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Esta nanopartícula puede reducir el impacto ambiental de los coches
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En el tránsito hacia las zero emisiones

Esta nanopartícula puede reducir el impacto ambiental de los coches

Por ahora, tenemos que seguir conviviendo con los combustibles fósiles, pero se alza una nueva tecnología que podría hacerlos más ecológicos y sostenibles

Foto: Foto: Unsplash/@mahkeo.
Foto: Unsplash/@mahkeo.

La tecnología verde se ha convertido en la mejor arma de que disponemos para ayudarnos a combatir los efectos del cambio climático. Cada vez somos más conscientes de las consecuencias, pero cambiar a fuentes de energía alternativas es un proceso lento, o al menos lo está siendo. De ahí que, aunque los titulares sobre reducción de combustibles fósiles copen las portadas medioambientales, las estimaciones siguen mostrando que seguimos lejos de alcanzar esa meta. De hecho, los vehículos eléctricos apenas crecieron un 9% en 2019 y disminuyeron un 25% durante el primer trimestre de 2020. De aquí a 2030, los coches híbridos enchufables, las pilas de combustible y los vehículos eléctricos de batería apenas representarán el 25% del mercado.

La industria de los combustibles representa uno de los mayores productores de hidrocarburos y de material particulado

La industria de los combustibles se encuentra en el centro de esta conversación, teniendo en cuenta que representa uno de los mayores productores de hidrocarburos y material particulado (contaminación por partículas) que causa problemas ambientales. Estos hidrocarburos forman partículas en la atmósfera y son una de las principales causas de enfermedades respiratorias, cardiopatías e incluso cáncer de pulmón (el aire contaminado provocado por emisiones tóxicas causó cinco millones de muertes en todo el mundo en 2019). Y también dañan los motores de los vehículos y reducen su eficacia. Un motor poco apto quema más combustible, contamina mucho más y cuesta más hacerlo funcionar a largo plazo.

Objetivo: reducir el impacto nocivo

Mientras caminamos el sendero de las energías limpias, muchas empresas están ocupándose de minimizar los efectos dañinos de los combustibles fósiles, como el que se produce con el empleo de la gasolina en los vehículos. Hace años que ciertas empresas están invirtiendo en la investigación de aditivos para combustibles que optimicen la eficiencia con que se quema dicho combustible, pero la mayoría de los aditivos tienen un historial de sostenibilidad más bien irregular. Sin embargo, hay iniciativas que merecen un punto y aparte.

Es el caso de FuelGems, una 'startup' estadounidense que nació con el objetivo de producir un aditivo de combustible innovador que reduciría las emisiones y aumentaría la eficiencia del combustible. En esencia, el aditivo de FuelGems dispara la limpieza y el rendimiento de la gasolina, el diésel y el biocombustible.

Nanotecnología de combustibles

Según afirman desde la compañía, “durante los últimos cinco años, se ha probado y perfeccionado minuciosamente tanto en institutos de investigación como en la conducción en la vida real, y está listo para la producción en masa”. Y ahora han demostrado que sus nanopartículas aumentan la eficiencia del motor al tiempo que reducen el consumo de combustible en un 9%, un 15% de CO y un 6% de partículas en suspensión, así como una disminución de los hidrocarburos no quemados en un 50%. Esto se debe a que estas nanopartículas permiten que más moléculas de combustible se quemen dentro del motor y liberen más energía en lugar de ser expulsadas del proceso de combustión como contaminantes al aire.

placeholder Foto: Unsplash/@sippakorn.
Foto: Unsplash/@sippakorn.

El sistema emplea nanopartículas de carbono como aditivo del combustible, lo que redunda en una limitación de las emisiones. El aditivo también contrarresta los efectos corrosivos del etanol, pues dichas nanopartículas actúan como lubricantes, prolongando la vida útil del motor del vehículo, lo que, a su vez, reduce los costes de reparación.

¿Qué cantidad de aditivo necesita un tanque?

El innovador aditivo ecológico se puede añadir en pequeñas cantidades y con 1-5 gramos tendríamos para unos 1.000 litros de combustible, aproximadamente. Una cifra que lo convierte en un material muy rentable, pues se necesita muy poca cantidad de nanopartículas para tratar una gran cantidad de combustible. Además, a diferencia de las nanopartículas de óxido de cerio comunes que se utilizan como combustible, en las que el cerio tiene una toxicidad de leve a moderada, las nanopartículas de FuelGems son completamente seguras y se queman dentro del motor, como hemos comentado.

Estas afirmaciones de la 'startup' con sede en Austin fueron respaldadas por un estudio realizado en la Universidad de Coventry en Reino Unido que concluyó que el aditivo ecológico no solo redujo la cantidad de hidrocarburos no quemados en el escape, sino que también aumentó el kilometraje del motor en un 9%. Por el momento, empresas como BP, Marubeni, PKN Orlen, el Departamento de Defensa de Australia o Suncor Energy ya se han interesado por él.

Un futuro más limpio

Según el fundador de la compañía y CEO, Kirill Gichunts, el uso del aditivo para combustible haría que los automóviles de gasolina fueran casi tan limpios como los eléctricos. Este podría añadirse directamente en los tanques de combustible de los vehículos en una estación de servicio o durante el proceso de refinación.

Foto: Foto: Unsplash/@gozhanet

No podemos obviar que las industrias del petróleo y del gas seguirán representando la mayor parte del sistema de transporte y energía durante décadas. Los barcos, trenes, aviones, camiones y maquinaria pesada seguirán funcionando, probablemente, con gasolina o diésel. Solo en 2019, la cantidad de emisiones de CO₂ causada por los motores de combustión interna superó las 33,5 gigatoneladas, por lo que una mejora en la eficiencia lograría un impacto positivo en nuestro entorno y también en los bolsillos, y nos dejaría tiempo para seguir allanando el camino para un futuro más sostenible.

La tecnología verde se ha convertido en la mejor arma de que disponemos para ayudarnos a combatir los efectos del cambio climático. Cada vez somos más conscientes de las consecuencias, pero cambiar a fuentes de energía alternativas es un proceso lento, o al menos lo está siendo. De ahí que, aunque los titulares sobre reducción de combustibles fósiles copen las portadas medioambientales, las estimaciones siguen mostrando que seguimos lejos de alcanzar esa meta. De hecho, los vehículos eléctricos apenas crecieron un 9% en 2019 y disminuyeron un 25% durante el primer trimestre de 2020. De aquí a 2030, los coches híbridos enchufables, las pilas de combustible y los vehículos eléctricos de batería apenas representarán el 25% del mercado.

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