No más ‘greenwashing’: las claves para avanzar hacia una sostenibilidad real
La tertulia abordó uno de los temas que más polémica está generando en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que se celebra estos días en Glasgow, Reino Unido: el llamado ‘greenwashing’
La comunidad internacional se encuentra inmersa en la transición ecológica que debe servir para poner fin al cambio climático. Al impulso de la ciudadanía para frenar el calentamiento global se han sumado en los últimos años tanto la Administración pública, como el grueso del entorno empresarial. El escenario pospandemia ha propiciado, además, un caldo de cultivo adecuado para acelerar este proceso y que se instaure de forma definitiva una ‘buena praxis’ en los modelos de negocio de compañías grandes y pequeñas de todo el mundo.
Para conocer de primera mano cuál es el rol que debe desempeñar el sector privado y qué pasos se han de dar para alcanzar un horizonte más verde, El Confidencial organizó una mesa redonda bajo el título ‘El papel de la empresa para alcanzar un futuro sostenible’, a la que asistieron Carlos Inacio, director general de Primark de España y Portugal; Delia García, directora de RSC y Sostenibilidad en L'Oreal España; David Pérez, vicepresidente de Personas, Sostenibilidad y Asuntos Públicos de Cabify; y Borja Lafuente, responsable de Sostenibilidad y Asuntos Públicos en Danone.
Los contertulios comenzaron el encuentro señalando que el cambio de mentalidad no se puede llevar a buen puerto sin la colaboración de las diferentes partes implicadas en cada actividad económica. Para ello y según Carlos Inacio, se antoja imprescindible “ayudar a ‘partners’ y proveedores para que esta transición también les implique”. Desde el punto de vista del director de Primark en nuestro país, "estamos trabajando con nuestros partners y compañeros de viaje para ir en la misma dirección y alcanzar nuestros objetivos de sostenibilidad " y puso el ejemplo de la propia firma irlandesa: “En los últimos años, hemos incrementado el equipo para formar a un grupo de 130 expertos que realizan auditorías a nuestros proveedores con el fin de garantizar que ellos igualmente cumplen nuestros cánones de respeto al medioambiente y las personas”, explicó.
Esta idea de cooperación estuvo muy presente durante el desarrollo de todo el encuentro. Precisamente, en una postura similar, Delia García reclamó “ir de la mano de la ciencia y el talento”. En su opinión, “el problema es tan urgente que hay que ir un paso más allá. No basta con cumplir los compromisos directos de cada empresa, sino que hay que involucrar a todo el ecosistema, incluyendo al consumidor, y se deben realizar inversiones de impacto, apostando por ‘startups’ y profesionales que trabajen en la buena dirección”, concretó la representante de L’Oreal.
Honestidad frente al ‘ecoblanqueo’
Como no podía ser de otra manera, la tertulia abordó uno de los temas que más polémica está generando en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que se celebra estos días en Glasgow, Reino Unido: el llamado ‘greenwashing’. Con la utilización de este concepto -que en castellano se traduce como ‘ecoblanqueo’-, los ecologistas denuncian que algunas compañías traten de mejorar su imagen corporativa utilizando la excusa de la sostenibilidad, pero sin llevar a cabo iniciativas con impacto real. “Para examinar a fondo el respeto al medioambiente no se puede centrar la mirada únicamente en un punto de la cadena de valor, ya que el usuario se dará cuenta de que le están tomando el pelo”, advirtió en una de sus intervenciones Borja Lafuente. El responsable de Danone se mostró taxativo en este sentido: “Las empresas deben ser honestas y tener mucho cuidado con lo que comunican. El cliente cada vez está mejor formado y tiene a su alcance herramientas más eficaces para detectar el ‘greenwashing’”, insistió.
Por su parte, David Pérez puso en valor la transparencia que debe existir dentro de la acción empresarial. “Dado que en los últimos años ha crecido el escrutinio hacia las organizaciones de todo tipo, es importante que nuestro compromiso sea real y vaya más allá de la simple construcción de imagen”. Para el vicepresidente de Personas, Sostenibilidad y Asuntos Públicos de Cabify, “las modificaciones que la sociedad exige a las compañías no son sencillas” y, por esta razón, “se tiene que marcar una velocidad real para el cambio”. Bajo su perspectiva, “la hoja de ruta la deben marcar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), establecidos por la ONU en la Agenda 2030”.
En esta línea de pensamiento, Carlos Inacio matizó que “la transparencia, de hecho, minimiza el impacto de los errores que podamos cometer porque se gana en confianza”. Desde la empresa textil destacaron que uno de los grandes desafíos es comunicar con luz y taquígrafos. “El consumidor debe conocer lo que implica asumir la sostenibilidad y los factores involucrados. En nuestro caso, aunque esta transición requiere una mayor inversión, jamás repercutirá en el coste de nuestros productos porque el precio asequible forma parte de nuestro ADN, es un compromiso que tenemos con el cliente”, subrayó.
Garantizar el mañana, actuando hoy
“Lo que vivimos en la actualidad es consecuencia de las decisiones que se tomaron en el pasado”. Con esta afirmación, Pérez inició la ronda de conclusiones y puso encima de la mesa la necesidad de trabajar hacia el largo plazo. “La responsabilidad medioambiental ha de afectar a cada una de las áreas de trabajo de la compañía. Por eso tenemos que apostar por el talento para asegurar los mejores resultados”, precisó. En consonancia, Lafuente recalcó que el mundo empresarial “está llamado a construir este legado y un propósito. Debemos preguntarnos qué necesita la sociedad y, a partir de ahí, tenemos que construir las respuestas”.
Estas conclusiones las hizo suyas García. “Lo ‘no financiero’ tiene que ser considerado como financiero. Es decir, los costes que conlleva ser sostenibles se deben incluir en la cuenta de resultados”. La representante de L’Oreal reivindicó lo afirmado por sus contertulios y aclaró que “hay que ampliar la mirada. Hasta ahora se ha perdido mucho tiempo y tenemos que dirigir la vista más allá del corto y medio plazo, pero asimismo hay que incluir en la transición nuevos elementos y adoptar decisiones valientes, ya que no podemos dejar de lado aspectos tan importantes como la inclusión o el bienestar social”, aseguró.
Coincidente con este clima optimista, Carlos Inacio lanzó un mensaje que sirvió de corolario: “Tenemos todo a nuestro favor para alcanzar los objetivos marcados. Se trata de un momento relevante para la sostenibilidad y es imprescindible trabajar en esta dirección. Sin embargo, para garantizar un futuro respetuoso con el medioambiente, debemos colaborar unos con otros, alcanzando sinergias entre administraciones, industria y organizaciones de todo tipo”, enfatizó para después concluir que “el respeto al entorno no solo implica a la naturaleza y el planeta, también a las personas que lo habitan”.
La comunidad internacional se encuentra inmersa en la transición ecológica que debe servir para poner fin al cambio climático. Al impulso de la ciudadanía para frenar el calentamiento global se han sumado en los últimos años tanto la Administración pública, como el grueso del entorno empresarial. El escenario pospandemia ha propiciado, además, un caldo de cultivo adecuado para acelerar este proceso y que se instaure de forma definitiva una ‘buena praxis’ en los modelos de negocio de compañías grandes y pequeñas de todo el mundo.
- La ONU y la Unesco buscan establecer un nuevo orden mundial que integre los ODS Agencias
- "Cada vez más empresarios ven la sostenibilidad como factor de innovación" Jose Luis Gallego
- Financiar la transición ecológica es más barato de lo que parece The Wall Street Journal Greg Ip