Momento de pasar a la acción: la urgencia climática exige "alianzas" y "no dejarse a nadie"
El foro 'Agenda 2030: ante la urgencia de acelerar el cambio' reunió en Barcelona a expertos y representantes de empresas para analizar cómo el calentamiento global intensifica desastres como la DANA y explorar soluciones urgentes
La mayor catástrofe de la historia reciente de España ha vuelto a poner encima de la mesa algo de lo que llevan mucho tiempo advirtiendo los científicos: el cambio climático incrementa la virulencia de los desastres naturales. En el caso de la DANA que azotó la semana pasada a la Comunidad Valenciana y otras áreas de la península, los expertos coinciden en señalar el incremento en la temperatura del Mediterráneo como uno de los elementos determinantes, ya que, cuanto más cálidas son las aguas en los océanos, mayor cantidad de humedad está a disposición de las tormentas asociadas a este fenómeno meteorológico extremo. Sin embargo, pese a que existe cada vez más consenso en la necesidad de cambiar el sistema para hacerlo más sostenible medioambientalmente, apostando por la economía circular, respetando la biodiversidad y recorriendo la transición energética de una forma justa, sigue siendo esencial que se haga desde la colaboración entre sectores, con compromiso institucional y contando siempre con las empresas y los ciudadanos.
Con el objetivo de analizar en qué punto se encuentra la adopción de este nuevo paradigma y cuáles deben ser los siguientes pasos, El Confidencial organizó junto a Veolia, Abertis, BASF y la Generalitat de Catalunya, así como con la colaboración de Lynk & Co, el foro Agenda 2030: ante la urgencia de acelerar el cambio. La jornada, celebrada en Barcelona, contó con la participación de Sonia Frías, gerente de Servicios Urbanos y Mantenimiento del Espacio Público del Ayuntamiento de la capital catalana, y se articuló en torno a una ponencia y una mesa redonda. La conferencia corrió a cargo de Javier Martín Vide, catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona, mientras que en la tertulia participaron Dulcinea Meijide, directora de Desarrollo Sostenible de Agbar, compañía del grupo Veolia; Xavier Ribera, Head of Communications, Govern Affairs and Sustainability de BASF; Ana Palencia, directora de Sostenibilidad de Unilever España; y Josep María Ribas Portella, director de Cambio Climático de bodegas Familia Torres. El encargado de conducir el evento y compartir con el público sus reflexiones fue José Luis Gallego, periodista colaborador de El Confidencial especializado en medioambiente.
Para dar comienzo al encuentro, Sonia Frías destacó en su discurso inaugural “los esfuerzos que ha realizado la ciudad anfitriona —afectada por la propia DANA un día antes de la celebración del evento— para reducir la vulnerabilidad ante el cambio climático”. En concreto, mencionó “las obras de resiliencia hídrica que se han implementado en Barcelona, tales como los 15 depósitos de agua construidos en el subsuelo y que evitan inundaciones como las acontecidas en décadas anteriores”. Del mismo modo, Frías subrayó la importancia de estas infraestructuras para “asegurar un servicio hídrico adecuado, incluso en épocas de sequía, mediante fuentes alternativas como la regeneración de agua y el uso de pozos subterráneos”.
"Barcelona tiene resiliencia hídrica porque es una ciudad pionera en adaptar sus infraestructuras ante desastres", S. Frías (Ayuntamiento)
En materia de colaboración entre administración, empresas y sociedad civil, la gerente de Servicios Urbanos y Mantenimiento del Espacio Público del Ayuntamiento de Barcelona resaltó que es “imprescindible trabajar de forma colectiva, contando con la involucración activa de todos los sectores” y añadió que “precisamente, el esfuerzo compartido ha permitido, por ejemplo, que el consumo de agua en la ciudad se mantenga en un nivel bajo, incluso durante los meses más duros de la sequía”, apuntó. En la misma línea, el consistorio de la Ciudad Condal ha impulsado un plan para generar su propia energía renovable, con la meta de “multiplicar por tres la capacidad de generación en 2027 y por cinco en 2030”, concretó. En esta misma línea de trabajo, Frías no quiso olvidarse de la justicia social: “No hay que dejar de lado a los más vulnerables en este camino”, señaló, refiriéndose a aquellas personas que se encuentran “en situaciones económicas y de salud precarias”.
