Los corales marinos, ¿una solución contra el cáncer?

El fondo marino está lleno de misterios difíciles de descifrar. Las sustancias químicas creadas de forma natural por los arrecifes de coral han servido para crear diferentes fármacos o, incluso, para la creación de drogas. Pero, en los últimos tiempos, un grupo de investigadores de la Facultad de Salud de la Universidad de Utah ha descubierto que estos compuestos pueden servir para realizar tratamientos contra el cáncer.

Los trabajadores han dado varios pasos en la investigación y han descubierto que los corales blandos (corales que se asemejan a las plantas marinas) tienen el compuesto necesario para ser parte importante en la lucha contra el cáncer. Además, los científicos han logrado el método para separar el ADN del coral y, de esta manera, poder tener acceso al producto químico producido por esta planta.

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Eric Schmidt, profesor de química en la Universidad de Utah y miembro del grupo de investigación, reconocía la magnitud del logro: “Es la primera vez que logramos hacer esto con un fármaco procedente de terreno en la Tierra. Es un paso muy importante que nos puede ayudar mucho en el futuro”.

Los corales marinos y su eficacia

Este descubrimiento permitirá que en el futuro se pueda crear el compuesto en grandes cantidades para ser testado en los laboratorios. De esta manera, se podrá probar si puede llegar a ser una herramienta válida como tratamiento ante la enfermedad. Un segundo grupo de investigación, del Instituto Oceanográfico de la Universidad de San Diego, en California, ha concluido que los corales producen moléculas relacionadas. Ambos estudios han sido publicados en la revista científica Nature Chemical Biology.

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Estos químicos obtenidos de los corales pueden servir para crear antiinflamatorios, analgésicos u otro tipo de medicamentos válidos para derrotar al cáncer. Eric Schmidt asegura también que “en el fondo del mar hay serpientes, arañas y otros animales que también sirven para transportar sustancias curativas”.

Los químicos creados por los corales están hechos para defenderse de los depredadores, por lo que se valora la posibilidad de que los fármacos fabricados a partir de ellos, puedan ser ingeridos vía oral por el paciente sin necesidad de ser inyectados. Los estudios de laboratorio han demostrado que el compuesto químico es un potente inhibidor de las células cancerígenas.