Estanterías supermercado de productos envasados

La utopía de acabar con el plástico de un solo uso: ¿por qué sigues viéndolo en los supermercados?

Por C. Otto

Recurso gráfico Botón de ir abajo

La UE prohibió en julio de 2021 la fabricación y venta de plásticos innecesarios y de un solo uso, pero la aplicación de esta normativa está siendo especialmente laxa. Mientras tanto, solo unos pequeños supermercados están haciendo los deberes.

H

ace pocos meses, esta imagen se hizo viral. Era la de pequeños trozos de piña ya cortados y metidos en un envase de plástico. No es una excepción. Solo hace falta entrar en las redes sociales y buscar el hashtag #desnudalafruta para encontrar fotos igual de llamativas: gajos de mandarinas pelados, verduras sueltas o plátanos a los que se les ha quitado la piel; todos ellos separados, envasados y ordenados en unos lineales repletos de una cantidad ingente de plástico.

A pesar de que la UE prohibió en julio de 2021 la fabricación y venta de plásticos de un solo uso, y de que cada año son más las campañas lanzadas en favor de que vaya perdiendo peso en nuestra sociedad, lo cierto es que esta industria no muestra síntomas de languidecer. Según el análisis de Grand Vew Research, el sector ya mueve más de 650.000 millones de dólares al año, de los cuales los envases se llevan la nada despreciable tajada de 269.000 millones de dólares, algo menos de la mitad del total.

En España, el panorama es aún más desalentador. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, los residuos generados por los envases de plástico no han parado de crecer desde 2012. Los datos recogidos por Ciclipast evidencian que, en nuestro país, ya suponen el 64,6% del total de residuos de plástico y el 44,1% de su consumo.

Los envases, líderes en residuos y consumo de plástico en España

De hecho, el plástico ya es el segundo material que más residuos genera, tras el papel y el cartón, pero con una salvedad: mientras el 72,9% del papel y cartón se recicla, en el caso del plástico esta cifra se queda anclada en el 51,5%.

Los materiales que más residuos generan y los que más reciclan

(Cifras en toneladas)

No es fácil saber qué porcentaje de estos envases son de un solo uso y están destinados a envolver alimentos perecederos en los supermercados, pero hay algunas aproximaciones. Los cálculos de Zero Waste Europa señalan que cerca del 40% de los envases de plástico acaban teniendo este cometido. Una aproximación compartida por la ciudadanía. En una encuesta realizada entre consumidores por la OCU, el 43% dijo que, con mucha frecuencia, encontraba en su supermercado embalajes innecesarios en los alimentos.

La verdad de la ley antiplásticos: aprieta… Pero no ahoga

Lo cierto es que, aunque la directiva europea prohibió el pasado año la venta de plásticos desechables para los productos que cuenten con alternativas viables (bastoncillos, cubiertos, platos, pajitas, etc.), la letra pequeña trasladaba a los Estados miembro la responsabilidad de articular su propia ley e incluso ampliar las exigencias de la propia UE. La fecha límite para que cada país dé el pistoletazo de salida a su normativa es en realidad el 1 de enero de 2023. Las empresas, por tanto, siguen gozando de varios meses de margen.

En el caso concreto de España, además se da la circunstancia de que aún no ha sacado adelante su Ley de Residuos y Suelos Contaminados —que incluye la transposición de esta directiva—. Por si esto fuera poco, el texto de nuestra futura ley pretende que la reducción de estos plásticos sea gradual, de modo que llegaría al 50% en 2026 y al 70% en 2030, respecto a 2022 en ambos casos. La norma, por tanto, llegará, pero tarde y mal.

Mientras llega, hay otros aspectos que también pueden explicar la resistencia a deshacerse antes de los plásticos, especialmente de los de un solo uso. En primer lugar, el precio: para Gemma Caño, experta en seguridad alimentaria, la reducción es necesaria, pero “pasa por una investigación previa y plantas de producción capaces de encontrar mejores materiales, lo que lleva tiempo. Además, eleva mucho el precio y no compensa. Por lo que hay que esperar a que los costes de estos nuevos materiales bajen. No tiene sentido cambiar el plástico por otro material que no esté contrastado y repercutir el precio al cliente”. De idéntica manera piensa María Martínez-Herrera, responsable de medioambiente de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas): “El plástico es inerte, permeable, flexible, ligero y barato”.