A continuación, Javier Martín Vide, abordó los efectos tangibles del cambio climático en el ámbito urbano y la necesidad de adaptar las infraestructuras para hacer frente a fenómenos meteorológicos extremos: "Los datos recuerdan que el planeta se nos ha hecho pequeño, con 8.000 millones de personas consumiendo recursos a un ritmo insostenible”, aclaró. Para evidenciarlo, afirmó que “basta echar un vistazo al Día de la Sobrecapacidad de la Tierra —aquel en el que el consumo humano de recursos supera a la capacidad de regeneración natural del planeta— para comprobar que en estos momentos ya necesitamos 1,7 planetas al año para mantener nuestro ritmo de vida”, especificó. Continuando con esta línea de reflexión, el catedrático subrayó el efecto acumulativo de los gases de efecto invernadero, indicando que “las concentraciones de CO₂ actuales superan las 400 partes por millón, un nivel sin precedentes en los últimos millones de años”. ¿Su efecto? “El incremento de la temperatura global, ahora de 1,2ºC, es ya preocupante y se acerca al umbral de 1,5ºC en apenas dos décadas, lo que podría desencadenar efectos graves e irreversibles”, enfatizó Martín Vide.
"El Día de la Sobrecapacidad se adelanta cada año. Ya necesitamos 1,7 planetas para mantener el ritmo de consumo de recursos", J. M. Vide (UB)
En este punto de su análisis, el profesor de Geografía Física en la Universidad de Barcelona hizo referencia a los fenómenos extremos para advertir que “el cambio climático los intensifica”. Entre los episodios con mayor afección en España enlistó “las sequías, las lluvias torrenciales y las olas de calor”. Después resaltó que “el peligro también depende de la vulnerabilidad de la población y la preparación, así como de la cultura del riesgo, ya que todo ello puede agravar el impacto en áreas con menos recursos”. Martín Vide incidió en que “las personas en condiciones de pobreza energética y sin acceso a aire acondicionado se enfrentan a mayores riesgos de salud durante las olas de calor” y pidió “ser solidarios con esos estratos desfavorecidos de la población”. También hizo hincapié en el concepto de "olas de calor urbanas" y propuso el diseño de zonas verdes y sistemas de sombra como medida de adaptación en aquellas ciudades densamente pobladas, donde las temperaturas son más elevadas debido al fenómeno de la isla de calor.
¿Qué están haciendo las empresas?
Tras Sonia Frías y Javier Martín Vide fue turno de escuchar a los participantes en la mesa redonda titulada De la concienciación a la acción. La tertulia fue conducida por el periodista especializado en medioambiente José Luis Gallego, quien aseguró que “este encuentro llega en un momento muy oportuno porque ahora toca hablar de sostenibilidad, una palabra que se nos queda corta, ya que se trata de un asunto muy serio que nos atañe a todos”. En opinión del experto, “el liderazgo contra el cambio climático también lo tienen las empresas y por eso es tan relevante escuchar qué están haciendo en estos momentos y qué podemos esperar de su acción en el futuro”, expuso.
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En su primera intervención, Dulcinea Meijide quiso aportar una visión integrada de los vectores agua y energía, explicando “cómo los sistemas de tratamiento de aguas residuales pueden contribuir a la producción de energía renovable mediante biogás, por ejemplo”. También señaló la relevancia que tiene “la adaptación para los servicios urbanos” y propuso “avanzar hacia una visión holística del agua, considerando no solo el agua potable, sino también los humedales y sistemas naturales que ayudan en la captación y almacenamiento”. Meijide remarcó que “aplicando estas prácticas innovadoras, en 2023, un 60% del agua suministrada en la red de Barcelona provenía de fuentes regeneradas y desaladas, lo que marca un hito en la gestión hídrica de la ciudad.”.
"Utilizamos herramientas como los gemelos digitales para simular escenarios y anticipar problemas de infraestructura", D. Mejide (Agbar)
La directora de Desarrollo Sostenible de Agbar también resaltó el papel de la digitalización y la inteligencia artificial para optimizar la gestión del agua: “Estamos utilizando herramientas como los gemelos digitales para reproducir situaciones. Esta tecnología permite simular escenarios y anticipar problemas de infraestructura”, detalló. Pero la firma que representa Mejide igualmente utiliza “a la propia naturaleza como solución, incluyendo proyectos de recuperación de pozos, humedales y espacios acuáticos terrestres”, precisó. Y con el mismo carácter innovador, evidenció “la importancia de identificar puntos débiles para adecuar los servicios de agua. Es decir, conocer las vulnerabilidades de los diferentes escenarios puede resultar clave para asegurar el abastecimiento en tiempos de crisis”, constató.
La sostenibilidad y la economía circular de los recursos fueron algunos de los puntos de interés durante las intervenciones de Xavier Ribera, quien profundizó en la necesidad de colaboración intersectorial y con otras firmas para cumplir con la Agenda 2030: “En el caso de BASF estamos llevando a cabo proyectos pioneros en reciclaje textil junto a empresas que pueden ser de la competencia. Ahora toca arrimar el hombro, ya competiremos más adelante en el mercado”, aseguró. Y puso como ejemplo el proyecto desarrollado junto a Inditex para “reducir el uso de plásticos en el sector textil mediante materiales como el nailon reciclado”. Además, Ribera insistió en la relevancia de la descarbonización y en que, en la industria que representa, “la sostenibilidad puede implicar renuncias a corto plazo en la rentabilidad, pero a largo plazo se traduce en resiliencia y crecimiento sostenible”, remarcó.
