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San Pancracio o los números del destino: supersticiones para atraer el Gordo de la lotería de Navidad
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San Pancracio o los números del destino: supersticiones para atraer el Gordo de la lotería de Navidad

Cada 22 de diciembre todos los que juegan al sorteo extraordinario de Lotería Nacional buscan hacerse con el premio Gordo. De ser supersticioso, se pueden seguir estos rituales para tener más suerte

Foto: Supersticiones para atraer a la suerte en la lotería de Navidad: del perejil de San Pancracio a los gatos negros (EFE/Alonso)
Supersticiones para atraer a la suerte en la lotería de Navidad: del perejil de San Pancracio a los gatos negros (EFE/Alonso)
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La lotería no se puede mirar con ojos racionales y los sorteos extraordinarios tampoco se escapan a la lógica del azar. Es por ello que citas con la suerte como la de la lotería de Navidad del 22 de diciembre se convierten cada año en una cuestión de pura fe y de creer en los números que se juegan para optar a premio. En este sentido, la numerología compone una de las grandes supersticiones a la hora de comprar lotería de Navidad o compartir décimo con algún allegado, razón por la que desde Loterías y Apuestas del Estado comparten cada año las estadísticas de terminaciones para aquellos que sean fieles a las últimas cifras más repetidas históricamente.

Así, tal y como recogen desde SELAE, de los 210 sorteos de Navidad celebrados hasta la fecha, el primer premio de 400.000 euros ha caído dos veces en el número 15640 en los años 1956 y 1978 y en 20297, en los años 1903 o 2006. En lo que se refiere a la cifra final, las terminaciones más comunes y las más buscadas por tanto por quienes juegan a la lotería de Navidad son el 5, que ha acabado el número del Gordo en 32 ocasiones; seguido del 4, que ha salido en el último dígito del primer premio en un total de 27 veces y, en tercer puesto del podio, el 8, que también ha terminado en 27 ocasiones la combinación ganadora del premio Gordo. En el otro lado de la balanza, como terminaciones menos repetidas, se sitúan el 1, el 2 y el 9.

Foto:  Varias personas hacen cola para comprar lotería de Navidad en Doña Manolita en Madrid en pleno agosto. (EFE)

Aparte de tener en cuenta, de creer en esto de las supersticiones, que la suerte podría estar del lado del comprador de adquirir el décimo jugado en alguna administración de lotería histórica, como la madrileña Doña Manolita, la catalana La Bruja de Oro o la valenciana Manises, entre otras, aquellos que se consideren creyentes y compartan la fe católica también pueden 'potenciar su suerte' frotando el décimo en puntos sagrados de catedrales o de su iglesia habitual. En la catedral de Santiago de Compostela, por ejemplo, donde es habitual ver a los feligreses abrazar o besar al santo Santiago Apóstol al pasar por el camarín del altar mayor de la catedral, no será raro encontrarse por estas fechas a practicantes pasando el décimo por la estatuilla del santo para atraer a la suerte. Mismo procedimiento que se seguirá en otras partes de distintas iglesias que se veneran como si de reliquias se tratasen, como sucede con la Columna de la catedral-basílica de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza.

San Pancracio, el santo del dinero y la fortuna

La imagen de San Pancracio se ha convertido con el paso del tiempo en una gran aliada en lo que a atraer a la suerte se refiere según la creencia popular, que antiguamente marcaba que se colocara, de tenerla, una figura suya con una moneda de 25 pesetas en su dedo, la clásica moneda que tenía un agujero en el medio, y que ha sobrevivido al correr de los años con la presencia de dinero a su lado, ya con la forma de euros, y de perejil. Así, regalar una imagen de este santo es un gesto de bondad para con el prójimo al ser sinónimo de desear suerte.

San Patricio es, para muchos creyentes, un santo de referencia al que acudir cuando se hace una petición relacionada con la fortuna. Este hombre, que se cree que se quedó sin padres siendo apenas un niño y que habría sido denunciado al emperador Diocleciano con apenas 14 años, siendo martirizado a causa de su fe católica, fue enterrado bajo el epitafio que dice que, en su sepulcro, "se devuelve la salud a cuantos a él llegan con enfermedades y muchos beneficios de curaciones se otorgan a cuantos con fe sincera a él acuden y se acercan". Una filosofía que terminó aplicándose históricamente a la buena fortuna en lo que a riqueza se refiere.

De hecho, en la lotería de Navidad de 1983, la administración de lotería número 77 de Madrid, El sobre verde, situada en la calle Alcalá, repartió dos series del número 42812, premiado con el tercer premio, y ese golpe de suerte se atribuyó a la estampa del santo que les había regalado una clienta después de llevarse una pedrea por una compra en dicha administración.

placeholder San Pancracia junto a un ramillete de perejil para atraer a la suerte (Pixabay)
San Pancracia junto a un ramillete de perejil para atraer a la suerte (Pixabay)

Supersticiones relacionadas con la lotería de Navidad

El fetichismo hacia los 'números especiales' va mucho más allá de las terminaciones del Gordo más comunes, apostando por fechas reseñables de eventos históricos acaecidos en el año en curso —como la muerte de la reina Isabel II de Inglaterra en 2022— o adquiriendo décimos de lotería de Navidad relacionados con números personales.

Un elemento de supersitición muy curioso, señalan desde Loterías y Apuestas del Estado, está relacionado con los "números del destino personal", una creencia vinculada a la numerología por la que se sostiene que, si una persona suma las cifras de la fecha de su nacimiento, obtendrá un número "propicio para la suerte". Tomando como ejemplo un caso práctico, de haber nacido el 15 de agosto de 1981 —para probar suerte en el sorteo extraordinario del 22 de diciembre cabe recordar que es necesario tener, como mínimo, 18 años— habría que sumar cada dígito de la fecha de nacimiento (1+5+8+1+9+8+1=33) para luego sumar ambas cifras de la combinación resultante, por lo que en este supuesto el número de la suerte para esa persona sería el 6.

Los supersticiosos más clásicos, no obstante, optarán por gestos comunes como pasar el décimo que se juega por el vientre de una embarazada, frotarlo por la espalda de una persona con chepa o llevar un amuleto personal encima el día que se canten los premios de lotería de navidad, entre los que para muchos se colarán estampitas de santos, las patas de conejo o las herraduras.

Asimismo, en sintonía con lo que resaltan también desde Loterías, llevar un par de dados encima cuando se participa en un juego de azar es de igual manera una creencia habitual para 'aumentar' la sensación de tener más probabilidades de obtener un resultado agraciado de la lotería de Navidad. Por último, al contrario de lo que se pueda pensar en otros casos, los gatos negros son un símbolo de buena suerte para la lotería según algunos supersticiosos, que apuestan por pasar el boleto comprado por el lomo de estos animales perseguidos socialmente.

La lotería no se puede mirar con ojos racionales y los sorteos extraordinarios tampoco se escapan a la lógica del azar. Es por ello que citas con la suerte como la de la lotería de Navidad del 22 de diciembre se convierten cada año en una cuestión de pura fe y de creer en los números que se juegan para optar a premio. En este sentido, la numerología compone una de las grandes supersticiones a la hora de comprar lotería de Navidad o compartir décimo con algún allegado, razón por la que desde Loterías y Apuestas del Estado comparten cada año las estadísticas de terminaciones para aquellos que sean fieles a las últimas cifras más repetidas históricamente.

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