Lotería de Navidad: Amnistía y su 'spot' para pedir justicia a las víctimas del franquismo

La denuncia de Amnistía Internacional no es, ni de lejos, algo nuevo. La organización lleva años criticando al Gobierno español por incumplir el Derecho internacional al no investigar los crímenes cometidos durante la Guerra Civil y el franquismo, y por impedir que se conozca la verdad, se obtenga justicia y las víctimas sean reparadas por los daños sufridos. El pasado mes de septiembre, ya lanzó una nueva campaña, una más, enfocada en esta ocasión en las desapariciones forzadas durante la dictadura de Franco: 'Nada es igual si alguien desaparece'.

Ahora lo ha vuelto a hacer, en esta ocasión, con 'Esta Navidad toca justicia', su propia versión del anuncio de la Lotería de Navidad de 2016, protagonizado por Carmina, una jubilada que cree que acaba de ser premiada con el Gordo de la Lotería y a quien nadie se atreve a sacar de su error, por lo que su familia acaba involucrando al pueblo entero en una gran mentira.

En la versión de Amnistía Internacional, cuando Carmen se coloca frente al televisor para escuchar a los niños de San Ildefonso cantando los números y los premios, con una fotografía en la mano a la que no deja de besar, escucha esas voces jóvenes cantando, en lugar de cifras, nombres. "¡Jaime Romera Martínez, no hay justicia! ¡Rosa María García Alcón, no hay justicia! ¡Antonio Narváez Fernández, no hay justicia!".

Al final, una voz en off resume la situación: "Para miles de víctimas de la Guerra Civil y el franquismo y sus familias, la justicia sigue siendo una ilusión. Esta navidad toca".

La ONG viene reprochando desde hace años al Gobierno su silencio ante las reiteradas peticiones de otros organismos, entre ellos de la propia Organización de Naciones Unidas (ONU), para que enmiende la Ley de Amnistía, aprobada en octubre de 1977, cuando se la consideraba imprescindible para la reconciliación de los españoles, y que supuso la excarcelación de miles de condenados por delitos políticos durante el franquismo.

A día de hoy, esta normativa supone, para Amnistía, un "tapón" para la justicia, ya que impide juzgar los delitos contra la humanidad perpetrados durante este periodo y que, en virtud del Derecho internacional, nunca prescriben.

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El año pasado, la organización ya lanzó otra campaña específica para pedir justicia para las víctimas del franquismo, bajo el lema de #JusticiaporNavidad. En la campaña de este año, los nombres que mencionan los ficticios niños de San Ildefonso en la televisión no son, por desgracia, nombres irreales. El primero que este año no recibe justicia es Jaime Romera, sobrino de Arsenio Martínez garcía, fusilado y desaparecido el 14 de agosto de 1936.

Rosa María García Alcón, el segundo en ser mencionado, es nieta de otro desaparecido durante la guerra, y sobrina de un hombre que estuvo en prisión durante 14 años. Ella misma fue detenida por un 'secreta' de la ya extinta Brigada Político-Social (BPS) del franquismo en 1975, e ingresada en la cárcel de Yeserías durante cuatro meses. Durante su detención fue torturada por 'Billy, el niño', como se conocía a Juan Antonio González Pacheco, un expolicía que perteneció a la BPS y que a pesar de estar reclamado por Argentina por las acusaciones de torturas de al menos 13 personas, España se niega a su extradición.

El último, Antonio Narváez, es hijo de dos fusilados en la Guerra Civil. "El día 17 de julio de 1936 le pegaron un tiro por la espalda (a mi padre). Mi hermano tenía cinco años y yo tenía tres y aún se permitieron el lujo de llevarse a mi madre y matarla", denuncia. Le dijeron que el cuerpo de su padre estaba en una fosa común y del de su madre no sabe nada, pero hasta 2015, ya con 82 años, no pudo contar su historia ante un juzgado.