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El impacto ambiental de las calderas de gas natural es mayor de lo que se creía
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El impacto ambiental de las calderas de gas natural es mayor de lo que se creía

Una nueva investigación muestra que este electrodoméstico (tanto cocinas con placas de gas como estufas) es uno de los principales emisores de metano a nivel doméstico

Foto: Una caldera de gas natural.
Una caldera de gas natural.

Los aparatos de gas filtran pequeñas cantidades de metano incluso cuando están apagadas, según una nueva investigación que recoge la revista Enviromental Science & Technology. Un equipo de científicos de la Universidad de Stanford (EEUU) ha estudiado las emisiones de las calderas y cocinas con placas de gas en 53 hogares en California, con placas que tenían entre tres y 30 años. Las calderas de gas natural liberan metano (es el principal componente del gas natural), un potente gas de efecto invernadero, y otros contaminantes a través de fugas y combustión incompleta.

Los expertos sellaron la mayoría de las habitaciones objeto de estudio con lonas de plástico y luego midieron las emisiones cuando las calderas estaban funcionando y cuando no. En su análisis descubrieron que alrededor del 1,3% del gas utilizado por este electrodoméstico se liberaba como metano sin quemar, un gas que tiene un efecto de calentamiento global mucho mayor que el dióxido de carbono. Y lo más grave es que la mayoría de las emisiones ocurrían cuando las calderas estaban apagadas (emisiones que la Agencia de Protección Ambiental no tiene en cuenta).

La fuga de metano de las estufas de gas natural dentro tiene el mismo impacto climático que 500.000 automóviles

Los investigadores de Stanford estiman que la fuga de metano de las calderas de gas natural dentro de los hogares de los EEUU, incluso cuando están apagadas, tiene el mismo impacto climático que alrededor de 500.000 automóviles a gasolina. Eso implica que la mayor parte del problema puede atribuirse a los accesorios de gas defectuosos y las conexiones a la calderas y las líneas de gas en el hogar.

Ese metano se suma a los 6,8 millones de toneladas de dióxido de carbono que los aparatos de gas emiten al aire cuando están en uso y se quema el gas, encontró el estudio. Y, por si esto no fuera suficiente, los expertos también descubrieron que pueden emitir altos niveles de óxidos de nitrógeno, poniendo en riesgo la salud de las personas y la calidad del aire y exponiéndonos a enfermedades respiratorias.

placeholder Chimeneas humeantes en una casa. (EFE)
Chimeneas humeantes en una casa. (EFE)

En los hogares sin campanas extractoras o con poca ventilación, la concentración de óxidos de nitrógeno dañinos, un subproducto de la quema de gas natural, puede alcanzar o superar un límite saludable en minutos, especialmente en hogares con cocinas pequeñas.

"Sorprendentemente, hay muy pocas mediciones de la cantidad de gas natural que se escapa al aire desde el interior de las casas y los edificios a través de fugas, y la combustión incompleta de los electrodomésticos", comentó Eric Lebel, autor principal y estudiante graduado de la Escuela de Ciencias de la Tierra, Energía y Medio Ambiente de Stanford. "Probablemente, es la parte de las emisiones de gas natural que menos entendemos, y puede tener un gran impacto tanto en el clima como en la calidad del aire interior".

Una contribución de emisiones inesperada

Si bien el dióxido de carbono es más abundante en la atmósfera, el potencial de calentamiento global del metano es aproximadamente 25 veces mayor un siglo después de su liberación que el CO2. Alrededor de una cuarta parte del calentamiento de la Tierra hasta ahora se puede atribuir al metano, dicen los científicos. Y es que, desde la revolución industrial, la concentración de metano ha crecido al doble de la tasa de dióxido de carbono. A diferencia del CO2, el metano es un gas de efecto invernadero más potente que el dióxido de carbono, pero no permanece en la atmósfera tanto tiempo y no es tan abundante en el aire. Pero se trata de un grave problema si lo que buscamos es reducir realmente nuestra huella de carbono.

La emisión de metano no quemado es claramente mala

El gas natural ha sido aclamado como un "combustible puente" en la transición a las energías renovables porque es más eficiente que el carbón y emite menos dióxido de carbono cuando se quema. Pero ese plan, dicen algunos expertos, subestima el impacto de las fugas, que van a la atmósfera y causan un calentamiento significativo.

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¿Una solución sencilla? Pasarse a un aparato eléctrico que reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del aire interior. Los defensores de la energía verde argumentan que cambiar los electrodomésticos de gas por eléctricos facilitará la transición a la energía renovable. Los aparatos eléctricos, según este estudio, evitan los subproductos nocivos de la quema de gas natural.

Los aparatos de gas filtran pequeñas cantidades de metano incluso cuando están apagadas, según una nueva investigación que recoge la revista Enviromental Science & Technology. Un equipo de científicos de la Universidad de Stanford (EEUU) ha estudiado las emisiones de las calderas y cocinas con placas de gas en 53 hogares en California, con placas que tenían entre tres y 30 años. Las calderas de gas natural liberan metano (es el principal componente del gas natural), un potente gas de efecto invernadero, y otros contaminantes a través de fugas y combustión incompleta.

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