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En el Ártico, las lluvias serán más comunes que las nevadas
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En el Ártico, las lluvias serán más comunes que las nevadas

Los nuevos modelos climáticos revelan que el futuro Ártico será más húmedo, con más lluvia que nevadas durante el año y este cambio ocurrirá décadas antes de lo que se predijo anteriormente

Foto: Una aldea en Groenlandia, donde empezará a llover dentro de poco. (Unsplash)
Una aldea en Groenlandia, donde empezará a llover dentro de poco. (Unsplash)

Lo que en su momento parecía una anomalía, el hecho de que pudiéramos observar lluvia y no nieve en el punto más alto de la capa de hielo de Groenlandia durante este mes de agosto de 2021, ha resultado ser un presagio de lo que vendrá. Las precipitaciones se produjeron en un punto donde jamás habían sido registradas y en una región en la que no llovía hacía más de 70 años. Ahora, sabemos que es una prueba más del calentamiento global de nuestro planeta.

Así lo muestra un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Manitoba (UM), en coautoría con científicos del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC) de Estados Unidos. Las proyecciones de los últimos modelos climáticos evidencian un fuerte aumento en la tasa y rango de precipitación que se espera que caiga en el Ártico, sobre todo en forma de lluvia.

¿A qué se debe este cambio?

“Hay enormes ramificaciones de estos cambios, que notamos en el documento, como una reducción de la capa de nieve, un mayor derretimiento del permafrost, más eventos de lluvia sobre nieve y mayores eventos de inundaciones debido al aumento de la descarga de los ríos, todos los cuales tienen implicaciones sobre poblaciones de vida silvestre y medios de vida humanos”, explica Michelle McCrystall, becaria postdoctoral en el Centro de Ciencias de Observación de la Tierra de la Universidad de Manitoba en la Facultad de Medio Ambiente, Tierra y Recursos Clayton H. Riddell y líder del trabajo que publica la revista Nature Communications.

El terreno oscuro absorberá más calor del sol, lo que aumentará aún más el calentamiento a través de un circuito de retroalimentación continuo

Esta alteración o, más bien, transición de nevadas a lluvias, se produce debido al rápido calentamiento, la pérdida de hielo marino y el transporte de calor hacia los polos en el Ártico.

Ocurrirá mucho antes de lo previsto

La lluvia reemplazaría a las nevadas como principal forma de precipitación en partes del Ártico para 2050 (entre 2050 y 2080), hasta dos décadas antes de lo que se pensaba (el modelo original arrojaba el año 2070 como fecha inicial de esta transformación: entre 2070-2090). Y es que el aumento de la temperatura global derrite cantidades cada vez mayores de hielo marino, lo que agrega humedad al aire. Esta zona se está calentando más rápido que otras partes del mundo, lo que produce cambios ambientales significativos que solo pueden empeorar, según los expertos.

placeholder Menos nieve y más lluvia en Groenlandia. Foto: Unsplash
Menos nieve y más lluvia en Groenlandia. Foto: Unsplash

"El hecho de que llueva en la cima de Groenlandia en este momento, y de que tal vez llueva más en el futuro, me asombra", comenta McCrystall. "Si continuamos con esta trayectoria, muchos problemas más podrían suceder incluso más rápido de lo que proyectamos".

Las consecuencias

Las temperaturas globales han aumentado, en promedio, un poco más de un grado Celsius desde el comienzo de la Revolución Industrial. El Ártico, sin embargo, se ha calentado al doble de la tasa global en ese mismo período de tiempo, con la consecuente disminución de hielo marino y glaciares. La pérdida de la capa de nieve reducirá la capacidad de la Tierra para reflejar los rayos solares en el espacio (lo que conocemos como efecto albedo), lo que provocará un mayor calentamiento.

El terreno oscuro absorberá más calor del sol, lo que aumentará aún más el calentamiento a través de un circuito de retroalimentación continuo. Tenemos, por tanto, una reducción de la capa de nieve, un aumento del deshielo del permafrost y una mayor incidencia de inundaciones en las cuencas fluviales.

Foto: Resultado de un incendio en Oregón, EEUU. (REUTERS/David Ryder)

El cambio de precipitación también afectará la humedad del suelo y las aguas subterráneas, y las redes de hongos subterráneos que sustentan toda la flora aérea. Y también afectaría a la fauna animal como caribúes o renos; la lluvia puede congelarse y crear capas de hielo, lo que les impediría acceder al forraje enterrado bajo la nieve.

Pero aún hay algo que podemos hacer. Si podemos limitar el calentamiento global, varias regiones del extremo norte del Ártico podrían evitar este cambio. Según el estudio, incluirían los mares de Beaufort, Chukchi, Bering, Laptev y el mar de Siberia Oriental. Es probable que las áreas más cercanas al borde sur del Círculo Polar Ártico hagan esta transición de nieve a lluvia con 2 ºC de nivel de calentamiento, pero parece que existe una buena posibilidad de escapar de este impacto si podemos limitar el calentamiento a 1,5 ° C. El cambio de temperatura global dependerá de las emisiones de gases de efecto invernadero en el futuro. Los modelos climáticos no pueden ser más claros.

Lo que en su momento parecía una anomalía, el hecho de que pudiéramos observar lluvia y no nieve en el punto más alto de la capa de hielo de Groenlandia durante este mes de agosto de 2021, ha resultado ser un presagio de lo que vendrá. Las precipitaciones se produjeron en un punto donde jamás habían sido registradas y en una región en la que no llovía hacía más de 70 años. Ahora, sabemos que es una prueba más del calentamiento global de nuestro planeta.

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