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La relación entre calentamiento global, corriente en chorro y la hambruna de 1374
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La relación entre calentamiento global, corriente en chorro y la hambruna de 1374

Un nuevo estudio científico ha analizado el hielo ártico para determinar cómo el cambio climático afectará a la corriente en chorro polar y provocará eventos climáticos extremos en el futuro

Foto: Una de las profundas prospecciones en el hielo ártico. Foto: Sarah Das/Woods Hole Oceanographic Institution
Una de las profundas prospecciones en el hielo ártico. Foto: Sarah Das/Woods Hole Oceanographic Institution

Cuando decimos que el calentamiento global va a provocar el aumento de los eventos climáticos extremos no nos referimos a que ese aumento de las temperaturas sea el responsable directo, sino que provocará que un intermediario cambie el clima de determinadas zonas de forma severa y prácticamente imprevisible.

En un nuevo estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Arizona en Estados Unidos se ha investigado (gracias a la extracción de hielo de hace cientos de años de Groenlandia), cómo los anteriores cambios climáticos provocaron variaciones en la conocida como ‘Corriente en Chorro Polar’.

Una Corriente en Chorro Polar situada muy al norte fue la culpable de la hambruna de 1374 en la Península Ibérica

Este fenómeno climático es un flujo de aire fuerte e intenso que recorre el sur del Círculo Polar Ártico y es uno de los grandes responsables de los eventos climáticos en el hemisferio norte. Es quien dicta nuestro clima.

Ahora, gracias al nuevo estudio científico, sabemos cómo la posición y la intensidad la Corriente en Chorro Polar (también conocida como la Corriente en Chorro del Atlántico Norte) ha cambiado en los últimos 1.250 años. Los descubrimientos que han llevado a cabo los investigadores sugieren que estás corrientes en chorro podrían migrar fuera de sus localizaciones habituales en el año 2060 si no controlamos nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y la crisis climática en general.

placeholder Corriente en Chorro Polar sobre el Atlántico Norte. Foto: NASA
Corriente en Chorro Polar sobre el Atlántico Norte. Foto: NASA

Para llevar a cabo su trabajo científico, los investigadores recogieron muestras de la capa de hielo de Groenlandia que databan del siglo VIII. Los modelos climáticos que reconstruyeron con estos datos sugieren que una variación natural del posicionamiento de la Corriente en Chorro Polar aumentaba la cantidad de eventos climáticos extremos.

“No tenemos datos precisos de cómo era el clima en gran parte de la tierra hasta hace unas pocas décadas. La oportunidad de poder observar el ‘registro’ que supone el hielo polar nos permite elaborar modelos preciosos le como la corriente en chorro alterado el clima local de múltiples zonas geográficas del hemisferio norte, generando sequías e inundaciones”, explica Matthew Osman, el autor principal del estudio. Y continúa: “podemos usar estos modelos para elaborar un ‘prólogo climático’ de lo que está por venir”.

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Los investigadores preparando las herramientas para extraer las muestras de hielo centenario. Foto: Sarah Das/Woods Hole Oceanographic Institution

El estudio ha mostrado que, a pesar de la variabilidad natural del posicionamiento de la Corriente en Chorro Polar, el aumento continuo de la temperatura global provocada por el cambio climático es capaz de provocar desviaciones muy significativas. En concreto, los modelos sugieren una migración hacia el norte de la corriente en chorro hacia mediados del siglo XXI en un escenario en el que la crisis climática no se frena. Esto podría provocar situaciones climáticas extremas nunca vistas.

“Las variaciones en el posicionamiento de la corriente en chorro tienen una gran consecuencia en el tipo de clima qué los habitantes de una determinada zona geográfica tienen que soportar”, explica el investigador. Y continúa: “Por ejemplo, cuando la corriente en chorro está situada más al sur, la normalmente seca Península Ibérica tiende a experimentar climas más suaves y húmedos”.

Foto: Foto: EFE.

De hecho, el hielo Centenario le ha permitido a los investigadores vincular las características de la Corriente en Chorro Polar a dos sucesos históricos terribles. El primero ocurrió alrededor de 1374 en la Península Ibérica cuando, debido a un posicionamiento de la Corriente en Chorro Polar más al norte de lo normal se produjo una de las hambrunas más severas de la historia en nuestro país. Del mismo modo, entre los años 1728 y 1740 los vientos de la Corriente en Chorro Polar no alcanzaron ni la mitad de la velocidad habitual. Esto se vincula directamente a las malas cosechas producidas por la bajada de las temperaturas y la ausencia de precipitaciones en las islas británicas e Irlanda que, se calcula, le costaron la vida a más de medio millón de personas.

Cuando usamos el término calentamiento global no solo nos referimos a que las temperaturas van a aumentar, sino que el clima, tal y como lo conocemos, va a cambiar radicalmente, y no a mejor

Cuando decimos que el calentamiento global va a provocar el aumento de los eventos climáticos extremos no nos referimos a que ese aumento de las temperaturas sea el responsable directo, sino que provocará que un intermediario cambie el clima de determinadas zonas de forma severa y prácticamente imprevisible.

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