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Las pymes del carbón se pasan al viento (o por qué el cierre de las centrales puede suponer una oportunidad)
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Las pymes del carbón se pasan al viento (o por qué el cierre de las centrales puede suponer una oportunidad)

Si en 2011 había más de 20 centrales térmicas de carbón en España, hoy apenas quedan tres. El paso a las energías limpias está generando grandes inversiones que están yendo a parar a centenares de pequeñas empresas y autónomos

Foto: Foto: iStock.
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El futuro de la energía será renovable o no será. Es lo que los expertos llevan anticipando décadas, y en pleno despertar de la conciencia medioambiental, cada vez son más las empresas e instituciones que tienen claro su papel en la lucha contra el cambio climático. Si a finales de 2011 había más de una veintena de centrales térmicas de carbón en España, hoy apenas quedan activas las instalaciones de EDP en Aboño y Soto de Ribera, además de la central térmica de Alcudia, propiedad de Endesa, y la de As Pontes, pendiente de recibir la autorización de cierre. Aunque los planes de las eléctricas pasan por cerrar definitivamente sus puertas en los próximos años.

En esta transformación, todo suma. Es el esfuerzo colectivo el que permite avanzar en una u otra dirección y, en este caso, son muchas las pymes que se han sumado a la revolución verde. “Es el futuro para tener un mundo más limpio, para luchar contra el cambio climático”, explica Armando Castro, socio de Armacon, una empresa gallega de arquitectura, materiales y construcción que cuenta con cerca de medio centenar de trabajadores. Su compañía es una de las muchas que han tenido que adaptarse a la transición ecológica.

"Estamos haciendo un programa de 'refocus' de nuestros proveedores de carbón, ayudándoles a redirigir su actividad hacia las renovables"

Comenzaron a colaborar con Endesa hace más de un lustro en la central de carbón de As Pontes y recientemente se han adjudicado un contrato trianual para hacer obras en viales de los parques eólicos de Galicia. Aunque ya desempeñaban este tipo de tareas para otros clientes —lo que ha permitido a su personal atesorar experiencia previa—, han tenido que reubicar maquinaria y operarios para que su actividad no se viera demasiado afectada por la desconexión de la térmica. “Al tener una empresa que tiene varias ramificaciones, hemos ido recolocando todo lo que hemos podido a los trabajadores”, explica Castro.

A más de 1.000 kilómetros de distancia, Caldererías Indálicas se encuentra en la misma tesitura. La historia de esta pequeña empresa, que hoy cuenta con filiales en Marruecos y Reino Unido, además de varias delegaciones repartidas por la geografía española, está ligada a la central térmica de Litoral en Carboneras (Almería), propiedad de Endesa. Desde su creación, han realizado en ella labores de mantenimiento y montaje de nuevas instalaciones, aunque, a día de hoy, sus tareas están relacionadas con el desmontaje y la demolición de la térmica que les vio nacer. “Mantenemos nuestros servicios, pero aplicados a procesos de producción de energía diferentes, y hemos ampliado nuestro 'portfolio' de servicios con labores de desmontaje y demolición”, apunta su CEO, Luis Llamas.

placeholder Foto: Freepik.
Foto: Freepik.

Esa reconversión está siendo clave no solo en estas dos pymes, sino en otras tantas que colaboran con Endesa. “Estamos haciendo un programa de 'refocus' de nuestros proveedores de carbón, ayudándoles a dirigir su actividad desde un sector que está en declive a sectores de crecimiento como el de las renovables”, apunta Ignacio Mateo, director general de Compras de Endesa. Para ello, no solo han realizado ya más de 500 actividades de formación en forma de 'workshops' que ayudan a entender las especificaciones de su nuevo negocio, sino que “a través de nuestro programa de desarrollo (...) queremos que nuestros principales proveedores en el carbón que nos han acompañado históricamente tengan en los próximos años algún contrato en actividades diferentes”.

El apoyo a las pymes locales viene acompañado de la proactividad de muchas de ellas. "Antes éramos nosotros los que tirábamos de ellos, ya no es así", explica el director general de Compras de Endesa. Compañías como Caldererías Indálicas, por ejemplo, apuestan por formación continua o inversión en I+D+i y tecnología, ya que, como explica Llamas, es “imprescindible una digitalización y conversión en Industria 4.0 para adaptarse a los cambios que se están produciendo”. Desde Galicia, Armando explica, entre otras cosas, su apuesta por la economía circular: “Cuando demolemos hormigón en un vial, este va a nuestra planta de reciclaje. Allí se machaca y se elabora una zahorra reciclada y una 'arava' certificada que luego tiene otra nueva vida como relleno en otros viales”.

Una apuesta del sector público y privado

Muchas centrales de carbón ya están siendo desmanteladas, y en la reactivación de esas zonas están trabajando tanto el sector público como el privado. Por eso, en este proceso son claves los convenios de Ttransición justa puestos en marcha por el Gobierno, una herramienta que pretende atender a los impactos producidos por la transición energética y ecológica desde 2018, principalmente en las zonas afectadas por el cierre de las minas y las centrales de carbón. El plan incluye un amplio abanico de ayudas para el desarrollo de proyectos generadores de empleo, ayudas sociales o el desarrollo de infraestructuras y de restauración de zonas degradadas a causa de la actividad minera, entre otras cosas.

El objetivo no es otro que minimizar el impacto negativo de estos cierres, un fin al que también se han sumado compañías como Endesa. Hasta 2024, la eléctrica tiene previsto invertir 7.500 millones para acelerar la descarbonización y la digitalización. Su estrategia de Transición Energética, además, incluye tener 12,3 GW de renovables instalados ese año. De este modo, el 92% de la producción peninsular estará libre de emisiones de CO₂ a finales de 2024, momento en que también prevé que el 64% del parque generador peninsular será renovable.

Al final, el reto compartido por todos no es otro que mantener la actividad de las zonas más afectadas por la descarbonización, proporcionándoles un futuro que pasa por potenciar el cambio de modelo hacia una economía más sostenible. "Este cambio de modelo está generando una inversión enorme que está yendo a centenares de proveedores, pymes y autónomos de España. Se les está acompañando en el proceso, se les forma y se les contrata para trabajos que tienen que ver con la sostenibilidad. Es algo imprescindible para evitar la destrucción del planeta, en este barco estamos todos", concluye Ignacio Mateo.

El futuro de la energía será renovable o no será. Es lo que los expertos llevan anticipando décadas, y en pleno despertar de la conciencia medioambiental, cada vez son más las empresas e instituciones que tienen claro su papel en la lucha contra el cambio climático. Si a finales de 2011 había más de una veintena de centrales térmicas de carbón en España, hoy apenas quedan activas las instalaciones de EDP en Aboño y Soto de Ribera, además de la central térmica de Alcudia, propiedad de Endesa, y la de As Pontes, pendiente de recibir la autorización de cierre. Aunque los planes de las eléctricas pasan por cerrar definitivamente sus puertas en los próximos años.

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