Para el director de Comunicación y Sostenibilidad de BASF “es importante recordar que tenemos un planeta finito que limita el crecimiento sin límites al que aspiramos. La gran barrera es entender que el propósito puede golpear a la rentabilidad. Si conseguimos cambiar la mentalidad y renunciar a ciertos beneficios inmediatos, estaremos trabajando en pos de la sostenibilidad”, reclamó. En lo referente a la legislación, Ribera consideró que “para lograr un cambio efectivo, Europa debe liderar el equilibrio entre sanciones y estímulos, motivando con nuestro ejemplo a que otros países sigan este camino hacia la sostenibilidad y el respeto medioambiental”, concretó.
"Estamos creando alianzas con la competencia para innovar. Ya competiremos más adelante en el mercado", Xabier Ribera (BASF)
Por su parte, Ana Palencia, destacó un elemento como eje central de cualquier plan de estrategia en sostenibilidad: “la comunicación”. Según los datos manejados por la directora de Sostenibilidad de Unilever España “ el 68% de la huella de carbono de la empresa proviene del uso que el consumidor hace de sus productos”. En respuesta a esto, Unilever ha desarrollado un código de agricultura sostenible para sus proveedores, que ha permitido reducir un 22% sus emisiones. No obstante, Palencia advirtió que “aún existen barreras significativas en el entendimiento del consumidor sobre la importancia de prácticas sostenibles, como la reutilización y el uso de productos a granel”, y reiteró “la necesidad de reforzar la educación y concienciación en este ámbito”.
Asimismo, la experta resaltó “la colaboración en toda la cadena de valor” como “factor fundamental para lograr cumplir con todos los ODS, especialmente con el número 17 (relativo al fomento de las propias alianzas y sinergias entre agentes del cambio)”. En este sentido, Palencia comentó las dificultades de “colaborar con proveedores y consumidores porque las velocidades y las prioridades son distintas”, y subrayó la necesidad de remar al unísono. Respecto a las prioridades para alcanzar la sostenibilidad por parte de las grandes empresas, puso como ejemplo los enfoques que actualmente son clave para su compañía: “Clima, naturaleza, plástico, además de ayudar a las comunidades locales”, según enumeró con el objetivo de compartir sus prácticas sostenibles para que “otros actores en el mercado puedan replicarlos”.
Finalmente, Josep María Ribas Portella, enfocó su intervención en la agricultura y el compromiso de su empresa con una “viticultura regenerativa que actúe como sumidero de carbono”. Así, explicó cómo “la incorporación de maquinaria eléctrica en el campo y la inversión en energías renovables en las bodegas están ayudando a reducir las emisiones”, y detalló “los esfuerzos por aligerar el packaging y promover la reutilización de botellas”. Al mismo tiempo, Ribas Portella destacó “la fundación que tiene la compañía como plataforma para aumentar la visibilidad y la voz del sector vinícola en la lucha contra el cambio climático, con una participación del 3% de la producción mundial de vino ya comprometida con los objetivos de sostenibilidad”, aseguró.
Para concluir, en consonancia con lo apuntado por los otros participantes en la mesa redonda, el director de Cambio Climático de Familia Torres concretó que “el objetivo de neutralidad de carbono está fijado para 2050 en el sector vitivinícola” y remarcó que “en el año 2030 deberíamos haber alcanzado una reducción de emisiones del 60% poniendo para ello en marcha un total de 14 iniciativas concretas”. Pero para lograrlo, Ribas Portella reiteró algo apuntado por otros contertulios: “Será necesario innovar y establecer nuevas alianzas en el sector”, defendió.
La mayor catástrofe de la historia reciente de España ha vuelto a poner encima de la mesa algo de lo que llevan mucho tiempo advirtiendo los científicos: el cambio climático incrementa la virulencia de los desastres naturales. En el caso de la DANA que azotó la semana pasada a la Comunidad Valenciana y otras áreas de la península, los expertos coinciden en señalar el incremento en la temperatura del Mediterráneo como uno de los elementos determinantes, ya que, cuanto más cálidas son las aguas en los océanos, mayor cantidad de humedad está a disposición de las tormentas asociadas a este fenómeno meteorológico extremo. Sin embargo, pese a que existe cada vez más consenso en la necesidad de cambiar el sistema para hacerlo más sostenible medioambientalmente, apostando por la economía circular, respetando la biodiversidad y recorriendo la transición energética de una forma justa, sigue siendo esencial que se haga desde la colaboración entre sectores, con compromiso institucional y contando siempre con las empresas y los ciudadanos.