¿Muebles inspirados en Dalí? Un boceto de 1957 desata una guerra judicial por sus derechos
La Fundación Dalí y un particular mantienen un pulso en la vía administrativa y civil por la fabricación y comercialización de unos muebles inspirados en un boceto del artista catalán
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Corría la década de 1930 cuando Salvador Dalí (Figueras, 1904-1989) recibió el encargo del dueño del hotel neoyorquino St. Regis, el favorito del pintor, para realizar un proyecto de decoración de estilo surrealista para un club nocturno. El proyecto fue bautizado como ‘Dalí Night’ y contenía un boceto denominado 'Powder Room Antropomórfico' que muestra seis muebles: una lámpara, un espejo, un cenicero, un lavabo, un pie de mesa y un sofá. Un particular adquirió el boceto en 2008 a través de la casa de subastas Sotheby’s con el objetivo de diseñar y comercializar unos muebles inspirados en él, pero a comienzos de 2019 se encontró con la negativa de la Fundación Gala-Salvador Dalí, que posee los derechos de explotación de la obra del famoso pintor en exclusiva.
Tras la negativa de la fundación, el empresario presentó una denuncia ante la autoridad catalana de competencia, que a su vez la remitió a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En su denuncia, el dueño del boceto sostiene que existe un abuso de posición de dominio por parte de la entidad al denegar la autorización de comercialización y apunta que uno de los miembros del Patronato y la Comisión Artística de la fundación -que le negaron el permiso para vender los muebles- es socio de una empresa que ya comercializa muebles basados en la obra de Dalí, como por ejemplo el sofá ‘Dalilips’, que representa los labios de la actriz Mae West. Por tanto, existiría un conflicto de interés, según denuncia el inversor.
La denuncia fue archivada por la CNMC tras concluir que el mercado afectado por ese abuso de posición denunciado sería el mercado de muebles de alta gama, donde la Fundación Dalí no ostenta esa posición y, por tanto, no procede actuar. El empresario ha recurrido esta decisión de archivo ante la Audiencia Nacional, que todavía no se ha pronunciado. A este respecto, cabe señalar que la autoridad catalana de competencia tuvo oportunidad de pronunciarse hace años sobre la Fundación Dalí en otro caso diferente que, aunque terminó archivado, definía el mercado de forma diferente a la CNMC y apuntaba que al ostentar la titularidad “de los derechos referidos y respecto de cada uno de estos derechos, su posición le permite explotarlos en exclusiva y, por lo tanto, le otorga una posición de dominio”.
Tras presentar la denuncia a la CNMC, el empresario solicitó a la fundación unos servicios de expertización de otras obras de Dalí, pero le fueron denegados, lo que considera una represalia por la denuncia a las autoridades de competencia, según se desprende de la documentación judicial consultada por El Confidencial. En este asunto, el inversor está asesorado por la boutique Regula, mientras que la Fundación Gala-Salvador Dalí se ha puesto en manos de RocaJunyent.
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De forma paralela, el dueño del boceto interpuso una solicitud de acceso a fuentes de prueba en los juzgados mercantiles de Girona, donde está radicada la fundación, para que el tribunal ordene a la fundación exhibir una serie de pruebas que acreditarían la conducta ilícita denunciada por el empresario: el abuso de posición de dominio y la denegación de los servicios de expertización. Esas pruebas incluyen comunicaciones, emails y actas de reuniones de la fundación, y se suelen solicitar como paso previo a la presentación de una demanda.
A finales del año pasado, el juzgado ha dado la razón parcialmente al inversor y ha ordenado a la fundación la presentación de 6 de las 9 pruebas solicitadas, entre las que se encuentra el protocolo de prevención de conflictos de interés, así como los contratos de licencia entre la Fundación Dalí y la empresa que comercializa el sofá ‘Dalilips’.
La disputa, por tanto, avanza en dos vías: la civil, donde presumiblemente se presentará una demanda tras el acceso a las pruebas; y la contencioso-administrativa, donde está pendiente que la Audiencia Nacional se pronuncie sobre el recurso.
Corría la década de 1930 cuando Salvador Dalí (Figueras, 1904-1989) recibió el encargo del dueño del hotel neoyorquino St. Regis, el favorito del pintor, para realizar un proyecto de decoración de estilo surrealista para un club nocturno. El proyecto fue bautizado como ‘Dalí Night’ y contenía un boceto denominado 'Powder Room Antropomórfico' que muestra seis muebles: una lámpara, un espejo, un cenicero, un lavabo, un pie de mesa y un sofá. Un particular adquirió el boceto en 2008 a través de la casa de subastas Sotheby’s con el objetivo de diseñar y comercializar unos muebles inspirados en él, pero a comienzos de 2019 se encontró con la negativa de la Fundación Gala-Salvador Dalí, que posee los derechos de explotación de la obra del famoso pintor en exclusiva.