La desertificación se come España

Los suelos áridos y desérticos avanzan en España y por eso el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) ha presentado la Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación para mitigar sus efectos y restaurar las zonas degradadas. Sin embargo, desde la organización conservacionista WWF echan en falta un presupuesto y medidas concretas que indiquen en qué se va a invertir en los próximos 8 años.

“El diagnóstico de la Estrategia es muy afinado, pero las medidas de actuación son un listado sin desarrollar y tampoco hay priorización de actuaciones. El análisis es muy bueno, pero no sabemos ni cuándo ni cómo ni quién es el responsable de las medidas”, explica Diana Colomina, coordinadora del Programa de Bosques de WWF.

"Los objetivos no son claros, alcanzables y definidos, no son específicos ni medibles y no incluyen una fecha para el cumplimiento"

En las alegaciones presentadas a la Estrategia, cuyo plazo terminó esta semana, WWF reclama que haya una financiación específica con un presupuesto concreto, que especifique qué coste tendrá implementar las medidas que recoge la Estrategia.

La Estrategia de Lucha contra la Desertificación contempla la elaboración de un Plan de Restauración de terrenos afectados por la desertificación, de un Atlas de Desertificación en España y de un visor de los escenarios y evolución de la desertificación en España.

También prevé la elaboración de una ley nacional de conservación y uso sostenible de los suelos, la creación de una red de centros e investigadores de excelencia en estudios sobre aspectos relacionados con la desertificación y el desarrollo de una plataforma o hub de desertificación para la transferencia de conocimientos, datos y experiencias de lucha contra la desertificación.

Las medidas recogidas en la Estrategia pretenden, por una parte, mejorar y reforzar las metodologías y herramientas de evaluación y seguimiento al riesgo de desertificación; y por otra, elaborar pronósticos de acuerdo con los diferentes escenarios climáticos y socioeconómicos.

Para Colomina, “los objetivos no son claros, alcanzables y definidos, no son específicos ni medibles y no incluyen una fecha para el cumplimiento, sino que son genéricos y no plantean un horizonte de trabajo claro, más teniendo en cuenta que la Estrategia es a 2030”.

Dos terceras partes de España en riesgo

El 74% del territorio de España son suelos áridos, semiáridos y subhúmedos secos y están en riesgo de desertificación y las principales causas son la sequía, la erosión, los incendios forestales, la sobreexplotación de acuíferos, la crisis en la agricultura tradicional con el consiguiente abandono de tierras y deterioro del suelo y de las estructuras de conservación del agua, y la concentración de la actividad económica en las zonas costeras como resultado del crecimiento urbano, las actividades industriales, el turismo y la agricultura de regadío.

La restauración hidrológico-forestal es una de las medidas clave para frenar la desertificación, ya que defiende el territorio frente a la sequía y las inundaciones, aumenta la capacidad de aprovisionamiento de agua y contribuye a la conservación y mejora de la funcionalidad de los suelos.

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Además, la restauración hidrológico-forestal fomenta la creación de empleo rural, la conservación y mejora de la biodiversidad, la mitigación del cambio climático por aumento de los sumideros de carbono, y la mejora del paisaje y del valor recreativo de los montes. WWF propone crear mesas participativas a escala nacional, autonómica y de agrupaciones municipales para planificación territorial. Y también propone en sus alegaciones crear una base de datos de todos los proyectos de restauración financiados con fondos públicos, para poder analizar cómo de efectivas son las restauraciones.

Y pide que no se incluya la modernización de regadíos como medida para paliar la desertificación, ya que según WWF es contraproducente, porque no supone un ahorro de agua para la cuenca, a no ser que se reduzcan las extracciones y se dejen recursos para usos ambientales.