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Objetivo 2030: recuperar los ecosistemas para preservar la salud del planeta

Por EC Brands

E

l cambio climático y la pérdida de biodiversidad amenazan el futuro del mundo tal y como lo conocemos ahora. Todos somos parte del problema, pero también podemos ser parte de la solución. Aún hay tiempo.

Reconducir la situación, con pequeños y grandes gestos, sirve de leitmotiv del Día Mundial del Medio Ambiente 2021 que se celebra este 5 de junio. El que está considerado el mayor evento anual de Naciones Unidas para abogar por la acción ambiental y la necesidad de proteger el planeta apela, en esta ocasión, a la conciencia colectiva. Lo hace centrando su lema en la ‘Restauración de los ecosistemas’.

Bajo el hashtag #GeneraciónRestauración, la campaña ideada por la ONU invita a ser parte activa del movimiento, a convertirse en actores del cambio para “proteger lo que queda y reparar lo que ha sido dañado”. La cita coincidirá con el lanzamiento del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas 2021-2030. No es un plazo sin más: es la fecha límite identificada por los científicos como crítica para evitar los peores impactos del cambio climático en la biodiversidad.

Foto tomada por un trabajador voluntario del programa BiObserva para el seguimiento de aves en las instalaciones de Agbar. (Rafael Sánchez)

Con esta iniciativa, la ONU pretende reunir al mundo en torno al objetivo común de prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todos los continentes y océanos. El objetivo es ambicioso pero los resultados también están llamados a serlo. Del compromiso internacional dependerá el éxito de la batalla contra el cambio climático y la extinción masiva de la biodiversidad.

Los ecosistemas, fuente de vida

Mamíferos, aves, peces, reptiles, anfibios… En apenas cuatro décadas las poblaciones globales de todos ellos han disminuido en promedio un 60%. Y no son los únicos datos preocupantes. Los últimos 150 años han sido devastadores para los arrecifes de coral vivos, que se han reducido a la mitad. Además, cerca de un millón de especies animales y plantas se encuentran en peligro de extinción.

Solo en España —con una biodiversidad que incluye el 54% de las especies de Europa y alrededor del 5% de las conocidas en el mundo— cerca del 14% de las 85.000 especies presentes están amenazadas en el contexto europeo.

Ante estos retos, la implantación de cambios transformadores es hoy más necesaria que nunca; es la supervivencia del ser humano lo que está en juego. Los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De ellos depende, directamente, la salud del planeta y sus habitantes.

Los humedales de Illa de Mar y l’Embut (Delta del Ebro), gestionados por Agbar, declarados reserva natural de fauna salvaje. (Oliver Hernández)

En pleno despertar de la conciencia medioambiental, la pandemia del covid-19 ha permitido poner el foco en la necesidad de salvaguardar la salud del planeta. Los ecosistemas sanos son claves para protegernos de las enfermedades y es que, como destaca Naciones Unidas, la diversidad de especies hace más difícil la propagación de patógenos.

Las previsiones del organismo internacional, de aquí a 2030, cifran entre 13 y 26 las gigatoneladas de gases de efecto invernadero que podrían eliminarse de la atmósfera mediante la restauración de 350 millones de hectáreas de ecosistemas terrestres y acuáticos degradados. Para ello, se necesita una acción urgente para encaminar al mundo hacia un futuro más sostenible. La responsabilidad individual es clave pero junto a ella es necesario desarrollar iniciativas colaborativas que sean responsables con el planeta y que doten de una mayor resiliencia a las ciudades.

Los actores del cambio

La implicación del conjunto de la sociedad es fundamental para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todo el mundo. Plantar árboles, reciclar, reducir el consumo… El tiempo apremia. El esfuerzo colectivo debe completarse con una apuesta decidida por la investigación, la educación, las nuevas políticas de incentivos e inversiones, el cambio en las formas de explotación de la tierra y los océanos o la participación de empresas y gobiernos en el proceso.

Convertir la apuesta por la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente en parte de la filosofía empresarial es un buen punto de partida. En esa dinámica está inmersa Agbar, experta en la gestión del ciclo del agua integral, que apuesta por preservar la biodiversidad en el 100% de sus instalaciones sirviéndose de la innovación y la digitalización para liderar la transición hacia un modelo más sostenible y resiliente.

Implementar modelos responsables con el clima o naturalizar sus infraestructuras son algunas de las claves para conseguirlo. En el día a día de Agbar esto se traduce en realizar diagnósticos de biodiversidad para implementar planes de acción, eliminar el uso de fitosanitarios y controlar las especies exóticas invasoras en todas sus instalaciones. Un claro ejemplo de infraestructura verde sostenible e integrada en el medio ambiente son los humedales artificiales de depuración en Illa del Mar y l’Embut, en el Delta del Ebro, declarados reserva natural de fauna salvaje por el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña.

En pocos años estos nuevos espacios naturales se han convertido en lugares especialmente relevantes para el refugio, alimentación y reproducción de numerosas especies de aves, algunas de ellas de especial interés dado su estatus de conservación. Además, la compañía lleva a cabo programas de sensibilización ambiental, tanto entre sus trabajadores como en la comunidad local, con el objetivo de generar compromiso y actuación por parte de todos y todas.

La experiencia nos demuestra que los ecosistemas pueden ser restaurados y que cualquiera puede formar parte de la #GeneraciónRetauración tanto a través de pequeños como grandes gestos. Con ello, y con la implicación de gobiernos y empresas, alcanzar los objetivos marcados por el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de Ecosistemas 2021-2030 aún es factible.