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF, alertan de los aspectos negativos para el medio ambiente y para la salud ) del Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PEPAC) para España en el periodo 2023-2027.
En su opinión el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), debe corregir numerosos puntos para que el cumplimiento de la Política Agrícola Común (PAC) resulte verdaderamente justo con los agricultores, promueva la sostenibilidad de la actividad agraria y del desarrollo rural preservando el medio ambiente y la biodiversidad, y garantice la producción de unos alimentos saludables y asequibles para todos.
Las oenegés critican que se sigan destinando fondos públicos a modelos productivos con un impacto ambiental negativo
Entre los principales retos que debe afrontar el sector agrario los ecologistas destacan la puesta en marcha de medidas efectivas de mitigación y adaptación al cambio climático, recordando que es el único sector que incrementó sus emisiones de gases de efecto invernadero un 2,3 % entre 2019 y 2020. El freno a la contaminación del agua por nitratos, por la que se mantiene abierto un procedimiento de infracción por parte de la Comisión Europea, y el impulso de una necesaria y urgente transición agroecológica hacia sistemas alimentarios sostenibles, en cumplimiento de lo que señalan el Pacto Verde y las estrategias De la Granja a la Mesa y Biodiversidad 2030.
Sobre los llamados 'ecoesquemas', los nuevos pagos verdes por la mejora de la sostenibilidad de las explotaciones, a las oenegés les preocupa especialmente el de siembra directa al implicar el uso de herbicidas de amplio espectro, con un impacto probado sobre la salud de las personas y la del medio ambiente. Tampoco les convence que los ecoesquemas aplicados en las tierras de regadío reciban tres veces más dinero por hectárea que los dedicados a las tierras de secano. Ni que sobre una misma hectárea sólo pueda cobrarse por una práctica, lo que desmerece a los sistemas de alto valor vatural en los que se aplican múltiples prácticas beneficiosas para la naturaleza. En concreto, esta versión inicial del PEPAC no garantiza que las producciones más intensivas auxiliadas (cebo de terneros, cultivo de remolacha, arroz y tomate de industria) reduzcan sus impactos, como la dependencia externa de recursos naturales procedentes de la deforestación (como la soja importada) o el excesivo consumo de agua, agroquímicos y energía.
Para los ecologistas resulta igualmente prioritario reducir el uso de fertilizantes sintéticos y mejorar la gestión de los purines provenientes de la ganadería industrial, ante el elevado nivel que ha alcanzado la contaminación de los acuíferos en España. En su opinión faltan medidas agroambientales para retos transversales como la coexistencia con la conservación de los grandes carnívoros, el apoyo a la trashumancia, el control natural de plagas y enfermedades con predadores naturales, y el apoyo decidido con múltiples herramientas a la producción sostenible en la Red Natura 2000. Asimismo, se ha desaprovechado la oportunidad de implementar figuras novedosas, como los pagos por resultados, los contratos territoriales por explotación, los bancos de tierras y la acogida a las medidas agroambientales bajo figuras asociativas o colectivas, entre otras.
Por último critican que se sigan destinando fondos públicos a modelos productivos con un impacto ambiental negativo, en especial las ayudas bajo las que se enmascaran subvenciones a las plantaciones de leñosos en intensivo; al desarrollo incontrolado e insostenible de macrogranjas; o la modernización de regadíos sin atender al necesario ahorro de agua en el sector para adaptarse al cambio climático.
A pesar de todos los aspectos a mejorar, las oenegés medioambientales han destacado algunos puntos positivos, como la obligación de reservar un porcentaje mínimo de elementos no productivos en los campos de cultivo para potenciar la biodiversidad o el apoyo a la ganadería extensiva a través de diversas herramientas vinculadas con los pagos directos.
También señalan en buena dirección las ayudas al olivar tradicional para contribuir positivamente al mantenimiento de un agroecosistema que permita conservar la biodiversidad de especies en declive como el alzacola rojizo, declarada Ave del Año 2022 por SEO/BirdLife, con un descenso poblacional del 94,8 % en los últimos 15 años. Para estas organizaciones que velan por el cuidado del medio ambiente, aunque estos apartados no son suficientes para generar un cambio real en el modelo de aplicación de la PAC, indican el sentido correcto hacia el que deberíamos avanzar
Las principales ONG ambientales a nivel estatal, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF, alertan de los aspectos negativos para el medio ambiente y para la salud ) del Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PEPAC) para España en el periodo 2023-2027.
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