Estamos aniquilando la vida acuática: el 25% de las especies de agua dulce están amenazadas
Una cuarta parte de los animales que habitan las zonas húmedas del planeta están en peligro debido a la contaminación, el estrés hídrico, la construcción de presas, la agricultura intensiva y las especies invasoras
Un estudio global sobre el estado de conservación de los animales que habitan los ecosistemas de agua dulce, cuyos resultados han sido publicados ahora en un artículo de la revista Nature, revela que una cuarta parte de las especies de peces, libélulas, cangrejos, gambas y el resto de la fauna vinculada al medio acuático se enfrenta a un elevado riesgo de extinción como consecuencia de las actividades humanas.
Esta investigación reúne los datos recogidos durante veinte años de trabajo de campo y ha contado con la participación de más de un millar de expertos en todo el mundo. Sus conclusiones forman parte de la última evaluación global de la Lista Roja de Especies Amenazadas que elabora y monitoriza la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Más allá del estudio de las especies terrestres, en el que suelen basarse este tipo de informes, este amplio y riguroso trabajo de investigación se ha centrado en la fauna de agua dulce. Para ello han estudiado la evolución de 23.496 especies de múltiples taxones, incluyendo algunas comunidades poco analizadas en otras investigaciones. Entre los que destacan por su mayor grado de amenaza están los crustáceos, con un 30% de especies amenazadas; los peces, con el 26% y las libélulas y caballitos del diablo, con el 16%.
Ecosistemas básicos
Para la investigadora Stephanie Wear “la mayoría de los animales de agua dulce que hemos estudiado pasan desapercibidos bajo la superficie del agua, pero sin embargo son esenciales para mantener saludables los estanques, lagunas, lagos y ríos de los que dependen miles de millones de personas. La degradación de estos hábitats constituye, no solo un peligro para la supervivencia de estas especies, sino para nuestra salud, alimentación y acceso al agua potable, pues también dependen de ellos”.
Según los investigadores la contaminación del medio acuático, principalmente como consecuencia de la agricultura y la ganadería intensivas y el abuso de agroquímicos, es la principal amenaza para más de la mitad de todos los animales de agua dulce estudiados. El informe también señala que los ecosistemas acuáticos del planeta se degradan rápidamente por la conversión de tierras para uso agrícola, la extracción abusiva de agua y la construcción de pantanos y represas, que destruyen los hábitats fluviales y bloquean las rutas migratorias de los peces. Asimismo alerta que una de las mayores amenazas para la biodiversidad acuática es la introducción de especies exóticas invasoras.
Una extinción silenciosa
Las alertas que activa este estudio deberían llevar a prestar una mayor atención al estado de conservación de los ecosistemas acuáticos y la biodiversidad que albergan, que a menudo suelen quedar al margen de los grandes acuerdos internacionales. Para la doctora Wear “Saber que una cuarta parte de las especies de agua dulce del mundo se enfrenta a un alto riesgo de extinción es una tendencia profundamente preocupante. Este estudio confirma lo que ya temíamos: los ecosistemas de agua dulce y las especies que viven en ellos necesitan planes de ayuda inmediata”
Para otra de las investigadoras, la doctora Malin Rivers, los resultados de este estudio vienen a demostrar “la importancia de abordar las principales amenazas y tomar medidas de conservación específicas para mitigar un declive aún mayor”. Para esta reputada botánica, coordinadora de la Lista Roja de la UICN, “salvaguardar los hábitats de agua dulce en general, incluidos los animales y las plantas que albergan, es crucial para garantizar la continuidad de los importantes servicios ecosistémicos que nos prestan, esenciales para nuestra forma de vida”.
Un estudio global sobre el estado de conservación de los animales que habitan los ecosistemas de agua dulce, cuyos resultados han sido publicados ahora en un artículo de la revista Nature, revela que una cuarta parte de las especies de peces, libélulas, cangrejos, gambas y el resto de la fauna vinculada al medio acuático se enfrenta a un elevado riesgo de extinción como consecuencia de las actividades humanas.