Y lo cierto es que este factor también afecta a los consumidores. En la encuesta de la OCU, el 60% aseguraba que nunca se les ha ofrecido en el supermercado usar bolsas biodegradables para sus compras, aunque es verdad que, según la misma encuesta, apenas el 19% estaría dispuesto a pagar por ellas. Parece, por tanto, que el problema no es solo de los supermercados, sino quizá también de los propios usuarios. Ambos parecen conscientes de la necesidad de reducir plásticos, pero se resisten a ello.

¿Evitas comprar productos con envases de plástico?

También apunta hacia los consumidores Luis Gil, técnico de proyectos del Departamento de Tecnologías del Envase de AINIA, para quien las alternativas al plástico para el envasado “son mucho más costosas, hasta siete veces más por tema de economía de escala. Técnicamente sería posible eliminar los plásticos de un solo uso de los supermercados, pero llevaría aparejado unos cambios en los hábitos de consumo, producción y distribución. Las fechas de caducidad serían más cortas, por ejemplo, y muchos productos no se podrían distribuir a tanta distancia, por lo que la exportación se vería afectada”.

Los residuos plásticos han ido aumentando con los años, pero también el desperdicio alimentario

Gemma Caño añade otro factor que aumenta la resistencia del plástico: la durabilidad de los alimentos. “Está justificado que el plástico se use para que el transporte sea más eficiente y alargar su vida útil. Lo que me preocupa es que reduzcamos el plástico y aumentemos el desperdicio alimentario”. El argumento es lícito, aunque varios datos desmienten esa premisa. Basta comparar dos cifras: en primer lugar, los residuos plásticos generados en la Unión Europea recogidos por Eurostat; en segundo lugar, el desperdicio alimentario en la Unión Europea recogido por la propia UE, aunque en este caso solo hasta 2016. Si cruzamos ambos, una labor que en su momento ya hicieron varias ONG’s y recogió el propio Gobierno español, nos encontramos con que los residuos plásticos han ido aumentando con los años, pero también el desperdicio alimentario. De hecho, este segundo ha ido creciendo de manera mucho más acelerada.

Los plásticos no reducen el desperdicio alimentario

(Datos en millones de toneladas)

Por todo ello, Greenpeace ha lanzado una campaña en la que pide a los supermercados que eliminen al máximo posible los plásticos innecesarios de sus lineales. La ONG, además, ha elaborado un ránking con las cadenas españolas que más huella plástica generan. Y es que "los supermercados tienen un papel crucial en el consumo de plásticos, ya que la gran mayoría de sus productos están envasados ofreciendo escasas alternativas", afirman.

Adiós a los plásticos: ellos sí están cumpliendo

Frente a la resistencia a abandonar los plásticos innecesarios, hay algunas iniciativas particulares de pequeñas empresas que sí lo están consiguiendo. Casos como el de Linverd, en Barcelona, uno de los denominados supermercados libres de plásticos que fueron pioneros en una batalla que se libra con armas como la compra a granel, la reutilización de envases o el uso de bolsas de papel compostable.

Leonardo, responsable de unPacked Shop
Foto Juanjo del Río

Leonardo, responsable de unPacked Shop

Esteve Doménech, cofundador de la marca, comprobó por sí mismo los problemas con los que lidiaban aquellas personas que querían hacer una compra más sostenible: “Era complicado consumir producto ecológico que no estuviera envasado en plástico. Y los que había, estaban repartidos en diferentes lugares”. Ante la falta de opciones, decidió crear su propio supermercado, un espacio en el que se puede comprar desde fruta y verdura hasta productos de limpieza o cosmética, a granel, en botes de cristal o envases compostables. “Salvo en algunos productos refrigerados concretos, existen opciones para hacer la compra sin plástico. Actualmente puedes hacer un 95% de tu compra sin este material”, afirma.

Pero Linverd no es una excepción. Este concepto también llegó a Madrid en 2018 a través de Unpacked Shop, un establecimiento que sigue la filosofía ‘cero residuos’ y vende a granel productos sostenibles y ecológicos. Desde 2020, gestionan el local Adriana y Leonardo, una pareja de emprendedores que buscan brindar alternativas de compra sostenibles desde el punto de vista ambiental.

Actualmente puedes hacer un 95% de tu compra sin plásticos

El responsable de Unpacked Shop reconoce que “hay casos justificables para el uso de plástico, lo que es discutible es que tengan que ser de un solo uso. En muchos casos no es necesario y en otros se pueden sustituir con sistemas de economía circular y envases retornables”. En su local, los vecinos del barrio de Ibiza pueden comprar alimentos (legumbres, frutas deshidratadas, huevos…), bebidas o productos de higiene y belleza a granel. Más de 450 referencias —350 de ellas en el rubro de alimentación— en las que el plástico no está presente en ninguna de sus versiones. “Todos los productos se venden en bolsas de papel compostable o en envases de vidrio reutilizable. Pero lo ideal, como ya hacen muchos clientes, es rellenar envases que traen de casa”, comenta.

Rebeca Carpintero, fundadora de Dear Planetn
Foto Juanjo del Río

Rebeca Carpintero, fundadora de Dear Planet

Tanto el cofundador de Linverd como el responsable de Unpacked Shop aseguran que uno de los aspectos más importantes es la selección de los proveedores. “No puedes aceptar cualquier producto, aun cuando su calidad sea buena o tenga un menor coste que otros que ofrecemos a los clientes”, lamenta Leandro. “Trabajamos mano a mano con pequeños productores de la zona, proponiéndoles soluciones sin plástico. También estamos en contacto con otro proveedor italiano que está constantemente buscando nuevas soluciones”, señala Doménech.

En cuanto al desperdicio alimentario, Doménech explica que “es normal que a las grandes superficies les interese que los productos tengan mayor vida útil. Ellos compran en todas partes del mundo y grandes cantidades, y si son envasadas mejor, porque mantienen el producto en mejores condiciones. La nueva ley va a crear más limitaciones y eso provocará más control del producto y podría beneficiar a los productos de cercanía”.

Uno de los últimos supermercados en sumarse al modelo “residuos cero” lo encontramos en el céntrico barrio madrileño de Argüelles. Dear Planet es la contribución de Rebeca Carpintero para reducir la excesiva contaminación del plástico en tierra y mar. Desde su perspectiva, considera que es posible que en un futuro no muy lejano surjan supermercados a gran escala sostenibles “en la medida en la que los proveedores se sumen a la ola y ofrezcan sus productos en envases con materiales sostenibles o a granel”.

Trabajamos mano a mano con pequeños productores de la zona, proponiéndoles soluciones sin plástico

Leandro también confía en un aumento de la concienciación, que iría acompañado de un incremento de la demanda: “Hay experiencia en otros países con cadenas de supermercados bajo filosofía ‘zero waste’ que, por volumen y tamaño, han logrado que los productores les empaqueten bajo ciertos parámetros, incluso en envases que ya son expositores de granel, con lo cual evitan manipulación de productos y reenvasados”.

Nos guste o no, todo apunta a que los plásticos innecesarios y de un solo uso van a durar más de lo esperado. Mientras llega o no su final, cada cual tendrá que decidir si apurar hasta el último minuto y seguir consumiéndolos o dejar de hacerlo desde este mismo momento.

Créditos
  • Reportaje

    C. Otto

  • Fotografía

    Juanjo del Río

  • Diseño y dirección de arte

    Fernando Puente

  • Maquetación

    María del Mar Pérez

Arcadia

¿Conoces algún proyecto que esté ayudando a construir un futuro más justo y sostenible? Queremos saber la historia que hay detrás.

¡Escríbenos!
Botón de cerrar cta